miércoles, 19 de abril de 2017

¿Se puede salvar a Lima todavía? Cómo empezar…Responden los expertos


A juzgar por las reacciones, la nota anterior de este blog tocó una fibra sensible de la ciudad. El volumen de lectores creció con sorpresiva velocidad hasta ubicarla como la tercera nota más leída a la fecha y propició una serie de debates en redes y medios. ¿Señal de algo que debemos escuchar?

En una de sus respuestas, el urbanista canadiense Angus Laurie señalaba que la única salida para Lima, ante la percepción de ingobernabilidad y estancamiento, era la de eliminar el sistema de alcaldes distritales tal como existe hoy, y empezar de cero.

Junto con eso también señaló lo absurdo que significa que Callao y Lima sean dos unidades políticas separadas, dado el crecimiento urbano integrado y la dificultad de establecer planes unificados. 

Para darle continuidad al tema invité a algunos arquitectos, urbanistas y expertos a que participen respondiendo todos a las mismas preguntas, tomando como punto de partida lo anterior.

Aceptaron, por orden alfabético, Mariana Alegre, Aldo Facho, Silvia de los Ríos, Manuel de Rivero y Jorge Sánchez, a quienes agradezco públicamente por su buena disposición.

Ellos respondieron a estas preguntas:

1. ¿Es la división política de Lima (43 distritos) y Callao (6) y el poder que tiene cada alcalde distrital el principal origen de los problemas de la ciudad? 

2. ¿De qué manera en su opinión se podría reformar el sistema actual? 

3. ¿Es un temor válido llegar a tener un alcalde metropolitano con muchos más poderes?


MARIANA ALEGRE 
Coordinadora General de Lima Cómo Vamos 
1   La fragmentación administrativa de nuestra metrópoli (Lima y Callao) es quizá el factor más importante de los problemas que aquejan a nuestras ciudades.

Esto no permite una administración ni una gestión apropiada de la ciudad, que agrava los problemas urbanos, reduce la calidad de vida y perpetua la desigualdad.

También hay un problema de enfoque: ¿qué tipo de ciudad queremos? Pero, peor aún, nos encontramos frente a 50 visiones.

Nota aparte: en Callao son siete gobiernos locales: incluyendo al distrito recientemente formado Mi Perú y la Provincial del Callao.

2   Hay que empezar por concentrar funciones. Si no se está dispuesto a reformar la LOM (Ley Orgánica de Municipalidades), ni a hacer una reforma del proceso de descentralización, entonces debemos empezar a generar "autoridades técnicas" con injerencia "absoluta" sobre determinados servicios urbanos: transporte / residuos sólidos / etc.

3   Por supuesto, en un contexto de absoluta desconfianza de los vecinos para con sus autoridades y con mecanismos poco eficientes de control y de transparencia, no sorprende que tengamos temor de otorgar más poder (y presupuesto) a una sola autoridad. La solución requiere un fortalecimiento institucional que estamos lejos de tener, lamentablemente.

ALDO FACHO DEDE 
Arquitecto-Urbanista, Magister en Desarrollo Sustentable. Socio de FDARQ Urbanismo + Arquitectura y editor del blog HABITAR (www.habitar-arq.blogspot.com). 
1   El problema no es la división política en distritos. Tampoco las competencias, pues la Ordenanza 1862-MML establece de forma clara qué debe regular la Metrópoli y qué los distritos.

El problema de Lima hoy es que la autoridad Metropolitana ha renunciado a su deber de planificar, y no hay nadie que se lo pueda exigir de forma coactiva.

Sobre la condición de Provincia del Callao: es un desastre desde el enfoque de la Planificación Urbana. Esto sí se debería resolver de forma urgente, pues Lima y el Callao son un continuo urbano y debería haber un único organismo responsable de planificar la Metrópoli.

2   Consideramos que se debe crear desde el Gobierno Central una supra-autoridad de planificación a nivel nacional, con autonomía y capacidad de acción; que promocione soporte a nivel técnico y vete la asignación de recursos cuando no se den en un marco de planificación integral.

La crisis generada por el reciente fenómeno del Niño ha develado la precariedad de nuestras ciudades. Esta puede ser una oportunidad para crear ese organismo.

3   Creo que se están confundiendo los roles. El alcalde es un funcionario político, con un tiempo de servicio determinado. La Autoridad Metropolitana de Planificación debe ser un organismo técnico, que supere los tiempos políticos.

