Gastón Acurio está a punto de estrenar su nueva visión para la gastronomía. Su comida con vocación universal, como la llama él en esta entrevista, tiene como punto de partida el Perú y su cultura. Para eso, señala, hacerlo desde un lugar histórico como la Casa Moreyra en San Isidro, le daba el marco preciso para aderezar su visión. Quizás no contaba con que, fuera de la cocina, sus críticos se lanzarían a cuestionar la integridad del proceso de restauración de la casa.
Las críticas vinieron en parte de miembros vinculados a la familia propietaria. Una de ellas se quejó en Facebook que “…el balcón, las vigas de los techos y las antiguas puertas han sido íntegramente pintadas de blanco. La sensación que tuve fue la de entrar a un enorme “lounge” y no a un monumento histórico”. Otro más molesto incluso llegó a decir que lo que se había hecho era “un crimen”. Lo que no se dijo es que la casa estaba a punto de colapsar y que esta recuperación, muy probablemente, la ha salvado.
Acurio ha gastado unos dos millones de dólares solo en eso. Y ha sido, según me dijeron los arquitectos del proyecto, un camino lleno de sorpresas. Quizás como una señal de nuestra propia identidad, descubrieron que no todo lo que brilla es oro: varios elementos de la casa que se creían antiguos en realidad no lo eran, como el famoso balcón, que resultó ser de un material compuesto y no de madera.
Esta es la primera vez que Gastón Acurio habla sobre su proyecto desde el punto de vista patrimonial. “Es un territorio minado”, asegura, y es triste evidenciar en la realidad las serias limitaciones de nuestra legislación.
Además de esta entrevista, abajo encontrarán un link al álbum de fotos que incluye las respuestas de los arquitectos que trabajaron en el proceso. Dejemos que ellos nos cuenten la historia.
Acurio en uno de los nuevos salones de la casona. |
¿Cuál era tu sueño al venir aquí?
Astrid y Gastón cumplió 20 años en su local de [la calle] Cantuarias. Nada de lo que ha pasado ahora con la cocina peruana existía en esa época. En este periodo se logró conseguir un papel importante para la cocina, que representa al Perú de hoy. Con eso vimos que ese local ya había cumplido un ciclo.
Y se necesitaba un cambio…
Se abrieron nuevos desafíos: nuestra gastronomía tiene sus raíces en una cultura milenaria. La agricultura, fundamental para nuestra cocina, es parte de esa cultura milenaria. Entonces, se trataba de poder vender no solo el pasado sino el futuro, y así poder inspirar al mundo.
¿Por qué un edificio histórico?
Ese gran pasado se expresa en sus monumentos. Entonces, para mí la pregunta era cómo podemos mirar al futuro a partir del pasado. En ese sentido, esta casa es parte de nuestro legado histórico, y lo que quiero es hablar con una vocación universal.
¿Lo conseguiste?
La casa es símbolo del mestizaje que nos define. Originalmente estas tierras pertenecían al curacazgo local; luego pasaron a otras manos durante la Colonia; más tarde se convirtió en una hacienda, y hoy anuncia su nueva etapa: la integración. Se trata de atrapar el Perú en todas sus dimensiones.
¿Te preocupan las críticas que has recibido por la restauración?
No, porque es algo emocional y lo entiendo si tienes una nostalgia del lugar. Tienes derecho a eso. En nuestro país hay mucha desconfianza. Por eso me toca explicar. (En el álbum de fotos se incluyen los comentarios del arquitecto jefe del proyecto, Manuel de Rivero– ver abajo).
Con tantas críticas a lo largo del proceso, se ve que no es fácil…
Somos una sociedad con heridas y tensiones, y la recuperación de patrimonio es un territorio minado. Una buena intención puede dar pie a una serie de malas interpretaciones, y en lugar de ser visto como alguien interesado en conservar terminas siendo acusado de destruir.
Me dicen que este proyecto se ha hecho con licencia social…
Lo hemos hecho no solo bajo una estricta vigilancia de la Municipalidad de San Isidro, del ministerio de Cultura y del Colegio de Arquitectos, sino con los cinco comités de vecinos de San Isidro que han sido parte del proceso. Más aun, los dueños de la casa, que son como siete ramas de la familia Moreyra, ellos han estado al tanto de todo y también han sido parte.
