martes, 29 de diciembre de 2015

Lo que tenía que suceder sucedió: el despertar de las huacas

Niños durante un evento de "Huacas, Burbujas y Rock n Roll" en Tambo Inga. Foto: Salvemos las Huacas.
(Hacer clic sobre las fotos para ampliarlas)
Lo que Lima ha experimentado este año en la relación de la ciudad con sus huacas ha sido algo sin precedentes.

Desde abajo hacia arriba se produjeron auténticos movimientos de activación de estos sitios arqueológicos, empezando a generar por fin un nuevo panorama urbano. Activaciones de ciudadanía e identidad.

Esto no tiene que ver con arqueología ni con mayores presupuestos para su puesta en valor. Tiene que ver mas bien con empezar a ver este enorme legado milenario. A integrarlas en nuestro imaginario de ciudad. A tejer narrativas desde los mismos ciudadanos.

Algunos grupos ya existían desde hace unos años pero este 2015 dieron un salto adelante o incursionaron en nuevos campos, con bastante acogida.

Hay por lo menos 10 organizaciones de diferentes categorías que entre ellos llegaron a nuevos públicos, en nuevos distritos, con diferentes propuestas y formatos.

¿Exceso de optimismo? Puede ser. Pero creo que hay razones para eso, y se las menciono a continuación.

El Círculo Ciclista Protector de las Huacas, durante su visita a Cajamarquilla. Foto: Nils Castro.
ACTIVIDADES QUE SURGEN DE LA SOCIEDAD CIVIL 

El colectivo Salvemos las Huacas lleva algunos años trabajando el tema, pero este 2015 lanzó con gran éxito su programa de caminatas por rutas prehispánicas dentro de la ciudad: el Cercado, Maranga, Comas, Chorrillos.

A la llamada ruta del ‘Qhapaq Ñan en el Asfalto’, precisa su líder Koke Contreras, se añadieron luego las rutas de los Maranga, los Colli, los Lati, congregando en sus salidas a unas 200 personas.

La gente del Círculo Ciclista Protector de las Huacas, inició sus recorridos por Lima Norte en 2013, y este año extendieron las rutas hasta incluir todos los sectores de Lima.

Según Nils Castro, su coordinador, a la fecha han visitado cerca de 90 huacas y han participado más de 500 personas.

Durante este tiempo surgieron nuevas iniciativas locales, como los chicos de ‘Líderes en Acción - Huacas en Restauración’, de la escuela de líderes de la universidad Cesar Vallejo.

Su ayni para la limpieza de Tambo Inga, en el distrito de Puente Piedra, congregó a unas 60 personas en un día de trabajo.

El Instituto de Historia, Cultura y Medio Ambiente - ICHMA, lanzó su campaña de protección
de las Lomas de Mangomarca. Foto: Instituto Ichma.
Huacas, Burbujas y Rock n Roll fue, muy posiblemente, el programa más original del año. 

Después de ganar un premio de Unesco y recibir apoyo oficial y empresarial, este grupo de artistas realizó sus festivales en 20 huacas de la ciudad.

Según sus organizadores, a estos eventos asistieron más de 5 mil personas, con picos en sitios como Huantinamarca, con 600 personas, o Pucllana, con más de 900.

En Comas, la profesora Haydee Quispe, llevó su iniciativa un paso más adelante y consiguió que su grupo, el Colectivo Colli, sea acreditado por el ministerio de Cultura como ‘Defensores del Patrimonio Cultural’.

Y hubo más colegios que se unieron a campañas de limpieza de sus huacas locales.

Uno de los casos más recientes fue el de los estudiantes de la I.E. N° 1221 – La Rinconada de San Juan de Miraflores, que realizaron una campaña en la zona arqueológica Huaycán de Cieneguilla.

(Vea aquí el álbum de fotos)

El ministerio de Cultura lanzó su proyecto de drones para registro y vigilancia de huacas.
Aquí la huaca Santa Catalina. Foto: Mincul.
HUACAS COMO ESPACIO PÚBLICO

Junto a estas actividades, hubo sitios arqueológicos que abrieron sus puertas para presentar conciertos, talleres educativos, teatro, cine, o festivales de poesía.

Pucllana, Pachacamac y Mateo Salado están entre las más activas en esta propuesta cultural, de integrar las huacas a su comunidad y como espacios para la creatividad.

