jueves, 17 de noviembre de 2016

No podemos robarles futuro. No debemos

Inicio de la marcha en Plaza San Martín.  Fotos: JLizarzaburu.
La noche del miércoles los acompañé porque quería escuchar sus voces y sus reclamos. Saber cuánto de seriedad había aquí o si esto era fruto de una desbordada energía juvenil. 

No fue difícil entender lo que pedían a gritos: “Basta de improvisación, queremos planificación”, “menos cemento, más parques”, “Lima te quiero, por eso te defiendo”... y una combinación de expresiones mezcladas con todo tipo de emociones y sentimientos. Lo que suele suceder cuando tienes 18.

Pero aquí había un tema de fondo: qué ciudad van a recibir cuando les toque, qué espacio estamos creando hoy que definirá su calidad de vida a futuro.

En esta marcha había reclamo, pedido, exigencia, ruego, grito, demanda. Una urgente necesidad de ser tomados en cuenta.

Después de todo, ¿no tienen todo el derecho de preguntar qué ciudad les estamos dejando?

Participaron colectivos de estudiantes de arquitectura y de la sociedad civil.
Que los ignoren no implica que se callen. O que otros se callen tampoco implica quedarse en silencio. Aquí los que están dando la cara por la ciudad, una vez más, son los estudiantes.

La actividad fue organizada por la Unión de Estudiantes de Arquitectura de Lima, UDEAL, a la que se sumaron una serie de organizaciones ciudadanas.

Según lo publicado por ellos mismos en su página de Facebook, y con el hashtag #ReaccionaLima, “nos pronunciamos y manifestamos contra la desidia, la improvisación, la falta de transparencia y el autoritarismo con que se viene gobernando la ciudad”.

Entre una lista de varios puntos que cuestionan aparecen:

- Ninguna propuesta al transporte público integrado en la capital.
- Obras viales inconsultas: Viaducto Las Américas (La Victoria), Viaducto Benavides (Surco), Pasos a desnivel en Salaverry (San Isidro y Lince).
- Preocupación sobre la gestión de espacios públicos: Alameda los Incas (Independencia); Parque Manhattan (Comas), Parque Castilla (Lince).
- La negativa a que asistan a las sesiones de Concejo Metropolitano.

Y me pregunto con qué argumentos puede alguien decir que estos jóvenes están equivocados. Lo que veo y lo que vivo en Lima es preocupante.

Estamos creando una ciudad invivible que no logra superar sus problemas más elementales. Y eso debería llamar nuestra atención.

Una marcha pacífica, acompañada por la policía.  Paso de ciclistas.
Tomar la decisión de hacer by-passes sin estar integrados a un plan mayor de transporte público, está mal. Aquí no hay vuelta de tuercas, porque en un mundo cada vez más urbanizado, el tema del transporte visto como un conjunto es materia básica de desarrollo.

Eliminar el mayor parque público que se iba a levantar en Lima en más de 100 años, junto con la recuperación del río Rímac, está mal. Lima tiene el aire más contaminado de América Latina y una peligrosa deficiencia de áreas verdes.

No responder, no rendir cuentas, ignorar los reclamos de vecinos, regidores y ciudadanos, está mal. “La ciudad es nuestra” decía uno de los lemas de la marcha, y no hay mayor verdad que esa. No se puede gestionar Lima al margen del ciudadano.

Y esto no tiene nada que ver con preferencias políticas. Toca aprender de la experiencia acumulada de muchas ciudades del mundo, que nos indica qué opciones existen.

Esto, en realidad, tiene que ver con temas básicos de cómo funcionan ciudades sanas. Porque lo cierto es que muchas de las decisiones que se están tomando en Lima, o no, le quita futuro a la ciudad. Les roba futuro a los jóvenes.

La importancia de los espacios públicos, cuya integridad está siendo amenazada.