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CIFRAS:
Costo total del proyecto: 6 millones de dólares
Costo de la restauración: 2 millones dólares
Costo en cocinas: 1.5 millones
Alquiler: 20,000 dólares/mes
Contrato alquiler: 20 años
Trabajadores: 150
Cocineros: 75
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Siempre te has mostrado en contra de todo tipo de liderazgo que no fuera el de la cocina. Pero aquí, quizás sin querer, lo has asumido en lo que respecta a recuperación de patrimonio.
Es un compromiso. De qué otro modo te explicas que lleve aquí tres años sin producir, pagando 20 mil dólares mensuales de alquiler, y habiendo gastado dos millones de dólares solo para poner en valor este inmueble.
¿Contento?
Es una manera más noble de invertir. Lamentablemente, no existe la convicción que recuperar monumentos históricos no es un gasto sino una inversión importante. No se trata solamente de abrir un restaurante, sino también de ver su impacto y la oportunidad. En ese análisis el poner en valor un monumento histórico aparece como una oportunidad.
De qué manera…
Son proyectos que generan impacto social positivo en lo económico, lo social, en la identidad. Mi deber es buscar fórmulas que la integren a la comunidad. (Según de Rivero un sector de la casa estará abierto al público, donde se harán actividades de distinto tipo).
¿Recibiste algún apoyo del Estado?
Ninguno. Toda la recuperación se ha hecho de mi bolsillo, y en una casa alquilada. El Estado no me ha dado nada. Al contrario, me ha puesto un millón de exigencias.
Será por eso que no hay muchos empresarios interesados en recuperar patrimonio…
Yo estoy seguro que hay empresarios interesados en recuperar patrimonio, pero no lo hacen por temor. En parte porque existen muchas restricciones legales.
¿Qué hacer?
Ahí existe un trabajo por hacer, porque lo que debería suceder es que cada año los empresarios digan: ‘¿a qué monumentos nos dedicamos ahora?’, pero no sucede porque el escenario es hostil. Se tienen que construir esos espacios para una acción integrada entre el Estado, la sociedad civil y la empresa privada. Es todo un trabajo por hacer.
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Haz clic aquí para ver la galería de fotos del restaurante en proceso de instalación. Las imágenes van acompañadas de las respuestas del arquitecto del proyecto, Manuel de Rivero, de 51-1, y Ana Elisa Berenguel, arquitecta restauradora.
Fotos: JLizarzaburu
¡Estupenda obra, icono de la peruanidad de la "generación del 2021", bicentenario, Perú de la globalización! Felicitaciones Gastón, y muchas gracias Javier por comunicarlo tan bien. Una nota "familiar" publicado por un familiar en "patrimonio" me dejó mal sabor de boca. Ahora lo entiendo y debemos darlo a conocer por el bien del Perú.
ResponderEliminarOjalá esto de pie a una serie de cambios que necesitamos, José Antonio. En la ley y en lo que nos toca recuperar, como Punchauca. No podemos estar a tan poco tiempo del Bicentenario y no hacer nada.
EliminarNo tengo palabras solo desearles muchos éxitos y bendiciones. Viva el Perú!
ResponderEliminarPienso que 20,000 dolares mensuales en 20 años significa que la familia Moreyra recibirá por alquiler la suma de 4 millones 800 mil dólares. Pero si a esta suma hay que descontarle los 2 millones que cuesta la Restauración hasta la fecha, significa que la familia Moreyra recibirá en realidad 2 millones 800 mil dolares o sea 11,666 dolares mensuales menos el impuesto a la Sunat 11,083.32 dólares menos el predial mensual que ha de ser aprox. 1,000 dólares y los arbitrios que deberían ser aprox. otros 1,000 dólares, menos muertos y heridos deben de quedarle a la familia Moreyra unos 7,000 dólares limpios de polvo y paja que divididos entre todos les da una bicoca como para cubrir la gasolina del yate de ancón. Claro, siempre y cuando el valor de la restauración no aumente como seguramente sucederá y pues la ganancia podría ser más exigua aún. Lo malo es que durante 20 años no podrá disponer de la propiedad para venderla, donarla, heredarla o disponer libremente de ella pues lleva ese contrato de alquiler de gravamen. ¿Hasta que monto subirá la Restauración?¿será negocio firmar contratos así con inversionistas privados?