Las huacas como razón y pretexto en las artes: la exhibición “De la huaca al Boom, un rostro para Lima”, de la curadora franco-peruana Patricia Ciriani, fue una de las más reveladoras de la temporada, con una mirada fresca y novedosa sobre la ciudad milenaria, que fue visitada por más de 3,000 personas.

No se puede dejar de mencionar el majestuoso concierto de antología de Manongo Mujica, en Huallamarca, bajo el título de Huaca Sonora.

En el ámbito académico se abrió una oportunidad cuando la Facultad de Arquitectura de la Católica añadió el curso electivo ‘Huaca y Ciudad’, a cargo de la arqueóloga-urbanista, Rosabella Álvarez Calderón.

Al tiempo que más instituciones educativas ampliaron sus propuestas incorporando temas de gestión y recuperación de patrimonio cultural.

Y la lista continúa. Pero el punto central aquí es rescatar esa efervescencia que se vivió en Lima este año, en relación con su legado ancestral. Una efervescencia creada desde la misma sociedad civil y que Lima nunca había vivido.

Exhibición "De la huaca al boom - un rostro para Lima". Foto: J. Lizarzaburu.
EL APORTE OFICIAL 

¿Qué pasó desde el lado oficial? ¿Qué hizo el ministerio de Cultura? Diría que estamos ante el típico escenario de un vaso medio lleno o medio vacío.

Es cierto que para un buen sector de la población los esfuerzos que hace el ministerio son insuficientes. Pero veamos el cuadro completo:

la primera vez que las huacas de Lima entran dentro del presupuesto del ministerio de Cultura es recién en 2012 (con el INC tampoco lo tenían - Pucllana y Pachacamac son proyectos específicos).

Cómo sería la situación esos días que el ministerio no tenía siquiera la cifra oficial de huacas en Lima.

Ese año 2012 había lanzado la campaña Lima Milenaria desde El Comercio y tomó más de cinco meses de insistir con sus funcionarios hasta conseguir la cifra: 365. Y no las 180 que en ese momento tenían en su página web.

Según datos oficiales, a la fecha (2012-2015) Cultura ha invertido S/.18’200,000 en la puesta en valor de seis sitios arqueológicos: Mateo Salado (Cercado), Huaycán de Cieneguilla (Cieneguilla), Paraíso (San Martín de Porres), Huaycán de Pariachi (Ate), Monterrey (Ate) y Bellavista (Santa Anita).

Canal Huatica en Barrios Altos. Inicio de campaña para conseguir declaratoria de
Patrimonio Cultural de la Nación al sistema de canales de Lima. Foto: Fdo.Flores Zúñiga.
Este año también el ministerio lanzó su proyecto de drones para registro, georeferenciación y vigilancia de las huacas, y en los últimos tres ha venido firmando convenios para compartir la gestión de este patrimonio.

Y por supuesto está el fallido proyecto de ley 1198, que buscaba regularizar la participación privada en temas del patrimonio arqueológico, que esta página apoyó y que fue rechazada por el Congreso.

El año finaliza con otra propuesta que hemos lanzado desde este blog: conseguir que se reconozca el sistema de canales de irrigación prehispánicos como Patrimonio Cultural de la Nación, algo que esperamos conseguir en el transcurso del 2016.

Así que, es cierto, por un lado podemos reclamarle a la autoridad por qué no hace más. Pero no se pueden negar los avances en un contexto de indiferencia y desconocimiento sobre el valor de estas riquezas.

Niños de la I.E. 1221 limpiando parte del Camino Inca en Huaycán de Cieneguilla.
Foto: Qhapaq Ñan.
QUÉ QUEDA TODAVÍA

Para terminar, es cierto que en este camino todavía nos falta un buen trecho. Que en casi 200 años de vida republicana recién hace tres se haya empezado a mirar el tema arqueológico de Lima dice mucho.

Nos sigue faltando información. Nos falta sensibilizar a población y autoridades.

Hace tres años el ministerio de Educación se comprometió a sugerir la incorporación de temas prehispánicos en la currícula escolar limeña, y aun no procede.

Falta también que más municipios asuman su obligación y responsabilidad con la protección de sus sitios arqueológicos.

