domingo, 4 de noviembre de 2018

“El incendio más grande en La Habana fue un edificio recién restaurado, y se tuvo que volver a hacer todo”

Edificio del Congreso, a la entrada del Centro Histórico o Habana Vieja, en proceso
de recuperación en 2016. Foto: JLizarzaburu.
El gran terremoto de Lima ocurrió la noche del 28 de octubre de 1746. Era virrey José Antonio Manso de Velasco, quien después recibió el título de Conde de Superunda por haber hecho frente a la reconstrucción de la Lima española. De las 30.000 casas que existían momentos antes quedaron en pie 25.

Según información de la época, se pensó incluso en trasladar la capital del Virreinato español pero uno de los factores que convenció en la necesidad de quedarse aquí fue el sistema de canales prehispánicos, que se podía reparar.

Una de las mayores consecuencias fue la modificación de las normas de construcción que, además de otras medidas, hizo obligatorio el uso de la quincha y el adobe, técnica indígena que fue reinterpretada para proteger la arquitectura europea de la ciudad.

José Manso de Velasco, Conde de Superunda, XXX Virrey del Perú.
Imagen: Wikipedia.
Lima no volvió a experimentar una tragedia similar, pero igual hubo otros terremotos, alcaldes desastrosos y voraces incendios que incidieron en un lento proceso de destrucción que solo parece haberse acelerado.

En esta época, con todo lo que se ha avanzado en teoría y práctica respecto al patrimonio, no se necesitan destrucciones masivas para tomar medidas adecuadas de protección.

¿Se hizo algo en Lima cuando los incendios empezaron a asolar el Centro? Y si existen esas medidas ¿son lo suficientemente claras como para un cumplimiento cabal? o ¿por qué no se fiscaliza de manera adecuada?

Con esta nota hoy desde La Habana, completamos la serie de artículos que publicamos esta semana con distintos puntos de vista acerca de la gestión de una zona histórica. Comentarios, como siempre, bienvenidos.

Plaza de La Habana Vieja recuperada. Foto: JLizarzaburu.
En la ciudad caribeña, con todos sus problemas económicos, se viene implementando una puesta en valor de La Habana Vieja –declarada Patrimonio de la Humanidad en 1982 – que es considerado uno de los mejores de América Latina.

Tuve la suerte en conocer de primera mano este proceso cuando hace un par de años hice un Diplomado sobre Patrimonio y Medios de Comunicación, organizado por UNESCO y la Universidad de La Habana, donde participaron los responsables de esta reconstrucción.

En los 25 años que llevan trabajando, según datos de la Oficina del Historiador /1, se han recuperado unos 400 edificios de los 3000 que se tienen previstos, en un área de aprox. 250 has.

Esos días conocí al arquitecto Orlando Inclán, él dirige el Taller de Urbanismo de la Empresa de Proyectos RESTAURA, de la Oficina del Historiador, quien estos días contestó a la pregunta sobre qué experiencia tienen allá con grandes incendios.

Como verán, no hay mucho que decir: casi no los hay porque en su momento se tomaron medidas para evitarlos. Aquí su respuesta.

Arquitecto Orlando Inclán, de la Oficina del Historiador. Foto: JLizarzaburu.
“Han existido en la historia de La Habana, varios incendios como el de la Ferretería Isasi, incendio de grandes proporciones ocurrido en la Habana Vieja en la última década del siglo XIX, que por sus causas y consecuencias forma parte de la historia de la ciudad.

En el periodo que me preguntas, el más grande que recuerdo fue el de la Farmacia Johnson [2006], una de las más antiguas de Cuba, que estaba en un edificio histórico de la Habana Vieja, en la Calle Obispo.

Se destruyó completamente recién restaurada y hubo que volver a hacer todo el proceso de restauración.

Hace un año, recuerdo otro incendio en una vivienda en la calle Mercaderes, sin grandes proporciones ni daños significativos.

Edificio del Centro Histórico de LH en proceso de recuperación, 2016. Foto: JLizarzaburu.
Realmente casi no se puede hablar de incendios, a pesar de que en muchos casos las instalaciones eléctricas de los edificios que no se han intervenido son muy precarias.

Pero los nuevos proyectos, todos tienen que estar avalados por los Bomberos y tener los Sistemas Automáticos de Detección de Incendios (SADI), homologados y certificados desde el punto de vista técnico.

Lo que sí es terrible que el fuego devore e patrimonio de esa forma, y algunas medidas deben tomarse para evitar estos lamentables siniestros”.

Orlando Inclán, Arquitecto, Taller de Urbanismo RESTAURA, de la Oficina del Historiador

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/1 Oficina del Historiador de La Habana: http://www.habananuestra.cu/ 

Nota en el blog la recuperación de La Habana Vieja:http://limamilenaria.blogspot.com/2016/06/la-habana-historia-de-su-patrimonio-y.html
Iglesia y Plaza de San Francisco, Habana Vieja. Foto: JLizarzaburu.