ResponderEliminarSi la familia firmó un contrato por 20 años, seguramente vio que es buen negocio.
EliminarPara aclarar: El costo de la restauración va por cuenta del que ha alquilado el inmueble, tal como ha sido en el Caso de Ripley en la Casa Barragán (Palais Concert), quien la ha alquilado por 30 años. Precisamente el contrato de alquiler a largo plazo se realiza para asegurarle al empresario inversor el retorno a largo plazo de lo invertido. De otro modo no justificaría invertir U$ 2'000,000 en restaurar. Por otro lado, los arbitrios los paga el que habita, no el propietario, que ya lo estaban pagando mientras no tenían inquilino. El impuesto predial es algo que siempre han estado pagando, como lo pagamos todos. Es completamente absurdo pensar que todos los herederos se van a dividir U$ 7,000 , lo que equivaldría a unos ¿U$ 100?
ResponderEliminarSaludo que el señor Gastón Acurio invierta su dinero (bien ganado) en recuperar un bien patrimonial y se tome gran parte de su tiempo en responder las inquietudes y cuestionamientos, algo que no hizo la empresa Ripley. Ha contratado a una Arquitecta entendida en restauración y que se ha tomado en serio el trabajo, entendiendo que patrimonio histórico significa que no es sólo propiedad privada, es parte de la historia de la Lima Milenaria. Cualquier otra opinión mía sobre el resultado de la restauración, tendrá que ser luego de revisar todos los expedientes -que son de dominio público, por si alguien quiere verdaderamente enterarse- y ver, en especial, el informe del estudio histórico que debe obrar en el mismo expediente en el Ministerio de Cultura.
ResponderEliminarEs comprensible la desconfianza que genera este tema, debido principalmente al devaluado y desacreditado MINCU en su responsabilidad de proteger y en todo lo que es gestión del Patrimonio Histórico. Ejemplos a montones: Puruchuco, la Pirámide del Complejo Paraíso, la casa Hacienda San Agustín, la Casa Hacienda Punchauca (donde se dió la histórica cita de San Martín con el Virrey La Serna), Chan Chan y el abandono de muchos otros sitios y monumentos.
Buen punto, Walter. Me parece q en eso Gastón entiende q escuchar y explicar ya son parte de la solución.
EliminarSiempre Felicitare esta tipo de iniciativas y creatividad para hacerlo, bien Gaston por hacerlo!!!!!!. Triste que el Estado no pueda hacerlo, lamentablemente la burocracia y falta de creatividad, además de las criticas no constructivas no permiten hacerlo.....bien dicen que el enemigo de un peruano es otro peruano
ResponderEliminarque buena entrevista!!...él me parece un genio y con pocos miedos...en esta país donde casi todos están atrapados por sus propios egoísmos ,alguien que da paso tan firmes para hacer lo que le parece bien me genera solo admiración y sorpresa.
ResponderEliminarGABRIELA CHÁVEZ
qué bien que hayas tocado este tema !
ResponderEliminarClaire Jaureguy
Me gustó mucho la entrevista, Javier. Gaston es un un emprendedor como hay pocos.
ResponderEliminarMarco Simola
Qué bueno a los que les gustó. Gastón tiene una gran capacidad para inspirar, y ojalá este trabajo con Casa Moreyra genere otros cambios...
ResponderEliminarMagnifico trabajo..con tristeza siempre habra gente negativa pero lo positivo seimpre sera valioso y brillara desde lo alto del cielo..adelante!!!!
ResponderEliminarFelicito al empresario que invierte en su país y sobre todo en una Casona que por años estuvo descuidada, el Estado es muy burocratico, pone trabas y cobra puntualmente eso si, un aplauso de cada uno de los peruanos por cada obra que se ejecute para mantener el Patrimonio Historico. Este es un modelo a seguir, hay que imitar lo bueno y rechazar lo malo, nuestro Patrimonio sobre todo Centro Historico nos necesita, un abrazo Gaston sigue adelante.
ResponderEliminarLa idea de preservar/conservar/trasmitir el pasado material del país...también pasa conscientemente por estas racionales actitudes.
ResponderEliminarSalinas Luis
Arquitecto
CAP 2823
peru
La idea de preservar/conservar/trasmitir el pasado material del país...también pasa conscientemente por estas racionales actitudes.
ResponderEliminarSalinas Luis
Arquitecto
CAP 2823
peru