jueves, 20 de mayo de 2010

FINA ESTAMPA: LA TRAICIÓN ARISTOCRÁTICA


Lima empezó a transformarse en los años 50. Así dicen los que conocen la ciudad. Las grandes migraciones del interior del país que empezaron a cambiar el rostro de la ciudad. Pero lo que se dice menos es que la migración de los mismos limeños, abandonando el Centro Histórico, tuvo un impacto específico sobre el futuro de este sector.

Para Vïctor Delfín, un migrante que llegó a esta ciudad hace más de 60 años, y la hizo, Lima sufrió porque aquellos que eran los más finos y educados, la abandonaron sin ningún remilgo en su afán de estar siempre 'huyendo del pueblo'.

Delfín, uno de los artistas plásticos vivos más reconocidos, ofrece en esta entrevista su particular sensibilidad sobre la ciudad que le dio todo. Una ciudad que a lo largo del tiempo ha sido construida por olas de migrantes. La milenaria historia de esta ciudad, es una historia de migraciones. Un proceso de miles de años que continúa hoy.

Usted llegó a Lima en los años 40. Llegó a una ciudad muy distinta de la de hoy. ¿Ha desaparecido mucho de ese lugar que conoció?

De la Lima de mis recuerdos queda mucho. Tendría que desaparecer la Escuela de Bellas Artes, que es un hito en mi vida personal. Tendría que desaparecer la Av. Abancay, aunque deberían quitar esos carteles inmundos que le han puesto. Tendrían que desaparecer la Plaza San Martín y muchos otros sitios como para decir que esa Lima ya no existe. Lima todavía tiene gran arquitectura que si se quiere puede ser rescatada.

El centro de Lima era el centro de la actividad…

El Centro de Lima en esos años estaba lleno de tradición, de significado, de relaciones humanas. La vida en la Plaza San Martín era realmente jugosa. Un lugar ideal para reunirse y conversar.

Esa Plaza San Martín, que había quedado en mi memoria como el espacio para la tertulia cuando era joven, pasó a ser el lugar de los balazos, el lugar donde caí herido por una bomba lacrimógena que me lanzaron cuando protestaba contra Fujimori.

Después, Lima fue cambiando…

Paulatinamente los provincianos se instalaron en Lima, porque era el centro de su universo. Llegaron con la idea de progreso, donde iban a conseguir educación, salud, servicios en general. Y lo que encontraron fue discriminación, falta de trabajo.

La migración es el proceso natural que resulta de los grandes problemas no resueltos en este país. No llegaron a Lima por que es bonita, sino para sobrevivir.

Fue un proceso doble, ¿cierto? Los de Lima también migraron, por decirlo de alguna manera.

Yo llegué de Lobitos a Lima justo en ese momento. Eran los años 40, cuando la gente abandonó el Centro para irse a Miraflores, que les parecía elegante, influidos por el estilo de vida estadounidense.

Entonces los dueños de esas casonas, la aristocracia de la época, alquilaron esas propiedades a los migrantes, las subdividieron, las tugurizaron y los nuevos inquilinos no tenían por qué tenerle cariño a esas casonas.

Se produjo un quiebre, una desvinculación con esa ciudad que había nacido en 1535.

Los verdaderos culpables de eso fueron los que abandonaron su nido sin ningún sentimentalismo. No es como algunos románticamente dicen ‘la Lima que se va’. Es la Lima que abandonaron. La que dejaron ir.

Y esa indiferencia se ve incluso en la manera que habla mucha gente. Hasta un líder político dice “este país”, como si fuera algo lejano. La mayoría niega sus orígenes, niega su pasado. Entonces, ahí empieza nuestro problema.

Es una tensión que todavía subsiste.

Aquí, las clases pudientes han andado huyendo del pueblo. De Miraflores se fueron a Casuarinas, después a Asia. ¿Por qué no pueden quedarse en un lugar y comportarse como ciudadanos y pedir una ciudad moderna, exigir los servicios de una ciudad moderna?

Para mí Lima, con todo el amor que le tengo, se ha convertido en una gran aldea. No es una gran ciudad.

Y como consecuencia, la identidad de la ciudad se fue transformando.

Hoy Lima es una ciudad mestiza por excelencia. Con todas las etnias que llegaron, con costumbres, bebidas, estilos. Es una gran torre de Babel. Pero no existe el esfuerzo para ordenar todo esto.

Hoy hasta los obreros se criminalizan para sobrevivir. Hay una gran división a lo largo y ancho del sistema.

Parece que falló la educación, entre otras cosas.

