miércoles, 22 de abril de 2015

“El patrimonio es un buen negocio", Cartagena de Indias, Colombia

La Plaza de la Aduana. Cartagena se enriqueció enormemente con el tráfico de esclavos durante la Colonia.  En esta plaza eran vendidos nada más llegar de África, y uno de sus destinos eran las haciendas del Perú.

'¿Por qué vas a Cartagena? Porque es bonita'. Y es verdad, muy pocos dirían ‘por lo bien conservado que está su patrimonio histórico’. La conservación, buena o mala, siempre será medida por la sensación que produce en el visitante. Y Cartagena de Indias, en el caribe colombiano, es de las que se puede reducir a una sola palabra. Bonita.

En sus 100 hectáreas, una décima parte del tamaño del Centro Histórico de Lima, viven de manera permanente unas 8.000 personas, y según datos de la Corporación de Turismo esta industria viene creciendo a una tasa del doble de la colombiana. En el 2014 recibió unos 650.000 turistas extranjeros.

No cabe duda que el lugar es un éxito patrimonial. Aquí la mayoría no viene por sus playas, que las tiene. O por su cocina. O los museos. Viene porque es un lugar hermoso donde pasar unos días de descanso y cultura (léase: un patrimonio arquitectónico bien conservado).

Para los que creen que salvar ‘casas viejas’ es vivir en el pasado, Cartagena tiene la respuesta: esas casas viejas recuperadas le están dando futuro al lugar, porque dan de comer, generan trabajo, crean riqueza.

Una de las calles típicas y recuperadas de la ciudad.
Es cierto que no se puede ignorar que un alto porcentaje de la población local vive dentro de la franja de pobreza. Al igual que Cusco, principal foco turístico del Perú, los índices de desarrollo humano son lamentables. Pero eso es tema de una discusión diferente. Aquí lo que resalto es el valor generado por una política de recuperación.

Detrás hay un continuo trabajo de 30 años, desde que este puerto del siglo XVI fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Ese esfuerzo ha llevado a que su centro histórico (CH) sea considerado uno de los mejores de América. ¿Cuál es el secreto?

A continuación publico la entrevista que hice con el arquitecto Alfonso Cabrera Cruz, director de la División de Patrimonio del Instituto de Protección y Cultura de Cartagena.

Él es arquitecto restaurador, en 1998 recibió el Premio Nacional de Arquitectura en la XVI Bienal de la Sociedad Colombiana de Arquitectos-Ministerio de Cultura, y hoy tiene bajo su responsabilidad uno de los más importantes centros patrimoniales del continente. Agradezco de manera muy especial su buena disposición para haberme dado esta entrevista.

Arquitecto Alfonso Cabrera, Director de Patrimonio, Cartagena de Indias.
¿Qué principios rigen la recuperación del CH de Cartagena?
La norma vigente es muy fuerte: el decreto 097 o Plan de Ordenamiento Territorial, la parte 8va. Aquí un elemento importante es la preservación de las tipologías de todos los edificios. En general se protege todo, desde la arquitectura más humilde a la más opulenta. La norma es muy restrictiva, pero es lo que nos ha permitido tener el Centro Histórico que tenemos.

¿Desde cuándo lo vienen haciendo?
El proceso de recuperación empieza lentamente en los años 60 y luego se convierte en una política firme hace treinta años, con la declaración de Patrimonio Mundial de la Unesco. Las normas han ido evolucionando, y hoy se han hecho más exigentes.

¿De qué manera?
En las próximas semanas se implementará el nuevo plan de gestión, que recoge lo anterior pero cuyas normas van a ser más específicas.

¿Qué cambiará con esta nueva norma?
Unesco exigió que cada propiedad tuviera su ficha. En el CH tenemos 1,700 predios, y ahora cada uno tiene su propia ficha que rige los criterios de cómo restaurar. La norma sigue siendo muy restrictiva y el objetivo primordial es la protección.

¿Quiere decir que si hay una casona en mal estado no se puede demoler y levantar otra nueva?
Depende del estado de conservación de la casa. En principio todo lo original en cada casa se mantiene. Si por cualquier razón la propiedad está destruida, la obra nueva debe restituir la propiedad a como fue originalmente. El objetivo es garantizar una mirada histórica de la ciudad, que es su valor principal.

¿En todos sus detalles?
En todos. Nosotros protegemos cada aspecto: balaustres, columnas, colores, todo, cada elemento que contribuya a acentuar y recuperar originalidad.

Y en caso de casonas en estado ruinoso, ¿permiten su demolición?
Como una cuestión de principio, aquí no se puede demoler nada. Si acaso, se demuele lo contemporáneo que ha sido añadido en algún momento, pero para recuperar lo original.