Otras notas sobre el Centro Histórico de Lima esta semana: 

- Arquitecta Patricia Días: “Hay que declarar el CH en emergencia”
http://limamilenaria.blogspot.com/2018/10/arquitecta-patricia-dias-se-necesita.html 

- Director de PROLIMA: “Si no sabemos qué hay que proteger cómo tomamos medidas para hacerlo”
http://limamilenaria.blogspot.com/2018/10/director-de-prolima-si-no-sabemos-que.html 

- La visión de UNESCO
http://limamilenaria.blogspot.com/2018/10/la-vision-de-unesco-para-el-centro.html 

- Arquitecto Antonio Polo y La Borda: “Un enfoque muy patrimonialista está destinado a fracasar”
http://limamilenaria.blogspot.com/2018/11/un-enfoque-muy-patrimonialista-del.html 

- En Cartagena de Indias no ha habido un gran incendio desde el siglo XVI
http://limamilenaria.blogspot.com/2018/11/en-el-centro-historico-de-cartagena-de.html 

Material del Diplomado: Comunicar el Patrimonio, La Habana, Cuba.


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sábado, 3 de noviembre de 2018

En el centro histórico de Cartagena de Indias no ha habido un gran incendio desde el siglo XVI

Cartagena de Indias, sobre el Caribe colombiano, fue fundada por los españoles en el siglo XVI.
Foto: JLizarzaburu.
Quiero pensar que la destrucción del Edificio Giacoletti, en la Plaza San Martín de Lima, se verá a futuro como punto de partida de algo que ha tardado 26 años en producirse: el inicio de una recuperación plena del Centro Histórico. Lima fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1991.

La avidez de las llamas que sometieron el inmueble es una imagen demasiado intensa como para pasar la hoja y seguir como antes. El incendio, además, se produjo a solo un par de meses del inicio de la gestión del alcalde electo, Jorge Muñoz.

Las esperanzas están puestas en un funcionario público que llega al sillón metropolitano con las mejores credenciales: haber liderado por dos periodos consecutivos el distrito más moderno del Perú: Miraflores. ¿Podrá Muñoz con el Centro Histórico?

El Edificio Giacoletti en llamas, Lima. Foto: El Comercio.
Como para alimentar el interés, estos días estuve publicando una serie de notas con distintas miradas sobre el tema. Después de todo, se trata del lugar que durante casi 300 años fue la ciudad más importante en América, desde Panamá hasta Patagonia.

Como parte del ejercicio, también tomé contacto con arquitectos de otras partes, como los que dirigen dos de los centros históricos mejor conservados de América Latina: Cartagena de Indias, en Colombia, y La Habana, en Cuba.

A ambos les pregunté qué experiencia tenían sus ciudades con incendios de grandes proporciones en edificios históricos.

Aquí los comentarios de Alfonso Cabrera Cruz, Director de la División de Patrimonio del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena. Un agradecimiento especial por haber tenido la generosidad de compartir sus puntos de vista.

Arquitecto Alfonso Cabrera Cruz, Director de Patrimonio, Cartagena. Foto: CNC.
“No recuerdo grandes episodios de incendios en el centro histórico de Cartagena. Los que ha habido son muy pocos y de poca envergadura, mas como accidentes o corto-circuitos. La razón, a manera de hipótesis, es el clima tremendamente húmedo, que favorece la reducción de los mismos.

Los elementos constructivos propensos a incendio, principalmente la madera de cubiertas y entresuelos, ventanas y portones, se mantienen cargados por la humedad ambiental permanente cercana al 100%.

Además, el nivel freático de preponderancia marina, muy alto en estos momentos cuando el cambio climático está acelerado y amenaza con hacer sucumbir a la ciudad completa, mantiene los muros de mampostería siempre húmedos.

El Centro Histórico de Cartagena fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984.
Foto: JLizarzaburu.
Sin embargo, en un artículo que escribí hace un tiempo, me refiero a la primitiva Cartagena del siglo XVI, que estaba construida en palma, bareque [similar a la quincha] y tablazones. En esa época hubo varios incendios pavorosos que arrasaron la ciudad.

Después, por las Normas de Indias, se obligó a construir con materiales no perecederos y resistentes, y el resultado fue muy bueno.

Una de las descripciones más reales de Cartagena en la segunda mitad del siglo XVI nos la proporciona Sir Francis Drake [1], quien tomó la ciudad en 1586.

El pirata hizo un levantamiento del número de construcciones, con los propietarios de cada predio, con el objeto, posteriormente, de cobrar rescate basado en lo que a simple vista pudieron constatar o sus habitantes pudieron declarar.