Parte de esto viene del hecho de tener una escolaridad pésima. El Estado descuidó la escolaridad y el resultado es una gran exclusión. Aquí la competencia no se da por talento sino por acceso (a educación privada). Nos educan para ser salvajes y quieren comportamiento de gentleman.

Esto es=ignorancia=incultura=qué pasa con ellos? Se hacen traferos, pillos, mentirosos, para poder sobrevivir. Y lo hacen sin ningún problema, porque ven a los Fujimori, Raffo, Crousillat, que actuaron en total impunidad.

Estamos en año electoral para Lima ¿Qué espera del futuro alcalde/sa?

Fujimori corrompió todas las instituciones y la política sigue manejada en su mayoría por gente sin escrúpulos, que no les importa ‘este país’. Esto no ha cambiado. Entonces la gestión de un alcalde puede ser buena o mala. Esto es relativo mientras todo siga contaminado por esa manera de hacer política.

En los últimos 25 años, un número de investigaciones han transformado lo que sabíamos de la Lima prehispánica. Hoy se puede afirmar que en este territorio hubo un desarrollo urbano ininterrumpido de por lo menos 2.000 años – que es la base de este proyecto, Lima Milenaria.

No conozco bien esa información pero no me sorprende. Seguro que en Lima hubo una serie de maravillas, pero no me llama la atención tampoco que eso haya desaparecido ante la imposición brutal que se sufrió con la llegada de los conquistadores.

En este valle del Rímac hemos vivido y seguimos viviendo un choque de culturas. Aunque veo que hoy la gente está más concentrada en los sitios en que viven y no piensan mucho en Lima como un todo.

Hay como una recuperación del ‘provincianismo’. La vinculación con el lugar de origen. Como que empiezan a tener una voz más propia. Gracias a los avances de la comunicación ya han tomado posesión de su identidad.

¿Y qué piensa de Lima Milenaria? ¿La apoya?

Claro que lo apoyo. Pero creo que hay que seguir escarbando más. Creer que Lima existe desde 1535 es un error. Tampoco se puede limitar la edad de la ciudad, porque puede tener 5, 8, 10 mil años de antigüedad. Donde hay un río y está cerca al mar, ya hay dos fuentes de sobrevivencia. Pero el mismo nombre, Lima Milenaria, es un gran hilo conductor, que nos debe ir llevando cada vez más en ese pasado.



viernes, 14 de mayo de 2010

LIMA, ESA GRAN DESCONOCIDA

Fernando Palazuelo es un español que tiene una pasión específica: la arquitectura del centro de Lima. Otros dirían una ambición muy específica. Pero más allá de la polémica, lo cierto es que a través de su empresa, Arte Express, en los últimos años ha venido comprando varios edificios del perímetro histórico, con lo que viene ayudando a revitalizar esa zona.

En ese proceso de ir y venir, de caminarse las calles del Centro, de meterse donde otros no lo intentan, Palazuelo ha desarrollado una visión muy personal y particular sobre nuestra ciudad. Y con esas impresiones suyas empezamos esta entrevista, en sus oficinas de la Plaza San Martín. Para conocer esa otra Lima.

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El Centro Histórico, además de ser el centro de un país que está evolucionando de forma espectacular, es un catálogo de arquitectura sin paralelo. En qué sitio del mundo se encuentra uno con una arquitectura de más de 1.000 años de antigüedad.

En qué lugar del mundo conviven con tanta soltura, edificaciones de los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y XX. A ver dónde tienes todo esto junto. Aquí hay edificios que elevan el estado de ánimo de la gente, que es la función del arte. El catálogo de arquitectura de la primera mitad del siglo XX, por ejemplo, es espectacular.

¿Un edificio?

El ex Ministerio de Educación es una joya arquitectónica de nivel mundial. Su arquitecto, Enrique Seoane, es el gran olvidado en este país. Aquí han tenido un arquitecto de la talla de Le Corbusier o Mies Van der Rohe y nadie lo conoce.

¿Por qué no lo vemos? ¿Qué está faltando?

Para empezar, los limeños deben estar más orgullosos de lo que tienen. Yo soy un optimista por sobre todas las cosas. Y veo que a pesar de todo, esto está mejorando. Hoy la gente es más respetuosa de su espacio.

Este centro sigue siendo un centro financiero. Tenemos que recuperar el factor residencial. Le falta la humanidad que un día tuvo.

El motor del cambio tiene que ser la administración pública. Es la que debe cuidar la seguridad - aunque es verdad también que el limeño está obsesionado con ese tema.

Junto a ese impulso público, las empresas privadas deberían estar rehabilitando casonas. Nosotros le queremos dar vida al centro.

¿Cómo compara Lima con otras ciudades de América Latina?