Sabemos que Lima necesita una visión. Pero esta no se ha manifestado. ¿Hacia dónde avanzamos? ¿Cuál es nuestro modelo de ciudad? Muchos venimos preguntando esto y no hay respuestas.

Si las hubiera, deberían estar ahí expuestas para todos. Ser debatidas, conversadas, mejoradas.

Una suficiente señal de alarma debería ser que el grueso de expertos y urbanistas cuestiona las medidas de la Municipalidad de Lima. Y este es un hecho que tampoco se puede ignorar.

Incluso una institución como el Colegio de Arquitectos, caracterizada por su silencio y su indiferencia a los problemas de la ciudad, recientemente alcanzó un límite.

En declaraciones estos días, el decano José Arispe, por fin llegó a decir algo y cuestionó el tema de los by-passes porque, señaló, no solucionan el problema del transporte urbano:

“Son tecnologías que se han usado mucho en los años 70s, ya no es lo más conveniente (…) Ya no es (la idea) hacer grandes infraestructuras…”, señaló.

Y todo esto en un contexto de ciudad con valores transtornados y donde no parece hacerse nada para enfrentar la informalidad.

Una informalidad incontrolada, propiciada, arropada, que carcome todo brote de seriedad, de orden, de institucionalidad. ¿Qué ejemplo estamos dando?

De verdad, ¿qué ciudad les estamos dejando?


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Vea aquí las entrevistas con dos de los más destacados arquitectos, urbanistas y académicos:
- Wiley Ludeña, de la Universidad Ricardo Palma
- Pablo Vega-Centeno, de la Universidad Católica

Fotos: JLizarzaburu.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Cantagallo: símbolo de la ciudad que perdimos todos, o que necesitamos recuperar

Zoraida Cumapa Campos sentada frente al mural con su hijo en camisa blanca, agosto 2011,
preparándose para la foto que salió publicada en la nota de El Comercio.

Hace cinco años conocí a Zoraida Cumapa, una artista shipiba de 35 años que vivía en Cantagallo y vendía su trabajo en las calles de Lima. Ella fue el personaje de uno de los perfiles que escribí en esa época, y después del incendio de estos días intenté ubicarla.

Volver aquí me llenó más de expectativas que de sorpresas. Este es un lugar que siempre había parecido lo más cercano a una pesadilla. Así lo describí en esa nota de agosto de 2011:

“Para llegar a esta comunidad de artesanos, de trabajos delicados, de cerámica mágica y tejidos complejos, hay que atravesar un infierno urbano. El paisaje de esta zona es de una brutalidad francamente desoladora. Desde el puente Huánuco, uno puede ver, de un lado, desechos humeantes sobre una margen olvidada del río…”

Una familia shipiba en Cantagallo, noviembre 2016. Foto: JLizarzaburu.
Esta semana, los destrozos causados por el incendio eran evidentes. Pero el lugar no era mucho peor de lo que siempre había sido. Las llamas les quitó lo que tenían, pero tenían muy poco.  Siempre han necesitado ayuda y recién ahora, 16 años después, les llega algo.

El lugar había crecido. Nuevas familias habían invadido el lugar. Ya no eran solo las originales 250 familias shipibas, y la sensación de destrucción ciertamente había precedido al incendio.

La zona donde hicimos la foto hace cinco años - una pared de unos 200m de largo donde varios artistas urbanos habían colaborado creando una serie de murales - había sido tomada por otras familias donde instalaron sus viviendas, algunas de las cuales sí se habían quemado.

El mural que sirvió para ilustrar la nota original de El Comercio había sido hecho con ayuda de los niños de la zona: un río Rímac grande, azul, lleno de peces y de vida. Tampoco existe. La foto de Zoraida hoy la tomamos en el mismo lugar.

Zoraida Cumapa, noviembre 2016, sentada en el mismo lugar donde se tomó la foto de 2011.
La acompaña su hijo Jorge. Foto: JLizarzaburu.
Cuando por fin logré ubicarla pude ver que el tiempo no había pasado en balde. Es verdad que vive en una casa mejor (la suya no se quemó) y que sigue vendiendo su arte ambulante.