Aun así, termina el 2015 con un excelente inicio. Con muchas iniciativas y gran entusiasmo de parte de la población.

En este blog hemos creído siempre en la necesidad de empoderar, legitimar y visibilizar el trabajo de todos los grupos. Es la única manera de fortalecernos y conseguir proyección.

Así que no creo exagerar cuando digo que este 2015 las huacas han despertado. Este enorme legado milenario por fin empieza a ser parte de nuestra idea de ciudad. Solo queda esperar que el 2016 siga aumentando, y mejorando.

Y muchas gracias por haberme acompañado un año más.

¡Un excelente año nuevo para cada uno de ustedes!

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Vea aquí el álbum de actividades de los distintos grupos este 2015. 

martes, 22 de diciembre de 2015

Canales, caminos y cuentos de Navidad

Laguna Ticticocha, origen del río Rímac. Foto: aespinar.blogspot.com
Algunas semanas atrás, al terminar una presentación sobre canales prehispánicos, se me acercó un señor de la audiencia para entregarme un sobre: “es un pequeño libro donde hablo de los canales de Lima, me dijo. Espero que le guste”, y desapareció. 

Lo que presento esta semana es una versión editada y resumida del cuento, con permiso del autor. Es un cuento para niños y al leerlo la primera vez, y ver el gran aporte que significa esto, pude entender cuánto nos falta en términos de contenidos. Y la necesidad de desarrollar muchos más.

Según lo indica él mismo en su introducción, es una manera de trabajar valores, identidad y sentido de pertenencia. Es la sencilla pero fundamental contribución de un ciudadano. Gracias, señor Zumaita.

Así que a continuación, una lección de cómo los niños pueden aprender sobre su patrimonio. Unas felices fiestas de fin de año para cada uno de ustedes.

Portada del libro con el cuento de Hormiguín.
“Hormiguín en Jesús María”

“Existe un gran río que nace en un espejo de luna azul-plata llamado Ticticocha, acunado en las faldas de cumbres nevadas de los andes peruanos y fluye cristalino aguas abajo entre arbustos, pedregales y árboles frondosos, sembrando la vida en pueblos, parajes y centros mineros.

En el verano atraviesa la gran ciudad haciendo sentir el rumor sonoro que producen las piedras de canto rodado que arrastra ocultas en su interior.

Por eso nuestros antepasados lo llamaron Rímac, nombre quechua que significa “hablador”.

Durante el invierno discurre apacible derramando sus aguas en un pacífico océano, endulzando el mar.

A orillas de este río, aguas arriba, habita una comunidad de hormiguitas que se distinguen por la ardua labor que realizan al recolectar hojas y palitos para construir sus casas.

Lima y el río Rímac.  Foto: La República.
En esta comarca existe una familia muy unida, donde la mamá, Hormigacha, y el papá, Hormigotón, educan y preparan a su pequeño hijo Hormiguín para afrontar la vida y el trabajo.

Hormiguín es de color caramelo, tiene ojos de uva, antenas siempre levantadas y una gran energía en sus movimientos.

Es juguetón, curioso, aventurero, investigador y siempre atento a todo lo que sucede a su alrededor. Especialmente cuando escucha los cuentos y aventuras que suele contarle su abuelo, Taita Hormigón, antes de dormir.

Un buen día, Hormiguín decidió experimentar un cuento que había escuchado de su abuelo: que hace más de mil años, las aguas del río “hablador” bajaban desde los andes hacia el desierto costeño, derramándose esterilmente en el mar.

Ante esa situación, los antiguos peruanos abrieron bocatomas de agua en ambas orillas de su cauce y construyeron acueductos que irrigaron el desierto, transformándolo en el valle más fértil y hermoso del planeta.

Su abuelo le había contado que estos canales ancestrales hicieron posible la producción de alimentos y la vida social y económica de los antiguos pobladores, que crearon las culturas Lima e Ychma y que, aún hoy, algunos de ellos seguían bañando muchos parques y jardines embelleciendo a Lima Milenaria.
Canal prehispánico en el valle del Rímac.
Estos conductos llevan aguas del Rímac, recorren algunas partes al aire libre, para luego ocultarse misteriosamente por una red subterránea cubierta por el cemento, sobre el cual se levanta la gran ciudad en que se ha convertido el antiguo valle de Lima.

