jueves, 26 de octubre de 2017

Las huacas y la extirpación de la memoria

Garagay.  Tesoros escondidos y olvidados durante 3.800 años que empiezan a salir a la luz.
Uno de los mayores templos de la antigüedad nos devuelve memoria. Foto: JLizarzaburu.
El siguiente texto recoge algunas ideas de la ponencia presentada ante el V Encuentro de Centros Históricos, celebrado esta semana en el Convento de los Descalzos, Rímac. /1 

El propósito fue argumentar el caso para revisar el modelo patrimonial aplicado a Lima. Un modelo anquilosado, que no ha sabido adaptarse a profundos cambios ocurridos internamente ni a tendencias internacionales que reflejan una nueva manera de entender el patrimonio.

Hay varios modos de explicar esa situación. Uno, tiene que ver con la ausencia de relatos de continuidad que reflejen nuestros procesos culturales a lo largo del tiempo.

Pero, además, hay elementos que se remontan a los orígenes fundacionales de esta ciudad que tienen que ver con la manera cómo se construyó nuestra idea de patrimonio, y el patrimonio de quiénes.
Durante la presentación ante el V Encuentro de Centros Históricos. Convento
de los Descalzos, Rímac. Foto: David Pino.
La Lima que nace en el siglo XVI forjó una identidad donde lo hispano adquiría el valor de lo legítimo o lo superior, y era lógico dadas las circunstancias históricas. Con el tiempo, este privilegio se extendió hacia su legado arquitectónico.

Pero eso también tuvo consecuencias en la manera cómo aprendimos a vernos a nosotros mismos, los mestizos, y cómo consideramos nuestro legado cultural, mestizo.

El profesor Javier Pinedo, un ilustre catedrático y humanista chileno, ve en esta actitud repetida en toda América Latina una explicación a lo que él describe como una “identidad desgarrada” porque, según explica, “históricamente en lugar de trabajar una sola visión del patrimonio, la cultura ha sido vista y planteada desde lo europeo como lo superior”. /2

Esta siguió siendo la actitud preponderante en Lima hasta bien entrado el siglo XX. Incluso, cuando en 1991 UNESCO declara un sector del Centro como Patrimonio Mundial se hace en estos términos, según se puede leer en la página web del Ministerio de Cultura:

“Conocida como “La Ciudad de los Reyes”, el Centro Histórico de Lima es la prueba tangible de la gran importancia que tuvo el Virreinato del Perú entre los siglos XVI y XVIII a través de su traza urbana fundacional (…)

Muchos de estos edificios, conservan sus valores arquitectónicos, tecnológicos, tipológicos, estéticos, históricos y urbanos; los mismos que reflejan el proceso cultural de esta antigua colonia española en América hasta nuestros días”. /3

Una modesta y ancestral técnica prehispánica, usando quincha y adobe, fue reutilizada
a partir del siglo XVIII para salvar la arquitectura española de Lima. Foto: Google.
Sintomático de esa visión tradicional es el hecho que en ninguna parte se hace explícito el papel que tuvo la tecnología prehispánica de la quincha y el adobe, que salvó la arquitectura virreinal del siglo XVIII para nuestros días.

Ese esquema siguió siendo el legítimo, en el caso de Lima, hasta mediados del siglo XX. Pero es ahí cuando la realidad lo revuelca todo, como bien lo planteó estos días Rolando Arellano en su columna publicada en el diario El Comercio. /4

Los grandes movimientos migratorios con el tiempo transformaron la identidad misma de la capital. El rápido crecimiento de la urbe empezó a dejar a la vista una vastedad de sitios arqueológicos, que continúan sorprendiéndonos hoy.

Los consecuentes estudios empezaron a explicar un paisaje que durante siglos había permanecido oculto y desconocido para la mayoría.

Más allá de nuestras fronteras, en el contexto de América, no hay otra capital con un legado de similar dimensión. Son más de 450 sitios arqueológicos que representan una continuidad de 4000 años de civilización y arquitectura.

¿Cómo encaja todo lo anterior con la visión tradicional de patrimonio?

¿O con la visión de centros históricos?

¿O con la misma misión de proteger memorias y fortalecer identidades?

La fundación española de Lima. Imagen que incluye a protagonistas indígenas.
Fuente: C.E.Guzamán2009.
Nadie puede dudar que el Virreinato dejó una valiosa herencia de arquitectura, civil y religiosa. Además, la cultura que nace en ese periodo es uno de los componentes fundacionales de la nueva identidad nacional, que surge después con la República.

