Lima empezó a transformarse en los años 50. Así dicen los que conocen la ciudad. Las grandes migraciones del interior del país que empezaron a cambiar el rostro de la ciudad. Pero lo que se dice menos es que la migración de los mismos limeños, abandonando el Centro Histórico, tuvo un impacto específico sobre el futuro de este sector.
Para Vïctor Delfín, un migrante que llegó a esta ciudad hace más de 60 años, y la hizo, Lima sufrió porque aquellos que eran los más finos y educados, la abandonaron sin ningún remilgo en su afán de estar siempre 'huyendo del pueblo'.
Delfín, uno de los artistas plásticos vivos más reconocidos, ofrece en esta entrevista su particular sensibilidad sobre la ciudad que le dio todo. Una ciudad que a lo largo del tiempo ha sido construida por olas de migrantes. La milenaria historia de esta ciudad, es una historia de migraciones. Un proceso de miles de años que continúa hoy.
Usted llegó a Lima en los años 40. Llegó a una ciudad muy distinta de la de hoy. ¿Ha desaparecido mucho de ese lugar que conoció?
De la Lima de mis recuerdos queda mucho. Tendría que desaparecer la Escuela de Bellas Artes, que es un hito en mi vida personal. Tendría que desaparecer la Av. Abancay, aunque deberían quitar esos carteles inmundos que le han puesto. Tendrían que desaparecer la Plaza San Martín y muchos otros sitios como para decir que esa Lima ya no existe. Lima todavía tiene gran arquitectura que si se quiere puede ser rescatada.
El centro de Lima era el centro de la actividad…
El Centro de Lima en esos años estaba lleno de tradición, de significado, de relaciones humanas. La vida en la Plaza San Martín era realmente jugosa. Un lugar ideal para reunirse y conversar.
Esa Plaza San Martín, que había quedado en mi memoria como el espacio para la tertulia cuando era joven, pasó a ser el lugar de los balazos, el lugar donde caí herido por una bomba lacrimógena que me lanzaron cuando protestaba contra Fujimori.
Después, Lima fue cambiando…
Paulatinamente los provincianos se instalaron en Lima, porque era el centro de su universo. Llegaron con la idea de progreso, donde iban a conseguir educación, salud, servicios en general. Y lo que encontraron fue discriminación, falta de trabajo.
La migración es el proceso natural que resulta de los grandes problemas no resueltos en este país. No llegaron a Lima por que es bonita, sino para sobrevivir.
Fue un proceso doble, ¿cierto? Los de Lima también migraron, por decirlo de alguna manera.
Yo llegué de Lobitos a Lima justo en ese momento. Eran los años 40, cuando la gente abandonó el Centro para irse a Miraflores, que les parecía elegante, influidos por el estilo de vida estadounidense.
Entonces los dueños de esas casonas, la aristocracia de la época, alquilaron esas propiedades a los migrantes, las subdividieron, las tugurizaron y los nuevos inquilinos no tenían por qué tenerle cariño a esas casonas.
Se produjo un quiebre, una desvinculación con esa ciudad que había nacido en 1535.
Los verdaderos culpables de eso fueron los que abandonaron su nido sin ningún sentimentalismo. No es como algunos románticamente dicen ‘la Lima que se va’. Es la Lima que abandonaron. La que dejaron ir.
Y esa indiferencia se ve incluso en la manera que habla mucha gente. Hasta un líder político dice “este país”, como si fuera algo lejano. La mayoría niega sus orígenes, niega su pasado. Entonces, ahí empieza nuestro problema.
Es una tensión que todavía subsiste.
Aquí, las clases pudientes han andado huyendo del pueblo. De Miraflores se fueron a Casuarinas, después a Asia. ¿Por qué no pueden quedarse en un lugar y comportarse como ciudadanos y pedir una ciudad moderna, exigir los servicios de una ciudad moderna?
Para mí Lima, con todo el amor que le tengo, se ha convertido en una gran aldea. No es una gran ciudad.
Y como consecuencia, la identidad de la ciudad se fue transformando.
Hoy Lima es una ciudad mestiza por excelencia. Con todas las etnias que llegaron, con costumbres, bebidas, estilos. Es una gran torre de Babel. Pero no existe el esfuerzo para ordenar todo esto.