Tanto escucharlo, Hormiguín le dijo a su abuelo: ¿Por qué debemos conocer nuestra historia? ‘Porque conociendo el pasado comprenderás el presente y visionarás el futuro’, respondió el Taita, quien era un amauta en su comunidad.

Hormiguín, curioso e investigador como era, decidió aventurarse para conocer la bella ciudad de la que le había hablado su abuelo, eligiendo iniciar su travesía desde la bocatoma de agua ubicada en La Atarjea, próxima a su comarca, y donde nace el canal que desde tiempos remotos se le conoce como “Huatica”.

Valoraba mucho los sabios consejos de su abuelo, más aún cuando le dijo que habían tres clases de personas: ‘las que sueñan, las que no sueñan y las que realizan sus sueños’.

‘Abuelo, haré un plan y realizaré mi sueño’, expresó Hormiguín. ‘Me siento orgulloso de ti’, respondió el abuelo.

Una ilustración del cuento de Hormiguín.
Llegó el día cuando el lucero del alba anunciaba un radiante amanecer. Hormiguín subió en una hoja de árbol de molle y fue deslizándose aguas abajo exponiéndose a diversas emociones, riesgos, peligros y alegrías.

Hormiguín continuó su recorrido no exento de peligros. Al surcar por ciertos tramos de la acequia al aire libre, tuvo que eludir muchos problemas ocasionados por algunos individuos que arrojaban desperdicios, botellas plásticas y trapos viejos a su vertiente, contaminándolo.

Y cuando discurría por los tramos subterráneos del acueducto, la oscuridad, el silencio y algún croar de una rana le producía una sensación de miedo...”

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Ustedes pueden inventarle un final.  Pero si quieren conocer cómo fue y cómo termina el recorrido de Hormiguín, pueden contactar al autor: José Zumita: zumaitacevallos@hotmail.com. Cel: 51-980676468.  

jueves, 17 de diciembre de 2015

Innovación y arquitectura prehispánica: ¿nos la creemos?

Propuesta de arquitectos italianos. Foto: archdaily.pe.
Hace unos días leí una nota vinculada a la foto que abre este post (que puede leer aquí) y, como puse en Facebook en ese momento, “me quedé colgado de la propuesta". Y no por lo que muchos puedan pensar. 

Mi primera reacción al ver esta especie de árbol de navidad urbano estuvo en los márgenes del "me gusta/no me gusta".

De hecho, más que gustarme me parece necesario que los arquitectos no solo piensen en generar nuevos espacios de habitación, sino que reflexionen sobre el entorno y la ciudad, y sugieran cambios.

En estas dos torres hay más de 700 árboles. Increíble. Se trata de pura innovación. Y ahí reside su dimensión inspiradora.

En ese momento pensé en los arquitectos e ingenieros de esa Lima Milenaria, que a lo largo del tiempo trabajaron y transformaron el territorio donde vivimos. Ellos fueron los grandes innovadores de esa época.

Con su arquitectura antisísmica, con sus canales de irrigación, con su adobe resistente -mucho más que el actual.

Con su cuidadosa manera de buscar un equilibrio entre las zonas de cultivo y las zonas urbanas.

Con sus sensibles usos de los materiales naturales.

Hubo toda una acumulación de conocimiento y sabiduría que lamentablemente se perdió. Pero ¿qué pasaría si los arquitectos e ingenieros de hoy buscaran reconectar con esa experiencia del pasado?

¿Qué sucedería con ellos y con nuestras ciudades si se sintieran parte de ese continuum de exploración, conocimiento y tecnología?

¿No estarían creando nuevas propuestas? ¿No serían, otra vez, los grandes innovadores de nuestro tiempo? 

¿No tendríamos una mejor ciudad?

Foto: archdaily.pe

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Lea aquí la nota original.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Jaime Lerner y las ciudades que necesitamos

¿Es Lima un lugar con múltiples oportunidades para la felicidad, la calidad de vida?
Foto: El Comercio. (Hacer clic sobre las imágenes para ampliarlas)
¿Alguien sabe hacia dónde vamos como ciudad? ¿Cuál es el modelo que estamos forjando? La pregunta es inevitable después de leer esta nota de Jaime Lerner. Y por lo mismo la respuesta, urgente.