Desde el punto de vista de la arquitectura, Lima es la primera. Pero nadie lo reconoce así. A Lima no le falta ningún periodo de los últimos 500 años.

Cartagena, por ejemplo, sólo tiene arquitectura de una época y de noche es una ciudad muerta. Buenos Aires, tiene edificios solamente de dos o tres épocas, con una arquitectura francesa sensacional es verdad y estaciones de ferrocarril, pero nada más.

Quito, ah, bueno, lo han hecho muy bien. El centro histórico es un museo al aire libre. Pero de nuevo, sólo tiene estructuras de dos momentos. Nada contemporáneo. Bogotá, esa sí es una ciudad divertida. Eso tenemos que aprender en Lima, a saber gozar, a divertirnos. En eso son los mejores de América, pero la ciudad no tiene historia.

Ciudad de México, tiene grandes ejemplos de arquitectura pero no tiene la variedad de Lima. El esplendor del siglo XX, como lo tiene Lima, no lo tiene Ciudad de México. El edificio del Club Nacional para mí, y de lo que conozco de clubes que no es poco, es el mejor club privado del mundo.

Claro que cuando las comparaciones se hacen por calidad de vida y otras variables, ahí el resultado es diferente.

¿Qué es lo que le da identidad a una ciudad?

Sus edificios, su carisma, su personalidad. A una ciudad yo le pido arte, arquitectura, información, y también lugares donde comprar, comer y divertirse.

¿Y la identidad de Lima?

Al Centro Histórico le falta justamente esos lugares que menciono: dónde comer, comprar y divertirse. Le falta una movida cultural. Aquí los sitios están cerrados los domingos, que es cuando la mayoría de gente está libre. Habría que abrir todos los conventos, la casona de San Marcos y otros lugares así. Que si no, a uno le queda la calle, donde no pasa nada.

Por suerte para Lima, lo que le falta es lo único que se puede conseguir. Tiene remedio.

Lima fue sin lugar a dudas una ciudad hispana hasta los años 50. Hoy es una ciudad mixta, andina, chola. Como español, ¿cómo ve esta dinámica?

Esa batalla de pretender vivir separados la tienen perdida. Si hay algo que es fascinante es la fusión. La fascinación de Nueva York es su fusión. En Nepal, que es muy similar al Perú en muchos aspectos, hay una mezcla de razas, religiones, culturas, que conviven. Y el Centro Histórico es fusión.

¿Qué es lo mejor que podría hacer el próximo alcalde por Lima?

Estar orgulloso de su Centro Histórico. Que lo convierta en un lugar de referencia mundial. Lima es una desconocida en el mundo. Los turistas que llegan no se quedan más de un día.

Además de las preocupaciones por toda Lima Metropolitana, el Alcalde debería pensar en el potencial de desarrollar su Centro Histórico. En todo caso, la recuperación del Centro de Lima ya empezó y no la para nadie.

Usted trabaja en el ámbito de una Lima post 1535. ¿Cómo incorpora su pasado prehispánico en esa visión?

Lamentablemente no hay mucho en el Centro Histórico, salvo espacios donde sabemos que hubo construcciones anteriores. Pero cada vez que haces un trabajo en cualquiera de los edificios antiguos sale algo. Y más que legado pre-hispánico, yo lo llamaría pre-incaico, porque las culturas antes de los Incas fueron fascinantes. Con los incas fue más bien un mundo militar, más opresivo.

Es recién en los últimos 25 que las investigaciones arqueológicas sobre Lima toman fuerza y los resultados de esos estudios han cambiado lo que sabíamos de la ciudad antes de 1535. ¿Qué reflexión le genera esta información?

Yo siento que la historia de Perú está reescribiéndose. Aquí se desarrollaron tantas culturas que lamentablemente no escribían, y esto lo hace muy complicado. Entonces lo lógico es ir reinterpretando conforme va saliendo nueva información. Ahora hay más medios, mejor tecnología, entonces la revisión de la historia se convierte en toda una aventura.

Lima Milenaria busca que se incorporen más de 2.000 años de desarrollo urbano ininterrumpido en el discurso oficial de la ciudad. ¿Qué le parece?

Me parece muy interesante. Cuando tienes la información es clave cómo la digieres. O en este caso, la re digestión. Es un proceso fascinante. Es una pena que en el Centro Histórico tengamos menos que en otros barrios, donde tienen centros ceremoniales, huacas.
Y si se trata de corregir errores históricos, pues habría que decir que Lima no fue fundada por españoles ni en nombre de los reyes de España, porque España no existía. Eso era el Reino de Castilla. Yo soy un devoto de la historia y sí apoyo Lima Milenaria.