Durante el periodo colonial fue uno de los puertos más importantes.
Foto: JLizarzaburu.
Antes de concluir el siglo XVI, se traslada el muelle y arsenal a una zona más funcional, la isla de Getsemaní, no sin antes producirse distintos hechos que obligaron y aceleraron esta decisión:

  1. Varios pavorosos incendios, sin justificación aparente quemaron hasta los cimientos, la naciente ciudad de palma y bareque, y hasta la primitiva catedral fue víctima de estos accidentes, casuales o provocados. 
  2. Se establecieron normas urbanas, para construir una ciudad de ladrillo, piedra, teja, más resistentes a la combustión, si como vemos más del 80% de población vivía en casas perecederas, que con toda seguridad, al igual que hoy, no tenían recursos para cumplir la normativa establecida. 
  3. La llegada de Drake en 1586 fue, posiblemente, el punto de inflexión que provocó, una de las mayores reformas urbanas de la ciudad, la primera gran migración de obreros, albañiles, alarifes, canteros, herreros, esclavos y todo tipo de oficios, a un lugar marginal que le era más propicio socialmente a los nuevos ricos del Centro. 

Por eso podemos decir que Cartagena ha sido privilegiada en relación a ciudades más secas de Colombia, finalmente sus construcciones de piedra y ladrillo son buenos aislantes y resistentes a los incendios”.

Alfonso Cabrera Cruz

Concurso de fachadas. Foto: JLizarzaburu.
Entrevista en el blog: “El patrimonio es un buen negocio", Cartagena de Indias, Colombia:  http://limamilenaria.blogspot.com/2015/04/el-patrimonio-es-un-buen-negocio-pero.html 

[1] Descripción: Sir Francis Drake in Cartagena 1585, coloreado Giovanni Baptista Boazio 1589,Baptista Boazio, 1589,: Library Of Congress - Jay I. Kislak Collection

viernes, 2 de noviembre de 2018

“Un enfoque muy patrimonialista del Centro, aislado de su dinámica urbana, está destinado a fracasar”

Demoliciones clandestinas en Barrios Altos. Foto: Ed Boulanger.
La sensación de pérdida que genera el Centro Histórico de Lima recibió otro golpe estos días con la total pérdida del Edificio Giacoletti (1912), en el conjunto monumental de la Plaza San Martín. Demoliciones ilegales, edificaciones fraudulentas, incendios, son parte de una realidad que, 26 años después de su declaratoria como Patrimonio de la Humanidad, no se logra controlar.

La autoridad actual ha tratado de varias maneras de hacer frente a la enormidad de la tarea pero por varias razones, entre ellas el hecho que es una gestión atomizada en varias oficinas de la Municipalidad de Lima, la capacidad de acción termina siendo nula o mínima.

Hoy concluimos esta serie de artículos en los que hemos tratado de ofrecer distintos puntos de vista que nos ayuden a entender las complejidades de su manejo.

Es el turno de Antonio Polo y La Borda, arquitecto de la Universidad Ricardo Palma, con Maestría en Conservación de Patrimonio Edificado; conocido patrimonialista; y miembro de la Comisión de Patrimonio del Colegio de Arquitectos del Perú. Aquí su manera de entender los procesos que afectan al CHL.

Arqt. Antonio Polo y La Borda. 
EL CENTRO HISTÓRICO DE LIMA, EMPEZANDO POR LA GESTIÓN PATRIMONIAL

El Centro Histórico de Lima (CHL) es una entidad territorial y cultural compleja. Su historia se remonta varios milenios antes de la fundación española, cuando los primeros habitantes se dieron a modificar el paisaje con esmeradas obras de ingeniería como calzadas, bocatomas para el río, canales de distribución de agua, silos para almacenamiento de alimentos y viviendas.

La gran mayoría de los testimonios materiales de aquellas avanzadas culturas se han desgastado en el tiempo o fueron destruidos inconsciente o conscientemente por las sociedades virreinal, republicana y contemporánea.

El virreinato y la república, a su vez, dejaron obras propias expresadas en formidables arquitecturas edilicias, religiosas, militares y residenciales. Son estas últimas las que han dado al Centro Histórico una imagen que se ha calificado como singular y representativa de aquellas épocas.

Centro Histórico de Lima. Foto: Anahí Vásquez de Velasco.
Hace veintiséis años, después de que UNESCO incluyó a Lima en la lista de sitios patrimonio de la humanidad, las autoridades de la ciudad se comprometieron en el cuidado de sus valores (artísticos, arquitectónicos y urbanísticos), y si bien se ha avanzado en algunos aspectos es la alteración, destrucción, tugurización y subutilización de sus edificaciones patrimoniales y ambientes urbanos lo que destaca y horroriza por ser actos recurrentes y descontrolados.