Pero hay un incuestionable quiebre con todo lo que simboliza el Perú antiguo. Lo que suelo encontrar, es una desvinculación entre el ciudadano y su legado precolombino.

Es en este punto que se puede ver con claridad que lo que empezó en el siglo XVI, y continuó vigoroso durante la República y parte del siglo XX, es lo que describo como un consistente proceso de ‘extirpación de la memoria’. Intencional o no, el resultado es evidente.

Esa desaparición de vínculos y memoria explica, en buena medida, por qué para un ciudadano común una huaca no le dice mucho. O ve que hay nada que lo identifique con ella.

Sin embargo, si extraemos valores esenciales que se pueden asociar a esta herencia prehispánica, como la adaptabilidad, la innovación, la resiliencia, la capacidad de construcción, uno diría que son los mismos valores que nos definen y nos explican hoy.

Las preguntas esenciales: recuperar patrimonio ¿para qué? ¿para quiénes?
¿y cuál memoria? ¿las de todos?. Foto: Allison Bellido.
Y en ese espacio entra la campaña Lima Milenaria, con el objetivo de insertar una nueva narrativa, deconstruyendo el mensaje oficial, tradicional, excluyente, para proponer una nueva visión de ciudadanía incluyente, desde el patrimonio.

Por eso mismo, ¿estamos de verdad entendiendo el valor patrimonial de Lima?

Finalmente, no cabe duda que el primer responsable en esta cadena de responsabilidades es el Estado, el que debe adecuar sus políticas y planes a la realidad del país, de modo que este legado tenga sentido y relevancia para todos y cada uno de nosotros.

Una revisión de ese modelo para Lima debería incluir algunos elementos clave:

- Considerar una sola herencia: precolombino, virreinal, republicano, Siglo XX y contemporáneo.
- Reconocer la especificidad patrimonial de Lima, que la hace distinta de otras ciudades.
- Incorporar todo este legado en una sola narrativa de continuidad.
- Tener claro para qué recuperamos patrimonio y para quiénes.
- Reconocer un modelo de ciudad patrimonial que se nutre de varias raíces.

Pero hay otra dinámica, quizás más personal, que viene emergiendo en distintos sectores de la sociedad civil. Una manera muy clara de describirlo es el de recuperar memoria. De re-encontrar esos vínculos extirpados y que hemos mencionado varias veces en este blog. Es una forma vital de fortalecer una identidad ciudadana.

Después de todo, podemos seguir viendo el patrimonio en compartimentos estancos, que es un reflejo del estado actual de la nación.  Pero también podemos hacer algo para adaptarnos a una realidad más rica, más compleja, más prometedora, como la que vivimos hoy.


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Notas: 
 /1 Evento organizado por UNESCO, AECID, Patronato del Rímac y Municipalidad del Rímac, los días 24 y 25 de octubre. 
/2 Pinedo, Javier - Universidad de Talca, charla sobre Patrimonio y Cultura, Santiago de Chile, mayo 2016 
/3 Haga clic aquí para ir al texto sobre la declaratoria en la página web del ministerio de Cultura. 
/4 Haga clic aquí para ir a la nota de Rolando Arellano.

jueves, 12 de octubre de 2017

Las huacas de Lima a la Bienal de Venecia. ¿Qué ves?

Hay una creciente necesidad de crear vínculos con las huacas y sus espacios milenarios.
Foto: Huacas, Burbujas y Rock n Roll, en Tambo Inga.
“Hay todo un lenguaje por descifrar…”, fue una de las primeras frases que soltó la arquitecta Marianela Castro cuando nos reunimos a conversar hace poco más de dos meses. “Toda la generosidad que guardan las huacas, toda su información está ahí, en reserva, esperando que las escuchemos”, añadió. Y escucharon.

El tema de esa reunión fue conversar aspectos sobre el concurso para el pabellón peruano en la 16 Bienal de Arquitectura, Venecia 2018, al que ella había decidido participar, y preguntarme si deseaba unirme al grupo.  No hubo que preguntarlo dos veces.

Después de todo, lo que planteaban las curadoras del evento a nivel global: las arquitectas irlandesas Yvonne Farrell y Shelley McNamara, de Grafton Architects, había sido redactado teniendo en mente a las huacas. O así lo parecía.

La Bienal anterior, con una posición más activista y crítica con la arquitectura, dio paso al rescate de la poesía en la visión de las Grafton, e invitaron a nadar en sus aguas fundacionales, bajo el lema Freespace.

