miércoles, 29 de junio de 2011

LA LIMA DE JUAN GUNTHER - 1


En 1992 el Patronato de Lima, presidido por Eduardo Arrarte, publicó Jornadas de Lima.  Era un libro pequeño hecho con el propósito, según la presentación de Arrarte, de contribuir a la enseñanza y "valoración de la riqueza histórica, cultural, artística y arquitectónica-monumental que encierra el Centro Histórico de Lima".

Un año antes ellos habían conseguido que el CH fuese declarado patrimonio Cultural de la Humanidad.  Por ese motivo estaban interesados en crear un sentido de responsabilidad en la "tarea de detener el actual proceso de deterioro urbano de nuestar ciudad".

Las 46 páginas ilustradas, fueron redactadas por el arquitecto Juan Gunther y tal como lo anunciamos hace unas semanas, vamos a presentar algunos fragmentos de esa gran historia de la ciudad, que en su momento él supo formular.

Es cierto que algunas de las ideas han sido revisadas desde entonces por arqueólogos, a la luz de nuevos descubrimientos, pero es bueno contar la historia tal como se veía en ese momento.  Lo más sorprendente es que, hasta donde sabemos, ningún alcalde posterior supo darle continuidad a esta tarea.  Y esta es la historia de todos.  Nos pertenece a todos.

--- Empezamos con un paneo general sobre 12.000 años de presencia humana en nuestros valles:


"Un cuadro del desarrollo de Lima antes de la llegada de los españoles nos muestra épocas de desarrollo regional (época lítica, arcaica, intermedio temprano e intermedio tardío); y épocas en las que culturas poderosas (o panperuanas), influyen sobre todo el territorio.


Tenemos primero las aldeas que se desarrollan en Lima durante la época Lítica (12.000-5.000 antes de nuestra era) y la época Arcaica (5.000-1.200 a.n.e.), cuando se construyen templos ceremoniales como El Paraíso en el río Chillón y La Florida en el río Rïmac.


Chavín va a generar la primera cultura panperuana que se desarrolla en el Horizonte temprano o formativo medio (1.200-200 a.n.e.).  En el área de Lima hará modificaciones en sus ya antiguas estructuras y construirá nuevos templos ceremoniales como el de Garagay, en San Martín de Porres, o Pampa de Cueva, en Independencia.


Luego se desarrolla en Lima en el periodo Intermedio temprano o de Gobiernos locales y regionales (200 a.n.e.-100 d.n.e.) una cultura local llamada Maranga.


En el horizonte medio (siglo III al XII), esta cultura regional se va a ver influenciada por la segunda cultura panperuana de filiación Tiawanaku-Wari.


Posteriormente se desarrolla en Lima, en el periodo Intermedio tardío o de Reinos y Confederaciones (siglo XII a mediados siglo XV) el señorío de Ichma, con dominio sobre los valles de los ríos Rïmac y Lurín; y el señorío de Collique, en el valle del río Chillón.


Finalmente, antes de la llegada de los españoles, una tercera cultura panperuana, los Incas, va a unificar todo el territorio durante el horizonte tardío o Inca Imperial (1440 y 1530)".

(seguiremos publicando extractos del libro)

martes, 14 de junio de 2011

EL NUEVO TRAJE DEL EMPERADOR



El presidente es una autoridad suprema. El presidente tiene un don particular.  El presidente manda sobre una masa boba y uniforme que sigue sus deseos.  El presidente, tal parece, debe despertar.

En varios medios ya se han expresado con claridad criticando la decisión de levantar una copia del Cristo de Rio de Janeiro sobre el Morro de Chorrillos.  En su mayoría, las opiniones tienen que ver con cultura democrática, el respeto a las instituciones y los procesos en una sociedad que quiere avanzar y dejar atrás legados autoritarios. Sin mencionar el cuestionable origen de esos fondos. Así que no queremos abundar en eso.

El aporte de esta página va por el lado de la identidad de Lima.  Uno de los intereses que nos anima a buscar el reconocimiento oficial del desarrollo milenario de nuestra ciudad es que eso, justamente, nos debería servir para mirar al futuro.  ¿De qué manera?  Reconociendo uno de los legados más importantes de más de 2.000 años de desarrollo urbano ininterrumpido: que a estos valles siempre hemos llegado a crear, a crecer, a construir.

Construir, está claro, en el mejor sentido de la palabra, en relación con la naturaleza.  Este legado milenario en Lima habla de nuestra creatividad que viene de antiguo; de nuestra genial testarudez para quedarnos en estos valles a pesar de los constantes terremotos; de nuestra aguerrida fascinación por construir haciéndole un guiño a la naturaleza y esquivando sus vaivenes.

Eso nos hace diferentes de otras ciudades del continente, porque tenemos una historia que contar. Porque todas las culturas que llegaron aquí dejaron algo único, singular, diferente.  Si no, miremos a los templos en U, como Garagay en el distrito de San Martín de Porres, los primeros de su tipo en el país con más de 4.000 años de antiguedad.  O la sencilla pero rotunda presencia de la huaca Pucllana, o la auténtica monumentalidad de Mateo Salado.

Llevar ese legado hacia el futuro, en nuestra opinión, es comprometernos con estructuras que continúen esa herencia.  Que lo que levantemos aquí no sea ni siquiera una copia de nuestro propio pasado, sino un ejercicio en originalidad, en creatividad, en un reflejo de cómo soñamos o vivimos los limeños.

Desde este punto de vista, que alguien crea que lo más monumental que podemos hacer en el siglo XXI es copiar la identidad de otra ciudad, parece el contenido de un mal sueño. Y quizás el dueño de ese sueño debería despertar ya.  Antes que para otros se convierta en pesadilla.

Foto: huaca Pucllana, Miraflores.