Lerner, más que arquitecto y político, es un referente en América Latina en temas de urbanismo y planificación.

Fue alcalde tres veces en su natal Curitiba, y gobernador del estado de Paraná en dos oportunidades. En los años 70 inauguró el primer sistema de transporte integrado, con énfasis en autobuses segregados, cuyo modelo se repite hoy en toda la región, como el Metropolitano en Lima.

A propósito de la Cumbre del Clima en París, él publicó un artículo esta semana en el New York Times. Con su permiso, hice una traducción abreviada del mismo. Uno diría que es una lectura imprescindible. (La versión original en inglés la pueden leer aquí).

Jaime Lerner. Foto: The International Transport Forum.
Cómo construir una ciudad sostenible 

El calentamiento global, las sequías, la migración y el crecimiento demográfico han puesto a nuestras ciudades bajo fuerte presión. ¿Qué nos depara el futuro en este escenario?

Las ciudades tienen un impacto significativo en el cambio climático: se estima que estas son responsables del 75 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Si la mayoría de la población mundial vive en ciudades y las actividades de sus habitantes tienen un sello ambiental, ¿no es razonable pensar que es en las ciudades donde deben buscarse las soluciones, y ponerlas en práctica?

A medida que crece la lista de megaciudades y que más y más personas se mudan a centros urbanos, cada lugar debería darle prioridad a tres puntos que definen la calidad de vida urbana: movilidad, sostenibilidad y diversidad social.

Todos los que manejan estos autos, y el tráfico que eso conlleva, podrían viajar en un autobús de vía segregada.
Con menores costos para ellos y para la ciudad. Foto: BID.
TRANSPORTE 

Cuando se trata de temas de movilidad, la ciudad siempre debe tener prioridad sobre los autos; las personas deben tener prioridad sobre los autos.

Los autos ocupan mucho más espacio que cualquier ser humano.

Un estacionamiento promedio es de 25 metros cuadrados. Si usted tiene auto y conduce al trabajo, significa que un total de 50 metros cuadrados se inmovilizan con fines de estacionamiento.

Pero hay que pensar en los increíbles beneficios que daría a las personas y la ciudad si por lo menos algunas de esas áreas se utilizaran para otros fines.

La organización Lima como Vamos empezó este año con sus "parques de bolsillo", transformando
zonas de estacionamiento en espacios para la convivencia urbana. Foto: FAU/PUCP.
Por ejemplo, si fueran asignados a pequeñas empresas de impacto comunitario como panaderías, cafés, librerías, tiendas de flores - o para los parques de bolsillo.

La prioridad en movilidad urbana debe ser proporcionar transporte público cómodo, seguro, fiable, asequible y fácil de usar. Cada modalidad (tren, metro, autobús, tranvía, taxi, bicicleta) tiene que funcionar de manera óptima y estar integrada en una red de tránsito.

De todas, yo creo que el futuro del transporte público está en los sistemas de autobuses eléctricos por vías segregadas.

SOSTENIBILIDAD 

Al abordar los problemas de sostenibilidad, la clave está en evitar el desperdicio de energía, tiempo y recursos.

Para empezar, algunas formas sencillas están al alcance de todos: utilizar el auto menos; vivir cerca del trabajo; reciclar.

Pero es el diseño de una ciudad lo que puede hacer la diferencia en el esfuerzo para crear un entorno urbano más sostenible.

La sostenibilidad de una ciudad, dice Lerner, pasa por respetar el territorio mismo y los
servicios medioambientales que ofrecen, como en el caso de Lima,
sus canales de irrigación. Foto: Comision Regantes Surco.
Una ciudad saludable es una estructura integrada de vida, trabajo y movimiento.

Una ciudad saludable requiere un diseño urbano que respete la tierra y el ecosistema de la zona: la topografía, los cuerpos de agua y la vegetación. Este diseño es el que orienta las inversiones de los sectores público y privado.

DIVERSIDAD SOCIAL

Cuando se trabajan cuestiones vinculadas a la diversidad, es importante recordar que las ciudades siempre han sido vistas como "crisoles" que absorben a sus nuevos habitantes.

Las ciudades deben ofrecer esperanza, no desesperación.

Un sentido de identidad compartida, un sentimiento de reconocimiento y de pertenencia a un lugar específico mejoran la calidad de vida.