Para ello debiera depender de un comité directivo conformado por representantes nacionales, metropolitanos, distritales, de la sociedad civil y empresarios, que protejan su independencia de los vaivenes políticos.

SILVIA DE LOS RÍOS 
Consultora en Arquitectura y Urbanismo, miembro del equipo del CIDAP (Centro de Investigación, Documentación y Asesoría Poblacional). 
1   Es uno de los grandes problemas, resultado de su manejo como “ciudad anárquica, extensa y excluyente”.

El gran problema es que Lima no es resultado de un proceso de planificación. Se le condujo a la “cosificación”, el “objeto” de manoseo de quien se apodere del poder, a la buena o a la mala.

Por ello es un “crisol de concreto” desbordado por el pragmatismo improvisado, donde la vida del habitante no importa cuidar, y menos la historia e identidad que guarda.

2   El poder político de “gobernar la ciudad” se alejó del habitante, que es el “poder social”. El 70% de Lima se hizo sin planificación, por lo cual es de alta vulnerabilidad. Lima ha sido dejada al son del mercado y tener Alcalde es como tener un gerente donde sus “administrados” deben subordinarse a su verdad, porque no hay un “ordenamiento territorial”.

Las regulaciones vinculantes las tiene la Contraloría de República o la Defensoría del Pueblo, que deben vigilar que los municipios cumplan con sus “planes” de desarrollo urbano, de lo contrario se hacen llamados de atención. Pero falta fortalecer este aspecto.

3   El temor no es que tenga más poderes sino que ejerza la “gobernabilidad municipal”. Es lo que muchas ciudades llaman “democracia participativa”, donde todos ganan: habitantes, inversionistas, etc.

La solución no está en recortar poder o trasladarlo a privados. La noción Estado – Nación se perdió en la ciudad, con la reducción de poderes y funciones públicas; el “crea” tu distrito; fragméntala más, sin importar nada, que hoy sigue de moda. O como las iniciativas de los alcaldes de Lima Norte para formar una nueva provincia.

MANUEL DE RIVERO 
51-1 arquitectos. Decano de Arquitectura de UCAL.
1   No creo que sea el origen pero sin duda una de las razones importantes para no corregirlos.

Es importante una representación cercana de los vecinos, pero en el caso de Lima el nivel de gobierno está tan atomizado que se ha tornado en un régimen cuasi feudal, donde las políticas urbanas distritales y las metropolitanas van muchas veces por caminos contradictorios.

El bien común de la ciudad debe primar por el bien particular de los vecinos. Pero también los vecinos deben poder hacer escuchar su voz.

2   Debe de haber una sola autoridad para todo el área metropolitana (incluyendo los distritos del Callao, Lima y de algunos de Huarochirí y Cañete) que tenga en su consejo la representación de los distritos. Esos representantes distritales a su vez debieran de encargarse de la aplicación de las políticas metropolitanas a nivel local.

Los electores debieran elegir al alcalde metropolitano y en vez de un alcalde distrital con su propia independencia, un representante en el consejo metropolitano que lleve la voz de sus vecinos influenciando las políticas macro de la ciudad y que también ejecute los programas locales.

3   Depende de cómo se plantee la nueva figura. Si un alcalde metropolitano tiene el poder de todo sí. Finalmente gobierna un tercio de la población y más de la mitad del PBI del Perú.

Pero si gobierna con un consejo municipal suficientemente representativo de los distritos, entonces no. Lamentablemente en el Perú, la palabra “descentralización” está sobrevalorada y la palabra “autoridad” vaciada de significado.

Es natural el temor al cambio por la incertidumbre pero con certeza sabemos que el sistema actual está lleno de superposiciones y de vacíos y a río revuelto ganancia de corruptos.

JORGE SÁNCHEZ 
Arquitecto y Urbanista. Socio de Nómena Arquitectura. 
1   El problema es la superposición de poderes y funciones. Por ejemplo, la responsabilidad de la construcción física de la ciudad está totalmente fragmentada.

Lima puede decidir sobre alturas y usos, mientras que los gobiernos locales deciden sobre áreas libres, retiros, áreas mínimas de departamentos y estacionamientos. No se puede planificar el crecimiento así.

2   Empezaría por delimitar claramente las funciones de cada nivel de gobierno, de tal forma que no puedan ponerse candados entre ellos.