Foto arriba: Palazuelo frente a reproducción ampliada de un dibujo del Convento de la Encarnación, destruido para construir la Plaza San Martín. Foto abajo: ex Ministerio de Educación. Tomada de: www.arkivperu.com


martes, 4 de mayo de 2010

“AHORA SABEMOS QUE LIMA SÍ ES MILENARIA”


Uno de los más influyentes arquitectos peruanos señala que las investigaciones más recientes sobre Lima vienen confirmando, cada vez con mayor certeza, que ésta sí existió como ciudad antes de los españoles. Y no sólo eso, sino que su complejidad urbanística fue mucho más rica y amplia que la posteriormente creada, en 1535.

Wiley Ludeña, quien además de urbanista y profesor universitario es uno de los más respetados investigadores sobre la historia urbana de Lima, conversó con Lima Milenaria sobre esos orígenes, sobre el silencio histórico respecto a ese pasado y sobre su certeza de su pasado milenario.

¿Se puede decir que 1535 es el año 0 de Lima?

Definitivamente no. Antes de esa fecha Lima era una tupida red urbana, donde se cree que vivían hasta 100.000 habitantes, que ocupaban unas 200 huacas desde Pachacamac (río Lurín) hasta Pro (río Chillón), y desde La Punta hasta Chosica. Era un espacio de redes absolutamente conectadas.

¿Qué tipo de desarrollo urbano existía?

Lima prehispánica se desarrolla sobre los tres valles (Chillón, Rímac y Lurín), con huacas dispersas por todo ese territorio, que conformaban una red, con gran comercio y circulación entre todas.

El Valle de Lima (los 3 valles) era una ciudad de flujos, una ciudad de redes, y es por eso que el Damero de Pizarro no surge de la nada. Eso sería desconocer la historia. La idea que Lima surge por la fundación española no se sostiene.

¿Por qué se sabe tan poco, entonces?

La arqueología sobre Lima recién empieza. Los arquitectos, sin hacer ningún juicio de valor, tradicionalmente se dedicaron a estudiar la arquitectura colonial y republicana, y toda esta enorme etapa anterior fue largamente ignorada.

La Lima prehispánica es una ciudad mucho más rica y compleja que hay que estudiar más.

¿Por qué nunca se incorporó el pasado prehispánico de Lima a una visión oficial de la ciudad?
Esto tiene una razón filosófica y se explica porque la historia oficial tiene una raíz hegeliana, que asume que nada existe antes de Occidente – entendiendo Occidente como un recorrido en el tiempo que empieza en Mesopotamia, sigue en Egipto, Grecia, Roma, y termina en Europa.

Eso influyó en generaciones de intelectuales que tuvieron una similar postura con las culturas prehispánicas: excluyente, discriminatoria, que todo lo que pasó antes de los españoles no forma parte de la historia.

¿Habría que incorporar ese pasado prehispánico a la lectura oficial de Lima?

Para tener una visión real hay que redefinir de manera radical cómo se ha entendido Lima. Hay que disolver los “pre”. La historia es una. Esa historia “pre” es mucho más rica y compleja que lo que vino después.

¿En su opinión, qué es lo que le da identidad a una ciudad?

La identidad no está en un recetario. No existe nada que no tenga identidad. La búsqueda de identidad es en sí misma señal de una identidad. Escindida, pero que es, y así se construye una ciudad. Es lo que suele suceder con sociedades que no han saldado cuentas con el pasado.

El gran desafío para el urbanismo es convertir a esa ciudad-sin-ciudad en una ciudad.

Eso tiene que ver con cómo entendemos ‘cultura’…

Lo que pasa es que la brecha entre el saber profesional y el popular es muy grande. En el Perú, a diferencia de lo que sucede en Europa y Estados Unidos, la prensa cultural ha ido perdiendo espacio, influencia.

En esos países, lo que produce una prensa cultural activa es una sociedad informada, con gustos desarrollados.

Y eso produce comportamientos…

Eso tiene un impacto económico muy claro: los museos están llenos, las bibliotecas están llenas, las actividades culturales son amplias y en consecuencia se produce más consumo cultural. Lo que hay acá es una frivolización de la cultura como único espacio de información.

Iniciativas como Lima Milenaria son fundamentales porque se convierte en puente entre el saber profesional y el popular.

Y sobre eso, ¿Lima Milenaria?

Me gusta el rótulo Lima Milenaria, porque no sólo es un alegato por estirar la historia de Lima, sino porque ahora sabemos que efectivamente es milenaria.

Lima es una capital que se merece una lectura milenaria y Lima, me consta, es una de las capitales más fascinantes de América.