Pero si yo quiero invertir en la ciudad le voy a pedir a la autoridad que me de facilidades para desarrollar mis proyectos…
Si cedemos a los empresarios no existiría nuestro Centro Histórico. Si ellos quieren hacer negocios acá tienen que respetar las reglas. No al revés, porque el patrimonio también es un buen negocio para ellos. El inversionista no es el que manda. La marca de la ciudad es su patrimonio.

En el lugar todavía existen algunos predios abandonados, como el de esta foto.  Lo usamos como ejemplo para las preguntas que vienen a continuación.
Por ejemplo, si yo compro este lote [foto de arriba] qué puedo hacer y qué no puedo hacer…
Primero, que no está comprando un lote ni un terreno, sino una ‘casa baja’ [estilo local] y ahí solo se puede construir según el modelo original de la casa. No puede hacer un edificio, y la construcción nueva solo puede tener un piso. Se tiene que ajustar a lo especificado para ese inmueble.

¿No hay opción para levantar más pisos?
En la parte de atrás puede levantarse algo de dos pisos, pero que no sea evidente desde la calle. Hay que tener en cuenta que aquí se trata de restituir el estilo y todos sus elementos. Para eso toca hacer la investigación sobre la historia de la casa, o estilos similares, que toma unos 20 días. Sin la investigación no se aprueba el proyecto.

Como empresario pensaría que ustedes no ayudan a la inversión…
El patrimonio está por encima de todo. Las empresas o los propietarios no pueden hacer lo que quieren.

¿Y quién paga por la recuperación?
Aquí en Cartagena más del 90% es propiedad privada, y cada propietario ha pagado por la recuperación de su propiedad.

¿Los propietarios?
Así es, y lo hacen porque saben que restaurar es un buen negocio, genera plusvalía. Pero además porque muchos querían hacerlo por su ciudad, su patrimonio.

¿El Estado apoya? ¿Paga por algo?
Lo único que tenemos son estímulos como exoneración de impuestos, pero no mucho más. El Estado ofrece las normas.

¿Y no recupera nada directamente?
Recupera los monumentos públicos, como las murallas. Pero son los privados los que pagan por las casonas. Para ellos también es un buen negocio, porque algunos han recuperado y han vendido a tres veces o más el precio original.

Parte de la estrategia de conservación son los concursos anuales de fachadas, por distintas categorías.
Eso afecta la personalidad del lugar, si al final lo compran otros que no son de aquí
Es verdad que mucho se ha vendido a gente que puede pagar, pero eso no lo podemos controlar. No nos gusta que desaparezca la población original. En Getsemaní [zona contigua al CH de Cartagena], donde tradicionalmente vivían los artesanos y trabajadores, estamos tratando de crear medidas que eviten que esa población desaparezca por un proceso de gentrificación.

¿Todo esto se hace para atraer más turismo?
El turismo, la visita de extranjeros, siempre fue parte de la ciudad casi podríamos decir desde su fundación, en el siglo XVI. Y hay cosas que se hacen en función de eso pero no es el objetivo central, sino la calidad de vida de la ciudad.

Para este trabajo se deben necesitar muchos arquitectos, expertos, técnicos…
La formación profesional y técnica es otro punto importante. En ciudades con centros históricos deberían forjarse arquitectos restauradores, y en ese sentido Cartagena es una buena fuente de formación. Todas las facultades de arquitectura en Colombia tienen una especialización en restauración de bienes históricos. Incluso ahora hay doctorados en restauración.

Veo que también tienen la Escuela Taller [con la Cooperación Española]
La mano de obra debe ser de mucha calidad, porque si no están capacitados el resultado puede ser peor que el asalto de los piratas. La Escuela Taller lleva 20 años aquí, y desde el principio se incluyó a expertos maestros artesanos que todavía encontramos con vida en la ciudad y que podían enseñar a los más jóvenes.

¿Y qué hay en el futuro para el CH de Cartagena?
Nuestra mayor preocupación son los efectos del cambio climático. En este momento vemos que Cartagena corre el riesgo de convertirse en otra Venecia, con el aumento del nivel de las aguas. Estamos empezando a trabajar en eso, y en junio tendremos una reunión con expertos internacionales para evaluar las opciones.

¿Qué sabe del CH de Lima?
Lima fue la gran ciudad del imperio español junto con México. Fue la más opulenta en Sudamérica. Desde Panamá hasta Patagonia no había ciudad más rica, y le dio un impulso muy creativo al barroco.  Tenemos gran admiración por la historia de la ciudad porque de ahí nos llegó mucho conocimiento.

 
 
Fotos: JLizarzaburu

1 comentario:

  1. Estupenda entrevista. Gracias por el esfuerzo. Solo nos queda esperar que la Municipalidad de Lima y otras municipalidades que poseen centros históricos tomen conciencia de lo que aquí se dice y lo que en ciudades mas afortunadas, como Cartagena de indias, se hace. Es mucho pedir? Y mientras tanto, hay que compartir esta información.

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