Hoy hasta los obreros se criminalizan para sobrevivir. Hay una gran división a lo largo y ancho del sistema.
Parece que falló la educación, entre otras cosas.
Parte de esto viene del hecho de tener una escolaridad pésima. El Estado descuidó la escolaridad y el resultado es una gran exclusión. Aquí la competencia no se da por talento sino por acceso (a educación privada). Nos educan para ser salvajes y quieren comportamiento de gentleman.
Esto es=ignorancia=incultura=qué pasa con ellos? Se hacen traferos, pillos, mentirosos, para poder sobrevivir. Y lo hacen sin ningún problema, porque ven a los Fujimori, Raffo, Crousillat, que actuaron en total impunidad.
Estamos en año electoral para Lima ¿Qué espera del futuro alcalde/sa?
Fujimori corrompió todas las instituciones y la política sigue manejada en su mayoría por gente sin escrúpulos, que no les importa ‘este país’. Esto no ha cambiado. Entonces la gestión de un alcalde puede ser buena o mala. Esto es relativo mientras todo siga contaminado por esa manera de hacer política.
En los últimos 25 años, un número de investigaciones han transformado lo que sabíamos de la Lima prehispánica. Hoy se puede afirmar que en este territorio hubo un desarrollo urbano ininterrumpido de por lo menos 2.000 años – que es la base de este proyecto, Lima Milenaria.
No conozco bien esa información pero no me sorprende. Seguro que en Lima hubo una serie de maravillas, pero no me llama la atención tampoco que eso haya desaparecido ante la imposición brutal que se sufrió con la llegada de los conquistadores.
En este valle del Rímac hemos vivido y seguimos viviendo un choque de culturas. Aunque veo que hoy la gente está más concentrada en los sitios en que viven y no piensan mucho en Lima como un todo.
Hay como una recuperación del ‘provincianismo’. La vinculación con el lugar de origen. Como que empiezan a tener una voz más propia. Gracias a los avances de la comunicación ya han tomado posesión de su identidad.
¿Y qué piensa de Lima Milenaria? ¿La apoya?
Claro que lo apoyo. Pero creo que hay que seguir escarbando más. Creer que Lima existe desde 1535 es un error. Tampoco se puede limitar la edad de la ciudad, porque puede tener 5, 8, 10 mil años de antigüedad. Donde hay un río y está cerca al mar, ya hay dos fuentes de sobrevivencia. Pero el mismo nombre, Lima Milenaria, es un gran hilo conductor, que nos debe ir llevando cada vez más en ese pasado.
De la Lima de mis recuerdos queda mucho. Tendría que desaparecer la Escuela de Bellas Artes, que es un hito en mi vida personal. Tendría que desaparecer la Av. Abancay, aunque deberían quitar esos carteles inmundos que le han puesto. Tendrían que desaparecer la Plaza San Martín y muchos otros sitios como para decir que esa Lima ya no existe. Lima todavía tiene gran arquitectura que si se quiere puede ser rescatada.
El centro de Lima era el centro de la actividad…
El Centro de Lima en esos años estaba lleno de tradición, de significado, de relaciones humanas. La vida en la Plaza San Martín era realmente jugosa. Un lugar ideal para reunirse y conversar.
Esa Plaza San Martín, que había quedado en mi memoria como el espacio para la tertulia cuando era joven, pasó a ser el lugar de los balazos, el lugar donde caí herido por una bomba lacrimógena que me lanzaron cuando protestaba contra Fujimori.
Después, Lima fue cambiando…
Paulatinamente los provincianos se instalaron en Lima, porque era el centro de su universo. Llegaron con la idea de progreso, donde iban a conseguir educación, salud, servicios en general. Y lo que encontraron fue discriminación, falta de trabajo.
La migración es el proceso natural que resulta de los grandes problemas no resueltos en este país. No llegaron a Lima por que es bonita, sino para sobrevivir.
Fue un proceso doble, ¿cierto? Los de Lima también migraron, por decirlo de alguna manera.