Equipo En Reserva: Janeth Boza, Marianela Castro, Javier Lizarzaburu.
Para ellas, la próxima Bienal celebrará la generosidad, la reflexión y el compromiso de la arquitectura, y las propuestas que lleguen a Venecia el próximo año deberían mostrar algo de esto:
  • El espacio fluido del tiempo y la memoria; la continuidad entre pasado, presente y futuro 
  • El espacio como resultado de construir sobre capas culturales heredadas, tejiendo lo arcaico con lo contemporáneo 
  • Un espacio de oportunidades, democrático, no programado y libre para usos todavía no concebidos 
  • La capacidad de la arquitectura para ser generosa, intencional o no intencionalmente 
  • Freespace propicia la revisión de nuestras maneras de pensar, propicia nuevos modos de ver el mundo 
  • La arquitectura como medio para elevar nuestros espíritus 
Es decir, desde nuestro punto de vista, era todo lo que representan los más de 450 sitios arqueológicos insertados en la ciudad, y que la Lima contemporánea no es y no posee.



Uno de los mayores complejos urbanos de Lima: Cajamarquilla. Año 600 d.C. aprox.
Con sus grandes plazas y terrazas. Foto: Círculo Ciclista Protector de las Huacas.
Al grupo /1 se unió luego la arquitecta, Janeth Boza, experta en renders y proyecciones 3D, y empezamos un intenso y rico proceso de discusión, creación, colaboración, con picos de frustración y resultados de gran satisfacción.

Lo más fructífero de esta etapa fue volver a mirar a Lima, sus tensiones, sus conflictos y sus grandes posibilidades desde otro marco de referencia, incluyendo una mirada internacional.

Tuvimos que empezar reconociendo que en la Lima de hoy no fluye ni el tiempo ni la memoria; no se construye respetando sus capas; no existen espacios públicos de calidad; no se percibe la generosidad; y casi nada de lo que hemos construido en los últimos años eleva el espíritu.

Ciertamente no era halagador con nuestra ciudad. Pero tampoco era el final. Para nosotros, esos 4000 años de arquitectura, manifestados en más de 450 huacas, son los que tienen el potencial de hacer de Lima una ciudad posible.

Paraíso, la huaca madre de la ciudad, con sus 4000 años de antigüedad, acoge en su amplio
espacio a todos los que la visitan. Foto: Círculo Ciclista Protector de las Huacas.
Para empezar, son estructuras que han sabido sobrevivir al tiempo, a la violencia de la naturaleza y a nosotros mismos.

Gracias al trabajo de los arqueólogos podemos ver que las huacas poseen valores que hemos perdido y que muchas ciudades hoy buscan recuperar: el sabio uso del espacio; la serenidad de las plataformas; el misterio de las rampas; la amplitud de sus plazas; el seductor uso de la luz y la sombra; la innovación con los materiales constructivos…

Hasta el territorio mismo. Los antiguos limeños hicieron el propósito de conocer el suelo que pisaban al milímetro, y pensaron en todo e hicieron un uso inteligente del desierto y lo transformaron. Hasta hoy, por ejemplo, un canal de origen prehispánico, el canal Surco, riega 711 parques de la capital.

Pero la ciudad de hoy creció sin aceptar nada de eso. La ciudad de hoy, por el contrario, se definió de espaldas a la Lima prehispánica, con la carga real y simbólica que eso significa en términos de no poder articular una ciudadanía inclusiva.
El sombrero, la serpiente y el elefante.
Imagen del libro El Principito, de Antoine de Saint Exupéry.
Es así que este péndulo para entender a Lima continúa su movimiento entre los ejes planteados por Basadre: problema y posibilidad. Y terminaron visualizados en los nudos del artista y poeta Jorge Eduardo Eielson y los quipus /2.

Lima es una ciudad-nudo. Nudos-tensión. Nudos ancestrales que necesitan soltarse. Al mismo tiempo está la dimensión que ofrecen los quipus. Cuerdas de sabiduría, nudos con mensajes no cifrados, sin entender. Nudos como oportunidad.

No es casualidad que de los cuatro proyectos finalistas, tres hayan estado relacionados a esta herencia arqueológica.

Según declaró José Orrego, director del concurso, al diario El Comercio este evento permite que la reflexión sobre la arquitectura, que antes estaba limitada a círculos académicos, se haya abierto a un diálogo más amplio.

"De alguna forma, la bienal nos ha dado la oportunidad de conectar la reflexión internacional con nuestro debate local”.

Generosidad espacial, urbanística, arquitectónica.  Un regalo en reserva para Lima.
Hasta que decida entenderlas. Foto: Leslie Searles.
El concurso es organizado por el Patronato Cultural del Perú, y luego de ser declarados como uno de los cuatro finalistas con el proyecto titulado "En reserva", el pasado miércoles 4 de octubre fuimos invitados a presentar el proyecto ante un jurado especialmente convocado.