Temas de movilidad, así como la orientación del crecimiento de la ciudad, a través de morfología y densidad (que además está de la mano con el transporte) deberían ser de manejo metropolitano.

Temas como el manejo de residuos, mantenimiento de espacios públicos o cobro de impuestos, por ejemplo, pueden ser perfectamente manejados por los gobiernos locales.

3   Es que la ciudad no funciona como un gobierno central, donde los poderes necesitan equilibrio. Los alcaldes distritales no están para ser el contrapeso del alcalde metropolitano, sino para ser su complemento.

Pero el alcalde metropolitano tiene que ser el líder. Aquí el problema es que no se puede pensar nada de forma integral. Hay que pensar en hacer un cuerpo que funcione, pero un tipo hace los brazos, otro las piernas y otro la cabeza: te sale un mutante.

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Que este aporte se inserte dentro de un debate mayor sobre la ciudad que sigue siendo necesario, y que lleve a tomar las decisiones que Lima necesita no para sobrevivir, que lo hace, sino para crecer y convertirse en la gran ciudad que merece ser.

miércoles, 5 de abril de 2017

"Hay que acabar con el sistema de distritos y empezar de cero la futura gestión de Lima"

Propuesta para la Plaza de la Democracia, antes y después.  Imagen: LlamaUrbanDesign.
Por alguna razón, cuesta aprender. Uno diría que con un legado de arquitectura prehispánica que ha sobrevivido cinco mil años y un conocimiento ejemplar de su territorio, seríamos uno de los países más eficientes para hacer frente a los embates de la naturaleza. No lo somos. 

Y lo mismo aplica a nuestras ciudades. En el caso de Lima, desde hace años muchos expertos vienen explicando, investigando, publicando propuestas para mejorar la gestión del Centro Histórico y la ciudad misma. Pero nada de eso está sucediendo.

Con incómoda frecuencia muchos tenemos la sensación que esta ciudad de diez millones de habitantes se va acercando a un fin anunciado.  Y a pesar de que podría evitarse siempre parece ser tarea del siguiente alcalde.

En el caso del Centro Histórico (CH) en este blog venimos advirtiendo sobre el aumento de incendios, de depósitos ilegales, de estacionamientos informales, de la cotidiana destrucción de patrimonio inmueble. Y no hay respuestas. O las que hay no inciden en los problemas de fondo.

¿Podemos todavía encaminar la ciudad hacia un modelo de crecimiento más inteligente?

Angus Laurie, urbanista canadiense, cree que sí. Esta entrevista comenzó como una experiencia didáctica hablando de conceptos relativos al Centro Histórico hasta que llegamos al inevitable nudo gordiano de los problemas de la capital, y ahí lanza su propuesta más radical.

La capital no está lista para nada y menos para una transformación de ese tipo. Pero ¿podemos pensar que en algún momento se harán los cambios que se necesitan hacer? El tiempo cuenta, dice Laurie, porque Lima tal como va es una bomba de tiempo.

Él es director de Llama Urban Design junto con la arquitecta Mariana Leguía y cada domingo escribe una columna en El Comercio.

Angus Laurie, Master en Diseño de Ciudades, LSE, Londres. Foto: JLizarzaburu.
¿Qué es lo más relevante del Centro Histórico para usted?
Sus plazas y las calles, porque las procesiones, las protestas, los peatones, todo pasa por ahí. Para mí el trazo del CH es de lo más importante que tiene.

Su trazo, hecho hace unos 500 años, es efectivamente peatonal. Está hecho originalmente para caballos o personas y toda su escala, sus edificios, es una escala muy humana.

¿Cuál es la diferencia entre regeneración urbana y recuperación?
Son dos cosas distintas. Una es pensar en la fachada de un edificio, lo estético, eso es recuperación. Lo otro tiene que ver con pensar en estrategias que tienen que ver con los usos, vivienda, transporte... 

Pero lo más importante para mí es cómo recuperamos el espacio público. Cómo podemos recuperar esas calles que, en principio, no fueron pensadas para los autos y que deberían peatonalizarse.

Fachadismo: ¿es bueno o malo?
Mejorar fachadas no me parece mal. Tampoco me parece que debe ser la única prioridad. Ese es el problema: que solo mejoramos fachadas. Necesitamos pensar más en el entorno del CH.

Porque si mejoramos una fachada y la calle está llena de taxis que producen un nivel de ruido y contaminación brutal, nadie se va a parar a ver esa fachada. Mejorar la fachada sin mejorar el espacio público no tiene sentido.