Una ciudad debe proporcionar puntos de referencia para que la gente pueda relacionarse y conectarse - ríos, parques, edificios públicos.

Las ciudades como espacio de identidad, de reconocimiento, no solo generan calidad de vida.
También hace a las ciudades más eficientes. Foto: Juan Ponce/EC.
Estos espacios cuentan historias y protegen los recuerdos, al igual que un diario o un retrato de familia.

Al mismo tiempo que la identidad de una ciudad se conserva, la diversidad social debe fomentarse.

Una ciudad no puede aceptar guetos, ya sean de ricos o pobres, o de personas de orígenes étnicos específicos.

Los muros y rejas son barreras protectoras ilusorias: la seguridad es una función del respeto y civilidad que se derivan de la integración y la convivencia.

ACUPUNTURA URBANA

Una herramienta útil para estimular el cambio rápido y ayudar a consolidar iniciativas a largo plazo es lo que yo llamo "la acupuntura urbana".

Son retoques rápidos y específicos que pueden mejorar el rendimiento de un sistema urbano, o traer nueva vida a zonas degradadas y obsoletas.

El símbolo de la transformación de la ciudad de Curitiba, en Brasil: en una cantera abandonada
se creó un parque urbano, dedicado al medio ambiente.
En Curitiba se reutilizó una cantera abandonada que era deprimente para los barrios de los alrededores. En su lugar se creó un parque urbano dedicado a la promoción de la educación ambiental.

Ahora es conocido como la Universidad Abierta de Medio Ambiente, o Unilivre - un ejemplo de la acupuntura urbana que logra lo tres objetivos a la vez – y es uno de los puntos más fotogénicos de la ciudad.

Las posibilidades en cada ciudad son infinitas: áreas industriales obsoletas o zonas de puerto, fuentes de agua degradadas, centros de transporte subutilizados, edificios históricos abandonados.

Ninguno de ellos son obstáculos. Son espacios que están pidiendo nuevos usos.

UNA CIUDAD DE TODOS, PARA TODOS 

El diseño de una ciudad debe ser una construcción colectiva, un sueño compartido, por lo que un sentimiento de co-responsabilidad filtra los esfuerzos.

Eso no quiere decir que el consenso debe ser alcanzado en cada paso del camino: la búsqueda de consenso absoluto puede llevar a un estado de parálisis.

"Los muros y las rejas son barreras protectoras ilusorias", dice Lerner. Y no solo no protegen,
destruyen la experiencia de una ciudad para sus ciudadanos. Foto: El Comercio.
La democracia no es consenso sino un conflicto permanente que la sociedad debe arbitrar con gran sensibilidad. Las políticas a largo plazo deben ser reajustadas constantemente como fruto de una comunicación fluida con la sociedad civil.

Una sociedad más cohesionada y sostenible surge de sus espacios y monumentos públicos, de sus buenas calles, plazas, parques, teatros, museos. Estos son los "salones" de una ciudad donde se produce la urbanidad.

Una construcción humana por definición, una ciudad es el escenario para que las personas se encuentren. Por eso mismo, debemos darle forma a su futuro.

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(Lea aquí la versión original en inglés).

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Canales prehispánicos de Lima, ¿Patrimonio Cultural de la Nación?

Canal Huatica atravesando un sector de Barios Altos, primera mitad del siglo XX.
Imagen del libro "Haciendas y pueblos de Lima", Fernando Flores Zúñiga.
(Hacer clic sobre los imágenes para ampliarlas)
Como casi toda la historia de Lima antes de 1535, la historia de los canales era y sigue siendo largamente desconocida por la mayoría de los limeños. Quién diría que todavía palpitan por debajo de la ciudad de hoy.

Solo un dato: el 80% de las áreas verdes de Lima centro, según la Comisión de Regantes del canal Surco, son regadas por canales que se empezaron a construir hace unos 2,000 años.

Su papel es tan fundamental hoy como lo fue antes: ellos son parte de cualquier plan de sostenibilidad medioambiental para esta ciudad de diez millones – una ciudad levantada en el desierto.

No por gusto el arquitecto Juan Gunther, cuya memoria y aportes siempre está presentes, alguna vez dijo que Lima era el producto de una gesta de miles de años. Y quizás no haya descripción más perfecta.