Con los decanos de algunas de las principales facultades de arquitectura en frente y otros de los miembros presentes, Marianela Castro empezó mostrando esa imagen emblemática de El Principito, con la serpiente y el elefante. “¿Qué ves?”

“Son las huacas de Lima”, respondió ella misma. Es lo que pasa con ellas. De un lado, hay una cantidad que sigue dentro del sombrero, enterradas literalmente y a la espera de volver a la vida.

Del otro, pasa que no las vemos. Que todavía nos cuesta entender su lenguaje y aceptar ese legado de urbanismo y arquitectura, que tiene todo el potencial de transformar a Lima.

Así que eso queremos en Venecia. Que vean lo que no vemos acá. Que entiendan lo que nos cuesta entender.  Que el mundo se sorprenda mientras nosotros empezamos a despertar. Y que las huacas retornen ya no en reserva. En acción.


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/1 El grupo En Reserva también contó con el apoyo de los estudiantes de arquitectura de la UPC, Alejandro Lapouble y Toshio Pardo.
/2 Por lineamientos del concurso mismo no se pueden dar detalles gráficos del pabellón a presentarse. La Bienal se inaugura el 26 de mayo 2018.

Página web Patronato: http://www.pcp.org.pe/ 
Página web Bienal: http://www.labiennale.org/en/architecture/2018

miércoles, 4 de octubre de 2017

Huacas de Lima: ¿Patrimonio Cultural de la Humanidad?

Huaca Mangomarca (900 d.C. aprox), en San Juan de Lurigancho, proyecto ganador
del Fondo del Embajador de Estados Unidos. Foto: MinCultura.
Estos son días de popularidad para las huacas, cenicientas milenarias a las que nos habíamos acostumbrado a ignorar y a no ver. Pero gracias a una secuencia espontánea de eventos vienen adquiriendo un nuevo perfil más allá de la arqueología. 

Uno de los primeros en avanzar por este territorio ha sido el arquitecto Jean Pierre Crousse. En los últimos dos años dirigió un taller en la Maestría de la Escuela de Diseño de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, enfocado en las huacas limeñas. El resultado de ese trabajo, y el de sus alumnos, fue la publicación del libro “Agujeros Negros Urbanos” /1.

Esta fina edición bilingüe presenta un panorama situacional de los cientos de sitios arqueológicos de la ciudad desde una perspectiva diferente: se encuentran insertos en el tejido urbano pero no existen, no tienen una función o una relación con quienes aquí vivimos.

Como explica, tanto nos acostumbramos a no verlas que terminaron siendo vacíos en el paisaje, agujeros negros que hoy están bajo una enorme presión urbana, la de una urbe que continúa creciendo de manera desmedida, no planificada y sin control.

Una pregunta central del libro es qué hacemos con ellas. Cómo las incorporamos a la ciudad de manera que tengan sentido para todos nosotros, y salvarlas.

Huacas de unos 2000 años de antigüedad, cercadas por el crecimiento
urbano, en el Parque de las Leyendas. Agujeros negros. Foto: MinCul.
Junto con esta publicación estuvo el conversatorio organizado por el Patronato Cultural del Perú, Multidisciplinar, que incluyó la visita del arquitecto italiano Alberto Torsello, en el auditorio Los Inkas del ministerio de Cultura.

A iniciativa de esta asociación privada se abrió un primer espacio de discusión entre académicos y sociedad civil donde el tema central, a raíz del libro de Crousse, fueron las huacas.

Pero también se abrió espacio para hablar de la recuperación de patrimonio histórico a partir de la experiencia de Torsello, un reconocido arquitecto quien mostró una serie de importantes trabajos de puesta en valor de palacios y casonas en Venecia. (Aquí puede ver el video completo del evento).

Panelistas del debate Multidisciplinar del Patronato. Der a izq: Arqt. José Orrego, representando a Rolando Arellano;
Arqt. Jean Pierre Crousse; Arq. Alberto Torsello; Ma. del Carmen Sacasa-UNDP; Marco Aveggio-Patronato;
Max Hernández por Luis Guillermo Lumbreras, y Javier Lizarzaburu. Foto: Ángela Nuñez.
Coincidentemente, y para añadir alegrías a este repentino festival milenario, ese mismo día (viernes 29 setiembre) el proyecto de Puerto Cultura sobre la recuperación de la Huaca Mangomarca recibía el premio Fondo del Embajador para la Preservación de la Cultura, de Estados Unidos.