Las calles son el espacio público más importante, dice Laurie. Por eso peatonalizar
es inyectar vida a una ciudad. Foto:JL.
¿Y por qué es tan importante peatonalizar?
Nosotros hemos hecho un análisis de todos los problemas en el centro: aire, río, transporte, y más de la mitad de las calles han colapsado por la cantidad de peatones.

Incluso hemos hecho seguimientos de la gente que bajan del autobús para ver a dónde van y muchos van a las plazas y al Jr. de la Unión.

¿Cuál es el primer paso? 
La gestión actual de Lima siempre dice que solo hay diagnósticos y ninguna propuesta concreta para Lima. Sin embargo, la Gerencia de Transporte No Motorizado ha estado usando nuestro estudio para cerrar el Damero una vez al mes.

Ellos se han podido dar cuenta, siguiendo los indicadores que nosotros hemos establecido ahí, que cuando peatonalizan las calles baja el nivel de ruido de más de 70 decibeles a 55. También baja el nivel de contaminación.

Entonces esa receta que hemos dejado ha demostrado que peatonalizar sirve, que es la solución.

¿Afecta la peatonalización la noción de ‘patrimonio’?
Depende a qué llamas patrimonio. El caso de Río de Janeiro es muy bueno. Aquí se dieron cuenta del vínculo entre edificio y la cultura que habita ese espacio, y han tenido muchísimo éxito.

Así que se amplió la noción y empezaron a declarar patrimonio a otro tipo de elementos, como podría ser la mejor caipiriña en un determinado bar. Acá podría ser el pisco-sour del bar del Maury, porque es patrimonio vivo, o el sándwich de jamón del Cordano.

Estamos muy enfocados en la relación patrimonio-edificio…
Así es. O el sombrerero del que me hablaste una vez, en el Jr. Andahuaylas. Él es patrimonio. Aquí esas personas se convierten en patrimonio, no el espacio físico.

¿Y estamos yendo en esa dirección?
Nooo…. Estamos yendo al revés. Mi recomendación a las autoridades de Lima siempre ha sido que su visión de patrimonio no termine en el monumento.

Mapeo de las calles que 600 usuarios entrevistados señalaron como las más desagradables.
Las rutas coinciden con las de mayor tráfico vehicular. Imagen: LlamaUrbanDesign.
Gentrificación: es bueno o malo…
Tenemos que pensar primero en quiénes se benefician de este proceso.

Para estar de acuerdo en el concepto: ‘gentrificación’ es la llegada de clases medias a zonas con población de menos recursos que se ven obligadas a dejar su barrio porque aumentó el costo del alquiler...
O en general, una clase más alta de la que estaba ahí antes. Puede ser una zona de clase media que es desplazada por gente de más dinero, como está pasando ahora mismo en Barranco.

¿Quiénes se benefician?
La gentrificación puede ser mala cuando hay muchos inquilinos que van a perder sus viviendas porque suben los alquileres.

En la zona del Damero de Lima (67 manzanas) hay unas 9.000 personas y la mayoría son propietarios. En este caso, si se diera un proceso de gentrificación significa que el valor de sus terrenos sube y de alguna manera se estarían beneficiando de eso. No los están forzando a salir.

Y está el caso opuesto…
Para los que alquilan sí hay un gran impacto negativo. Porque eso sube los alquileres y no pueden pagar las nuevas tarifas y se ven excluidos del barrio y se van.

Entonces la gentrificación en el CH de Lima tiene de positivo y negativo… 
Lo positivo es que hay mucha oportunidad para recuperación urbana en la gentrificación, porque hay más valor y en consecuencia más impuestos. Pero, además, la misma Municipalidad es propietaria de muchos inmuebles en el Centro Histórico.

Lo que pasa aquí es que hay algo peor que la gentrificación. Ahora mismo hay tiendas que están sacando a los residentes del Centro porque el valor comercial es mucho más alto que el valor de vivienda en esa zona.

Está hablando de los depósitos…
Sí, también. Los depósitos sacan gente en Barrios Altos. Y en el Damero las tiendas están sacando gente porque quieren poner almacenes en los pisos superiores. ¡El proceso que se está dando en este momento es llenar el centro de almacenes!

El peor enemigo del CH de Lima son los depósitos [ilegales]. Entonces para mí es menos dañino empezar a traer gente a vivir que quiera pagar un poco más por el lugar, que tener almacenes.

