Aquí nació la campaña Lima Milenaria. La idea central es que 1535 no fue el inicio sino un hito más en un largo proceso civilizatorio de más de 4.000 años, cuya herencia más palpable son las más de 400 huacas que tiene Lima. Hoy es un blog enfocado en temas de ciudad y patrimonio.
miércoles, 23 de enero de 2013
478-2200-4000
¿Buscas a Lima? Este es su número de teléfono. Una combinación imperfecta de dígitos que sueltos no dicen nada, pero que explicados se pueden convertir en una clave secreta para entrar en otra dimensión. La dimensión de la ciudad real.
Hace poco hemos recordado 478 años de la fundación española de la Ciudad de los Reyes. Por flojera, cada año repetimos que es el aniversario de Lima, pero es mentira. Lima, con ese nombre, nunca fue fundada. Quizás también por flojera los primeros habitantes prefirieron el indígena Límac, hasta que pegó y se quedó. Pero no era eso a lo que iba.
Lo que quería decir es que, para mí, una de las cosas más satisfactorias de las celebraciones este año ha sido constatar que cada vez más hacemos hincapié en que se trata de su fundación española. No una fundación a secas.
Y no es un detalle tonto. Es una precisión cargada de simbolismo y poder. Es una manera de empezar a entender un proceso mucho más amplio y rico que hizo posible la ciudad del 18 de enero. No es más el cuento de que aquí todo empezó en 1535.
La segunda parte de este número-clave nos habla de otro evento especial. Los cálculos hechos por arqueólogos y arquitectos que han investigado el tema indican que el primer trazo urbano, la primera Lima, la ciudad primigenia, nació hace unos 2.200 años. Un momento a partir del cual este territorio nunca más dejó de crecer.
Cómo habrá sido ese momento. ¿Habrá habido una fundación? Nunca lo sabremos. De lo que sí tenemos certeza hoy es que ese trazo urbano dio origen a la ciudad de Maranga, sitio principal de las culturas que se desarrollaron desde entonces y que, por increíble suerte, se salvó de la destrucción cuando se creó el Parque de las Leyendas en los años 60.
Y los 4.000 nos lleva a otro momento. El de la arquitectura monumental más antigua de la capital: Paraíso, en San Martín de Porres. Es posiblemente el único lugar, o uno de los pocos que quedan en la capital, que no ha sido invadido, por lo que una visita aquí parece un viaje a un lugar lejano. Y en cierto modo lo es. Sobre estos terrenos se desarrolló una cultura aún anterior. Es lo que llaman la gente que construyó los Templos en U.
De estas magníficas construcciones y del pueblo que las levantó sabemos poco. Sí sabemos que no representan un trazo urbano y que, por lo tanto, no se le puede llamar ciudad. Por increíble que parezca, ninguna de esas estructuras que todavía quedan en pie ha sido recuperada.
Todo este proceso de convocar a esa ciudad del pasado es como un viaje de descubrimiento. Parafraseando al mexicano Edmundo O'Gorman, quien habló de América como el continente inventado, nosotros estamos trayendo abajo a la ciudad inventada. Porque hasta hace poco Lima era eso, una acumulación de medias verdades y muchas fantasías. Tantas, que aprendimos a no ver.
Por eso estos números nos permiten llamar a la Lima de verdad. Nos permiten entrar en contacto con esa ciudad más completa, más auténtica, más rica, que no solo le da sentido a la ciudad de hoy. La hace tremendamente más original.
Y los dibujitos de esta página. Pues nada... es algo más que me seduce de todo ese conocimiento y arte ancestral que poco a poco vamos encontrando. Estos personajes, cargados de vitalidad, frescura, y de un inquietante humor que parece cercano, fueron burilados en un mate hace unos mil años aquí, en Maranga.
Verlos me pone contento. Me hace pensar que cuando alguien conteste al teléfono dejará que del otro lado venga la magia, la energía, la sabiduría. Esto solo nos puede hacer mejores, ¿cierto?
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Fascinante!!!
ResponderEliminarGracias por compartirlo ;)
Nos servirá de mucho en nuestros programas de lectura
Atentamente,
Consuelo Gonzales
Asociación La Casa del árbol
www.lacasadelarbol.org/blog
Gracias, Consuelo. De eso se trata.
ResponderEliminarBastante ilustrativo.
ResponderEliminarMuy buen texto, Javier. Felicitaciones por el proyecto; cada vez es más sólido.
ResponderEliminarGracias, Susan.
ResponderEliminarRealmente no creo que alguien que haya vivido en Lima, entre la gran cantidad de restos arqueológicos, en casi todos los distritos, correspondientes a muchas etapas históricas del desarrollo social andino, pueda pensar que Lima nace con Pizarro.
ResponderEliminarCreo que la celebración cada 18 de enero es una forma de identificarse con esta tierra, que por supuesto fue habitada mucho antes, inclusive antes de los 4,000 años indicados, sino que no se descubren aún los restos.
¡Que viva Lima!
478-2200-4000-10000
ResponderEliminarAhora que sumamos ideas y sentimientos, nadie puede hablar de Lima Centro sin sus Limas Norte, Sur y Este. En Piedra Gordas (a un toque del Penal en Ancón), muy cerca al Taller lítico de Chivateros se calculó que ese antiguo "limeño" empezó a dominar su agreste territorio y adaptarlo para sobrevivir a los cambios climáticos que también lo atormentaban hace diez mil años.
Nunca pude ascender al Cerro Cucaracha y sentir la vibra de esos antiguos hombres y su alucinante industria lítica refundida y casi desconocida en nuestros textos escolares. Fueron unos niños recicladores que vivían en la margen izquierda río Chillón y estudiaban en el Colegio Ramón Castilla de Gambetta (Callao) quienes me llevaron al pie de ese cerro con su intimidantes hitos: No Pasar. Zona Militar. Tuvimos que conformanos con una foto aérea, los dibujitos de Edward Lanning y las recreaciones de cuanto textos escolar encontramos en la biblioteca.
Le doy otra cifra...
Un 10000
Y la seguimos...
Koke