Puerto Cultura, que nació originalmente con el nombre “Lima, ciudad de las huacas”, ha sido extendido a todo el país dentro de una visión inclusiva de la herencia arquitectónica peruana. (Haga clic aquí para ver la nota completa).

Su característica más notable es la de buscar la recuperación de bienes inmuebles en armonía y relación con las comunidades locales, con un enfoque multidisciplinario y consiguiendo aportes de distintas fuentes.

En este caso, a los US$173.000 dólares del Fondo del Embajador, se añaden el equivalente de unos 500.000 soles del ministerio de Trabajo; dos millones de soles del ministerio de Cultura a través del programa ObrasxImpuestos; y la misma municipalidad de San Juan de Lurigancho con un millón de soles.

Algo de esta naturaleza no se había hecho antes en el país, y merece todo el entusiasmo. El ministro Salvador del Solar puso énfasis en que esto va más allá de una perspectiva tradicional de Cultura, y se inserta en una visión más completa de fortalecimiento de la sociedad.

Hay muchas maneras de entender el valor de las huacas. La presión urbana puede
limitar o ampliar el valor de su integridad. Foto: JLizarzaburu.
Solo para añadir un dato de última hora en esta excepcional lista de eventos: de los cuatro proyectos finalistas en el concurso para la curaduría del pabellón que representará a Perú en la Bienal de Venecia 2018, tres tienen como punto de partida nuestras huacas. (Haga clic aquí para ver nota sobre el tema).

Como declaró a este blog el arquitecto Crousse, "algo está pasando en nuestra mirada a las huacas que por fin nos parecen dignas de mostrarse en el extranjero, y nada menos que en la Bienal de Venecia".

Y todo esto es más que una simple coincidencia en el tiempo. Queda claro que a pesar de los problemas que existen con el patrimonio finalmente estamos empezando a incorporar este legado ancestral en nuestra visión de ciudad.

Sería un error que algo tan cargado de significado terminemos viéndolas solo como espacios vacíos por llenar. O que terminen siendo la decoración en una visión de desarrollo urbano. Las huacas son la memoria de Lima. Nos explican como ciudad.

Propuesta de estudiantes de la Maestría de Harvard, Chiu+Dobrowolski, para recuperar
el espacio y territorio alrededor de la huaca Paraíso. Imagen: Agujeros Negros. 
Es así que cuando me tocó hablar como panelista en el encuentro Multidisciplinar, hace unos días, lancé una propuesta.

Del mismo modo como hemos conseguido el reconocimiento mundial del Centro Histórico de Lima, que guarda la memoria de casi 300 años de presencia colonial con un valioso legado de casonas, iglesias y conventos, ¿no ha llegado el momento de reconocer también esa excepcionalidad de la arquitectura prehispánica de Lima?

Lima tiene una especificidad patrimonial que no se encuentra en otra capital del continente. Su legado representa 4000 años de continuidad a través de cinco momentos culturales sobre este territorio, antes de la llegada de los españoles en el siglo XVI.

A diferencia de una campaña para declarar un bien como Patrimonio Cultural de la Nación, que se puede hacer desde la sociedad civil, para conseguir la categoría mundial de UNESCO /2 le corresponde al Estado Parte presentar esa solicitud.

¿No sería, por último, una manera muy justa y legítima de equilibrar la balanza de lo que son los símbolos de la identidad de esta ciudad? Yo creo que sí. Busquemos que las huacas de Lima sean declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Proponer una selección de huacas que representen 4000 años de continuidad arquitectónica
sobre el territorio de Lima para la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad
de UNESCO. ¿Lo haremos? Foto: Musuk Nolte.

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También vinculado a huacas de Lima:
Se hizo público el video de una charla TED-Tunkuy, de la arquitecta italiana Adine Gavazzi, basado en la publicación de su libro sobre Lima – Memoria prehispánica de la traza urbana, en 2014. La charla es un sorprendente y conmovedor resumen de lo que ha encontrado en las muchas capas de la ciudad y vale la pena verla. (Haga clic aquí para ver el video). 

Y no se puede ignorar el significativo anuncio hecho hace poco por el presidente de los Juegos Panamericanos 2019, Carlos Neuhaus, señalando que el guion cultural de este evento estará definido por las nociones de una Lima milenaria, con sus 4000 años de continuidad. (Haga clic acá para ver la nota). 


Notas:
/1 Urban Black Holes/Agujeros Negros Urbanos. Patronato Cultural del Perú, Lima 2017. 
/2 Requisitos UNESCO: http://www.patrimonio-mundial.com/seleccion.htm