Mapeo de las calles que 600 usuarios entrevistados señalaron como las más agradables. La ruta favorita
es el Jr. de la Unión - antes de la peatonalización del Jr. Ica-Ucayali. Imagen: LlamaUrbanDesign.
El Mercado Central, ¿debe salir de ahí?
No. Me parece que puede ser un gran proyecto, bien gestionado, pero debe ser un mercado.

Pero el éxito del Mercado Central es justamente lo que propicia la expansión de los depósitos y la destrucción de las viviendas históricas en Barrios Altos
Sí, pero creo que hay otra manera de resolver el problema. Esto es algo que Lima hace muy mal: no sabe gestionar la ciudad. Hay que delimitar funciones.

No se puede tener un depósito en un perímetro determinado. Un camión no puede entrar a determinadas horas. Esta parece la parte más difícil para las autoridades.

El diseño muestra la escala a peatonalizar en el Centro de Lima comparado con
zonas peatonales de Venecia, Cambridge y Barcelona. Imagen: LlamaUrbanDesign.
Lo dice usted y la mayor parte de arquitectos y urbanistas de Lima: los problemas de la ciudad convergen en un tema de autoridad municipal. ¿Cómo hacemos frente a una situación así? 
Creo que la autonomía de cada municipalidad en Lima es un gran problema. Que haya 50 gerentes de desarrollo urbano, 50 alcaldes, genera una redundancia absolutamente brutal.

¿Qué se puede hacer?
Sin ser para nada un fan de [Margaret] Thatcher, uso este ejemplo porque ella tomó una medida drástica que en su momento se vivió como algo negativo, pero que en el largo plazo fue la solución: en los años 80 ella abolió la alcaldía de Londres.

Eso llevó primero a un caos pero abrió la posibilidad de diseñar un mejor sistema entre los distritos y el gobierno metropolitano. Cuando años después los laboristas reinstituyen la figura del alcalde este tenía mucho más poder ejecutivo que bajo el modelo anterior.

Los 30 distritos de Londres todavía existen pero la división de responsabilidades es clara y no se sobreponen tanto, como sucede en Lima.

¿Debemos hacer lo mismo en Lima? 
Hay que acabar con el sistema de los distritos tal como funciona hoy y empezar de cero el diseño de la futura administración de la ciudad.

Es una salida radical...
Yo creo que es absurdo tratar de tener más provincias y distritos. Es absurdo que Callao sea una provincia aparte. Lo que necesitamos es una organización política diferente.

"El peor enemigo del Centro Histórico de Lima son los depósitos". Foto: JL.
De qué manera el sistema actual no funciona
Por ejemplo, el sistema de estacionamientos, que en Lima es un desastre. Por un lado la Municipalidad (a través del SAT) tiene mucho poder sobre el tema y también los distritos. Pero una municipalidad distrital no puede crear un permiso de estacionamiento para residentes.

Entonces la única herramienta que tienen es dar concesiones para estacionamientos privados o pintar líneas amarillas. La Municipalidad de Lima, por su parte, es la que puede establecer una tarifa para estacionar, y no lo hace.

Al final están perdiendo dinero porque la MML podría decir ‘vamos a cobrar 10 soles por hora por estacionar en la calle en San Isidro’ y empezar a crear un fondo que podrían invertir en transporte público.

Siempre se vuelve al mismo nudo…
Siempre volvemos a la barrera de la burocracia en Lima como una barrera al desarrollo. Entonces si solucionamos eso la ciudad puede crecer más y mejor.

Entiendo su propuesta, pero sabe que sería imposible en Lima…
(Silencio…) No. Yo creo que no es imposible. Lo que tenemos ahora es una bomba de tiempo y tenemos que diseñar un sistema que funcione. Es del interés de todos que eso pase. Pero es una reforma que tiene que ver con el gobierno central.

La destrucción cotidiana de patrimonio histórico avanza irrestricta en el CH. Foto: JL:


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. Sitio web de Llama Urban Design: http://www.llamaurbandesign.com/ 
. Haga clic aquí parar conocer sobre el evento de este sábado 8 abril donde se presentarán Angus Laurie y Mariana Leguía para hablar sobre el Centro Histórico. 
. Haga en clic aquí para ver el video del grupo Salvemos Lima sobre la destrucción causada por los depósitos ilegales de Barrios Altos.