jueves, 18 de octubre de 2012

"ALERTA: LA CIUDAD SE DESPIERTA"



Confieso que muchas veces, y a propósito, caigo en el mismo cliché: la indiferencia del limeño es criminal. El mismo Alexander von Humboldt ya había hecho ese comentario cuando nos visitó hace 200 años. Pero estos días surgieron dos iniciativas que, aunque sea por un rato, nos devuelven el espíritu optimista.

Una de ellas vino de un conocido limeñófilo en las redes, David Pino, quien acaba de lanzar su más reciente iniciativa a través de Facebook: Alerta: Patrimonio de Lima. Este activista urbano se hizo conocido por su página de Lima la Única, una de las más populares en ese medio, y a través del tiempo he visto cómo un esfuerzo que al principio se veía meramente nostálgico, ha empezado a tomar forma.

La primera actividad la realizaron este sábado: una foto-protesta frente al antiguo local de Satchmo, en la Av. La Paz, en Miraflores. Consistió justamente en eso: tomarse fotos ante la casona por caer. Esta es uno de los últimos vestigios de una singular urbanización que creció aquí en los años 20 del siglo anterior.

¿Su objetivo? Llamar la atención sobre un distrito que está siendo arrasado sin que las autoridades hagan o digan mucho por proteger lo que queda. Pero punto a favor para los vecinos que ejercen su derecho a ser escuchados. La otra iniciativa tiene que ver con el diálogo. Hoy se trata de las casonas. Antes fue el serenazgo. Aun antes, el recojo de basura o muchos temas. Y la situación es la misma: silencio.

¿Qué pasa entonces con la transparencia, la democracia, la gestión de ciudadanía? ¿Quedan en suspenso mientras los trabajos continúan? Con esta preocupación en mente, hace 10 años se inició en Lima uno de los procesos cívicos más significativos lanzados desde un medio de comunicación: las audiencias vecinales.

Su creador fue el actual director de este Diario, Francisco Miró Quesada, y su preocupación es tan vigente hoy como lo fue en su momento: ¿cómo podemos hablar de democracia sin participación ciudadana?

Lo cierto es que a lo largo de esta década, unos 60 mil vecinos han dejado escuchar su voz ante sus autoridades, y el resultado de este trabajo acaba de salir en forma de libro. “Los desafíos de Lima Metropolitana”, escrito por Carmen Rosa Balbi y Manuel Ernesto Bernales, es un recuento sistematizado de esta experiencia, y su lectura debería ser material obligado para funcionarios municipales.

Este ejercicio fue diseñado justamente para que las autoridades escuchen. Leerlo es entender Lima desde la voz de los que no son indiferentes. Leerlo es entender una ciudad que resulta difícil para muchos. Muchos de los testimonios recogidos son conmovedores, pero al mismo tiempo son una indignante muestra de la gran distancia entre el ciudadano y quienes asumen la obligación de trabajar por y para ellos.

Nos falta profesionalización en las personas que asumen esta responsabilidad. Y nos faltan otras cosas. Pero hablábamos de un rato de optimismo. Digamos, pues, que falta sobre todo algo sencillo: un poco de cariño por lo nuestro.

Publicado en El Comercio: 9/5/12 
Foto: EC

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