Cuesta trabajo entender cómo es que a pesar haber desarrollado capacidad y sensibilidad para el aprecio de las obras del pasado, al punto de declararlas patrimonio y herencia cultural, seguimos destruyéndolas tanto como lo hacíamos antes, cuando no comprendíamos sus valores y significado.

Los Centros Históricos (CH) no dejan de ser ciudades. Siguen vinculados con las dinámicas de las personas que los habitan y frecuentan: comercio, transporte, vivienda, recreación y trabajo. El gobierno y gestión de un CH debe tener en cuenta dichas dinámicas y componentes.

Enfoques celosamente patrimonialistas fracasan al pretender recuperar solo casas, edificios y calles monumentales sin establecer un adecuado orden para su uso y funcionamiento.

Fracasan porque no consideran ni proponen en sus planes (cuando los tienen) la organización, reglamentación y control de las actividades económicas, relegando esas acciones a otros organismos municipales no especializados.
Centro Histórico. Foto: Antonio Polo.
Conviene por eso ordenar las ideas y considerar un método y metodología que oriente la gestión para que sea efectiva.

Según establece UNESCO en su manual de referencia: Gestión del Patrimonio Mundial Cultural /1, un centro histórico como el de Lima debiera tener establecido un Marco de Gestión Patrimonial, que es un conjunto de elementos y procesos que llevan a resultados positivos.

Los elementos del Marco de Gestión Patrimonial son tres y son solidarios entre sí, es decir, deben estar presentes para que los otros funcionen:

  • Marco Jurídico, que es el conjunto de leyes y normas que deben ser acatadas para actuar en patrimonio: la constitución política, la ley general de patrimonio, el reglamento nacional de edificaciones, normativas especializadas, cartas internacionales de patrimonio sean vinculantes o no con el estado peruano. 
  • Marco Institucional. Está referido a las instituciones encargadas hacer cumplir el marco jurídico y gestionar el patrimonio. Sus competencias deben ser claras y, en nuestro caso, la institución especializada de la Municipalidad Metropolitana de Lima es Prolima, gerencia municipal que lamentablemente se ha visto excedida por sus obligaciones. 
  • Recursos. Las instituciones necesitan recursos económicos y humanos para trabajar y producir. Sin recursos aunque se tenga las mejores leyes y existan las instituciones solo se puede esperar un fracaso rotundo.

Palacio de Torre Tagle en proceso de reconstrucción en los años 40 del siglo XX.
Foto: Colección Lima Antigua.
Con los tres elementos presentes: Marco Jurídico, Marco Institucional y Recursos es que se inicia el proceso gestión por la institución especializada. Las etapas del proceso son:

  • Planificación: En esta etapa se formulan los planes maestros que orientan las acciones y definen los proyectos para recuperar y poner en valor el CH. Gestionar, sin tener planes ni proyectos, implica ser reactivos ante coyuntura y a un mal gasto de los recursos en obras públicas irrelevantes, que muchas veces deben que ser corregidas por los problemas que ocasionan su improvisación. 
  • Ejecución. En esta etapa se ejecutan el plan, planes y proyectos. La coordinación de la ejecución corresponde a la institución especializada. Sin embargo, se trata de una tarea que debe contar con la participación comprometida de otras instituciones y organismos municipales. En el caso de CHL, debe ser Prolima la gerencia que coordine la ejecución del plan con las demás gerencias de la MML. 
  • Control y Monitoreo. En esta etapa se constata el avance de los planes y proyectos incorporando o corrigiendo aquello faltara o pueda mejorar el plan. 
Para tener una cabal comprensión de la situación y de los problemas por los que atraviesa el CHL: seguridad, caos y déficit en el transporte, incendios en edificios patrimoniales, demoliciones clandestinas de monumentos, construcciones clandestinas de almacenes, deterioro de la calidad y habitabilidad, etcétera, conviene preguntarse:

¿Existe un Marco de Gestión Patrimonial? ¿Pueden identificarse sus elementos: marco jurídico, marco institucional, recursos? ¿Estos elementos funcionan solidariamente, es decir, están vinculados uno con otro? ¿Existen planes de gestión para el CHL aprobados que estén siendo ejecutados? Toda respuesta por muy negativa que sea servirá para empezar el cambio.

ARQ. ANTONIO POLO Y LA BORDA

/1 PDF: https://whc.unesco.org/document/130490

Escuela de Medicina de San Fernando, 1903. Arquitecto: Santiago Basurco.
Foto: Antonio Polo.
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Nota: 
Con esta información queremos contribuir a un debate más informado sobre el futuro del Centro Histórico de Lima. En los días siguientes tendremos dos comentarios de afuera, los de los jefes de patrimonio de las ciudades de Cartagena y La Habana, también Patrimonio Cultural de la Humanidad.