Pero su apariencia mucho más delgada dejaba en evidencia otro tipo de deterioro: diabetes. Sus sueños de vida no han logrado materializarse pero tampoco está dispuesta a dejar ni Cantagallo ni Lima.

Este sigue siendo su paraíso. “…en Lima puedo vender mi trabajo y vivir de eso, y aquí puedo educar a mis hijos. Voy a seguir luchando”, me dijo. No cabe duda que este es su mundo, y su imagen de ciudad es su realidad cotidiana.

Ella, como muchos de sus vecinos, parecen ajenos a un debate mayor. Uno que venimos evadiendo desde hace tiempo: qué tipo de ciudad es el que queremos. Y Cantagallo representaba precisamente eso.

Una familia shipiba en Cantagallo 2011. Foto: JLizarzaburu.
Los planes para este lugar respondían, como pocos, a una visión para Lima: una ciudad con calidad de vida, con áreas verdes, espacios públicos…

Este es un proyecto que existe desde 1981 y que cada alcalde desde entonces ha intentado retomar. Incluso Castañeda en su primer periodo.

En su última versión, durante el periodo de Susana Villarán, el proyecto fue bautizado como Parque Río Verde y consistía en crear un gran malecón de 3 km de largo, desde Monserrate hasta Barrios Altos; un parque de 25 hectáreas en Cantagallo; auditorio; anfiteatro; centros de esparcimiento cultural y deportivo; y toda la ribera del río Rímac recuperada.

Este plan, que encajaba con lo que vienen haciendo las mejores ciudades alrededor del mundo, tenía un costo cercano a los 60 millones de dólares.

Parque Río Verde respondía a una visión de ciudad que se aleja del cemento y del auto, para acercarse al ciudadano, al peatón, al deportista, al que busca un espacio de felicidad en una ciudad tan ajena como Lima.

Imagen 3D del proyectado Parque Río Verde. Imagen: Google.
Una mala autoridad no solo les robó a los shipibos sus sueños para embarcarse en una vida de ciudadanos. Los sueños de una mejor ciudad nos lo robaron a todos. Esto fue sencillamente un despojo de futuro.

Cuando le pregunto a Zoraida sobre los planes de reubicación su respuesta es definitiva: “… ahora sí ya no nos movemos de acá…”. Este es su hogar, su sueño y su ciudad.

Con bypasses y viaductos enfocados en los autos privados estamos repitiendo modelos de los años 60 y 70 que otras ciudades ya comprobaron que no funcionan, que a la larga alteran y no benefician la calidad de vida del ciudadano.

En ese panorama es como si cada día Lima fuera menos vivible. Quiero pensar que estamos a tiempo de recuperar una visión para la ciudad.

Y si bien los shipibos de Cantagallo perdieron mucho con este incendio, no es menos cierto que los limeños todos perdimos una gran oportunidad. ¿Pero está perdida para siempre?

El mural de los niños en Cantagallo, 2011. Desaparecido.

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Nota: En este videoclip Zoraida habla en su lengua originaria. Traducción libre: "Soy Zoraida Campos, muchas gracias por sus donaciones, aquí se han quemado las cosas de mucha gente, se han quedado sin nada, pero cada día están llegando más ayuda, muchas gracias" 

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Qué han dicho ustedes sobre el pedido de reconocimiento oficial al Canal Surco

Representantes de los 70 usuarios de los canales Surco y Huatica durante la Asamblea
Extraordinaria, de febrero 2016, cuando dieron su apoyo unánime a la campaña.
Hoy miércoles se completó la entrega del segundo grupo de cartas de apoyo para conseguir la declaratoria de tramos del canal Surco como Patrimonio Cultural de la Nación (PCN).