Rara imagen del canal Huatica, hoy Jr. Huánuco, en su
recorrido hacia el Molino de Santa Clara,
que se ve al fondo. Barios Altos
Por eso él siempre insistió en que la ciudad estaba destinada a ser la capital del Virreinato. No solo por tener el mejor puerto natural de la costa, sino por sus canales de irrigación.

De esta manera le gustaba contrarrestar ese cliché limeño que dice que si los españoles hubieran llegado en invierno, habrían seguido de largo. Nada más lejos de la verdad.

A lo largo de más de 3,000 años los antiguos limeños crearon valles donde antes solo había existido terreno agreste, infértil, ajeno… el desierto.

Estos canales, modestos servidores, no solo le dieron el primer soplo de vida a la capital. La han mantenido viva como cordones umbilicales a lo largo del tiempo.

Según el presidente de la Comisión, Luis Molina, “estamos obligados a darle continuidad a este sistema de canales, porque es parte del futuro medioambiental de Lima”.

Es cierto que los canales a lo largo del tiempo sufrieron cambios y modificaciones, hasta el presente.  Pero qué mejor testimonio que es un sistema vivo.

Así que la próxima vez que alguien diga que hablar de la Lima prehispánica es cosa del pasado, tenga en cuenta algunos datos:

Mapa de Lima que marca algunas de las actuales avenidas que fueron
 levantadas sobre el trazo de antiguos canales de irrigación.
  • Las aguas de los canales Surco y Huatica riegan cada semana 17 distritos de la ciudad: Ate, El Agustino, Jesús María, La Molina, Lima, La Victoria, Lince, Magdalena, Miraflores, Pueblo Libre, San Borja, San Isidro, San Luis, San Miguel, Santa Anita, Surco y Surquillo. 
  • Entre todos poseen o manejan 1027 hectáreas: parques, jardines y cultivos. 
  • El sistema riega 80% de áreas verdes de Lima centro. 
De esos 17 distritos, algunos se benefician más que otros: 
  • Lima Metropolitana 10 has. 
  • Lince 23.6 has. 
  • Miraflores 120 has. 
  • San Borja 149 has. 
  • San Isidro 187.5 has. 
  • Santa Anita 20 has. 
  • Surco 157.5 has. ...
Y si acercamos aún más el lente, encontraremos datos tan relevantes como que el canal Surco riega 84 parques de Miraflores: en los sectores de Aurora, Santa Cruz, Centro Miraflores, Rosedal, San Antonio. 

En Lince riega la totalidad de sus parques, incluido el parque Castilla (10 hectáreas.).


El sistema de canales prehispánico permitió dar origen y continuidad al sistema de haciendas
en el valle del Rímac a lo largo de 400 años.  Aquí la antigua hacienda Infantas, en una
imagen de 1930, hoy en el distrito de San Martín de Porres.
No cabe duda que este 2015 ha visto un auténtico despegue en iniciativas locales que buscan vincular a los ciudadanos con su patrimonio arqueológico. La necesidad va en aumento.

Uno podría decir que las huacas por fin empiezan a ser parte del imaginario de la ciudad.

Y es cierto, pero falta información, porque corremos el riesgo de ver las huacas como decoración, ajenas al verdadero proceso de transformación de este territorio a lo largo de miles de años, y que es la verdadera fuente de originalidad y fortaleza de esta ciudad.

Es en parte por esa necesidad de llenar vacíos y de reconectar la ciudad de hoy con la del pasado, que hace unos días lancé esta propuesta:

Mapa del libro "Haciendas y pueblos de Lima", de Fernando Flores Zúñiga, donde
cada color define las zonas del valle de Lima que eran regadas por
los cuatro canales madre que originalmente existieron.

…conseguir que el sistema de canales de irrigación de Lima, o lo que queda de él, sea declarado Patrimonio Cultural de la Nación.

Es un camino que recién empieza pero es muy probable que valga la pena. Si acaso, solo por dar a conocer más sobre el singular origen de la ciudad en que vivimos.

¿Lo conseguiremos? Lo veremos en el camino.  Por lo pronto, hay un expediente que presentar al ministerio de Cultura justificando la solicitud.

Da que pensar, que sin estos canales desarrollados a lo largo del tiempo Lima no sería hoy la metrópolis del presente sino quizás y tan solo un punto en el desierto.