Yo llegué de Lobitos a Lima justo en ese momento. Eran los años 40, cuando la gente abandonó el Centro para irse a Miraflores, que les parecía elegante, influidos por el estilo de vida estadounidense.
Entonces los dueños de esas casonas, la aristocracia de la época, alquilaron esas propiedades a los migrantes, las subdividieron, las tugurizaron y los nuevos inquilinos no tenían por qué tenerle cariño a esas casonas.
Se produjo un quiebre, una desvinculación con esa ciudad que había nacido en 1535.
Los verdaderos culpables de eso fueron los que abandonaron su nido sin ningún sentimentalismo. No es como algunos románticamente dicen ‘la Lima que se va’. Es la Lima que abandonaron. La que dejaron ir.
Y esa indiferencia se ve incluso en la manera que habla mucha gente. Hasta un líder político dice “este país”, como si fuera algo lejano. La mayoría niega sus orígenes, niega su pasado. Entonces, ahí empieza nuestro problema.
Es una tensión que todavía subsiste.
Aquí, las clases pudientes han andado huyendo del pueblo. De Miraflores se fueron a Casuarinas, después a Asia. ¿Por qué no pueden quedarse en un lugar y comportarse como ciudadanos y pedir una ciudad moderna, exigir los servicios de una ciudad moderna?
Para mí Lima, con todo el amor que le tengo, se ha convertido en una gran aldea. No es una gran ciudad.
Y como consecuencia, la identidad de la ciudad se fue transformando.
Hoy Lima es una ciudad mestiza por excelencia. Con todas las etnias que llegaron, con costumbres, bebidas, estilos. Es una gran torre de Babel. Pero no existe el esfuerzo para ordenar todo esto.
Hoy hasta los obreros se criminalizan para sobrevivir. Hay una gran división a lo largo y ancho del sistema.
Parece que falló la educación, entre otras cosas.
Parte de esto viene del hecho de tener una escolaridad pésima. El Estado descuidó la escolaridad y el resultado es una gran exclusión. Aquí la competencia no se da por talento sino por acceso (a educación privada). Nos educan para ser salvajes y quieren comportamiento de gentleman.
Esto es=ignorancia=incultura=qué pasa con ellos? Se hacen traferos, pillos, mentirosos, para poder sobrevivir. Y lo hacen sin ningún problema, porque ven a los Fujimori, Raffo, Crousillat, que actuaron en total impunidad.
Estamos en año electoral para Lima ¿Qué espera del futuro alcalde/sa?
Fujimori corrompió todas las instituciones y la política sigue manejada en su mayoría por gente sin escrúpulos, que no les importa ‘este país’. Esto no ha cambiado. Entonces la gestión de un alcalde puede ser buena o mala. Esto es relativo mientras todo siga contaminado por esa manera de hacer política.
En los últimos 25 años, un número de investigaciones han transformado lo que sabíamos de la Lima prehispánica. Hoy se puede afirmar que en este territorio hubo un desarrollo urbano ininterrumpido de por lo menos 2.000 años – que es la base de este proyecto, Lima Milenaria.
No conozco bien esa información pero no me sorprende. Seguro que en Lima hubo una serie de maravillas, pero no me llama la atención tampoco que eso haya desaparecido ante la imposición brutal que se sufrió con la llegada de los conquistadores.
En este valle del Rímac hemos vivido y seguimos viviendo un choque de culturas. Aunque veo que hoy la gente está más concentrada en los sitios en que viven y no piensan mucho en Lima como un todo.
Hay como una recuperación del ‘provincianismo’. La vinculación con el lugar de origen. Como que empiezan a tener una voz más propia. Gracias a los avances de la comunicación ya han tomado posesión de su identidad.
¿Y qué piensa de Lima Milenaria? ¿La apoya?
Claro que lo apoyo. Pero creo que hay que seguir escarbando más. Creer que Lima existe desde 1535 es un error. Tampoco se puede limitar la edad de la ciudad, porque puede tener 5, 8, 10 mil años de antigüedad. Donde hay un río y está cerca al mar, ya hay dos fuentes de sobrevivencia. Pero el mismo nombre, Lima Milenaria, es un gran hilo conductor, que nos debe ir llevando cada vez más en ese pasado.