Son cuatro los tramos seleccionados en un estudio preliminar hecho por Joaquín Narváez, arqueólogo con un PhD justamente en canales de irrigación prehispánicos en los valles de Lima, y se han puesto a consideración del ministerio porque creemos son los que aseguran las mayores características de originalidad.

Pero más allá de aspectos técnicos, que se verán luego con funcionarios del ministerio, lo rescatable es que este proceso ha sido y viene siendo una experiencia enriquecedora y muy motivadora.

La campaña, "Canales de Lima: 2000 años regando vida", se hizo desde el inicio con el apoyo de la Comisión de Regantes de los canales Surco y Huatica, representada por su presidente, Luis Molina Arles.

En una asamblea extraordinaria realizada el 8 de febrero de este año, los usuarios de los canales aprobaron por unanimidad el auspicio de la campaña. Los canales Surco y Huatica riegan más de 700 parques de 16 distritos de Lima, donde viven unos tres millones de personas.

Carta online al ministro de Cultura, Jorge Nieto.
También está el aporte profesional que ha venido ofreciendo nuestro Consejo Consultivo, cuyos miembros fueron mencionados en el post anterior.

Quizás lo más estimulante de esta parte del camino está en los aportes, comunicaciones y comentarios que vienen haciendo todos los interesados, y gente que recién se viene enterando de la importancia de estos canales para Lima.

Para empezar, hemos recibido más de 20 cartas de apoyo. En ese grupo está una ex ministra de Cultura (Susana Baca); una ex directora del INC (Cecilia Bákula); dos ex viceministros de Patrimonio Cultural; respetados arqueólogos y arquitectos; investigadores y académicos; miembros de la sociedad civil.

También hemos contado con el apoyo institucional de tres universidades: la Católica (PUCP), la Privada del Norte (UPN), y la Ruiz de Montoya.

La mayoría de las cartas las pueden encontrar en la página de Facebook de Lima Milenaria, donde las hemos venido publicando desde la semana pasada.

Adicionalmente, más de 500 personas ya firmaron la carta online al ministro de Cultura, Jorge Nieto. ¡Muchas gracias a los que ya lo hicieron! Los que no lo han hecho todavía, háganlo ya porque tenemos una semana más para la recogida de firmas.

Entretanto estamos a la espera de una respuesta del ministro Nieto.

Algunas de las cartas de apoyo recibidas y enviadas a la viceministra de Cultura, Ana Castillo.
Y, por supuesto, están la cantidad de comentarios que muchos de ustedes han escrito en el Facebook de Lima Milenaria.

Como Miguel Barrutia Torres: "Muy buena propuesta. En realidad, en Lima muchas calles y avenidas se construyeron sobre la base de caminos prehispánicos. El río Surco tiene otra dimensión, considerando que desde tiempos inmemoriales hasta la fecha se continúa usando".

Julia Pesce escribió: "Bien!.Que el documento fluya como el canal. Gracias a quienes emprendieron este proyecto. Seguiremos apoyando".

Fernando León Desmaison: "Felicitaciones por la iniciativa. El rió Surco fue uno de los mas importantes. junto con Huatica. y a ellos se les debe que haya existido vida en Lima. Ambos ríos fueron canalizados por los antiguos Wari. de allí su importancia histórica.¿Donde firmo?".

Un aporte de último minuto llegó de la mano de Juan Manuel Bermúdez, artista gráfico y activista cultural, de MarcaLima, quien con gran generosidad se ofreció a armar este video para conseguir más firmas. Véanlo, que está genial.

Video sobre la campaña. Míralo!
Esperamos que pronto podamos anunciar una decisión del ministerio de Cultura. Por lo pronto, esta tarde hemos recibido una respuesta señalando que ya se encuentran revisando la documentación, para establecer luego un plan de trabajo.  Así que muy bien por ese lado.

Nada más por ahora.  Solo decirles que sigan firmando! tenemos hasta el próximo miércoles.  Hagan clic aquí.