miércoles, 3 de agosto de 2016

Un personaje inusual para una cruzada inesperada: recuperar dignidad y respeto por la cultura

El Candelabro, en Paracas, escenario vecino de un atentado contra su integridad estos días.
Una cuestión de respeto. Foto: lamula.pe (Hacer clic sobre las imágenes para ampliarlas).
Él parecía el personaje menos cercano para un discurso así y sin embargo, para sorpresa de muchos, lo hizo. En los 39 minutos de su discurso inaugural el hoy presidente Pedro Pablo Kuczynski (busqué en Google la manera correcta de escribirlo) tuvo no una, o dos referencias al tema de la cultura y las raíces de este país. Fueron tres. Esto es tan increíble e histórico que no deberíamos olvidarlo:

1-“Ser un país moderno significa ser un país sin discriminación. Seamos conscientes de que somos un país milenario y además cuna de civilización. 200 años de República y miles de años de historia. Y una parte de esta historia, nuestra raíz civilizatoria y cultural ha sido despreciada y marginada. Eso debe cambiar...”.

2- “…Un país de ciudadanos educados defiende sus libertades, tiene oportunidades, respeta al otro, busca la paz. (…) Que todos los niños y jóvenes (…) conozcan nuestra cultura milenaria y sus dos grandes idiomas, el quechua y el aymara”.

3- “Quiero que el Perú sea un faro de civilización en el Pacífico y Sud América al que todos miren con admiración”.

El nuevo presidente peruano durante su juramentación. Foto: laprensa.peru.com.
Y todos sabemos que las comparaciones son injustas, pero si alguien había usado a su gusto el discurso nacionalista como candidato fue Ollanta Humala, y nada más llegar a presidente en 2011 lo único que dijo fue que este era un “país plurilingüe y multicultural”. 

Después, a lo largo de cinco años de gobierno sus referencias a cultura fueron otras: cultura machista, de la corrupción, de la democracia o la cultura empresarial. Pero jamás, o casi nunca, le dio valor a la continuidad civilizatoria de este territorio.

Humala no pareció entender el poder de su mensaje ni el poder de este legado cultural. No pensó en el peso que la ‘cultura milenaria’ podía adquirir en boca de un presidente. Porque si algo faltaba en este país de grandes carencias a ese nivel era justamente que un mandatario expresara respeto y valoración de ese legado.

Al no haberlo mencionado, y sin proponérselo, lo que hacía era fortalecer posiciones que ven a la cultura como un obstáculo.

Quizás por eso no es de sorprender que durante su gobierno se produjo la mayor reducción de las normas de protección legal a los bienes inmuebles históricos de este país. Revisar esa legislación debería ser una tarea del nuevo ministro de Cultura.

Un posible escenario: ministerios de Cultura y de Educación trabajando
juntos en la producción de contenidos. Foto: MML-2013.
Tampoco podemos ser injustos. A pesar de las acusaciones que él y sus ministros de Cultura recibieron por no enfocar adecuadamente el trabajo de esa cartera, Humala deja un museo de sitio de nivel internacional en Pachacamac, un proyecto de infraestructura en Machu Picchu, y las bases para el próximo gran Museo Nacional de Arqueología, MUNA.

Pero con sus aciertos y errores eso quedó atrás. Lo que hemos empezado ahora, lo hemos hecho con buen pie. Por fin el tema de la cultura, y la conciencia de que somos cuna de civilización en este planeta, ha adquirido peso presidencial.

Ahora viene la siguiente etapa: cómo hacer realidad esa visión. Y la tentación es enorme para hacer un listado de temas pendientes y posibles.

De hecho, dada la dimensión cultural de un país como el nuestro, esto es algo que se debería estar debatiendo también en los medios de comunicación, pero mis colegas tampoco terminan de entenderlo. No logran ver la dimensión transformadora de este legado milenario y transmitirlo al ciudadano.

Conocer la historia es amarla, respetarla, protegerla. Foto: MML-2013. 
Así que no cedo a la tentación. Tengo mi lista y seguramente todos los que estamos interesados en estos temas tenemos nuestras prioridades. Pero sí hay un par de puntos que me gustaría rescatar.

El primero, tiene que ver con darle continuidad a la expresión histórica que tuvo PPK en su discurso inaugural, porque ese mensaje debe mantenerse vigente todos estos años.

Una manera de hacerlo realidad, quizás desde los ministerios de Cultura y Educación, es a través de la producción de contenidos. Los peruanos conocemos mal y poco nuestra historia milenaria y ya es hora de empezar. Cómo podemos mirar al futuro si en nuestro pasado existen tantos vacíos.

El segundo punto tiene que ver con la búsqueda e implementación de fuentes alternativas de financiamiento de la cultura. Existen. A diferencia del Perú, nuestros vecinos de la región lo vienen haciendo desde hace 25 años y con buenos resultados. Se puede aprender.

Así que hemos empezado el camino al Bicentenario con optimismo. Que el 2021 sea un pretexto para sentirnos orgullosos de nosotros y de estos 5000 años de conocimiento, de innovación, de sabiduría, que explican tanto lo que somos hoy. ¡Toca avanzar!

Rumbo al Bicentenario. Foto: MML-2013. 

13 comentarios:

  1. mas aya de lo que diga nuestro presidente de apellido raro y aunque su esposa no hable bien el español el nació en esta tierra estamos esperando 500 años trabajando y haciendo lo poco que podemos ya es hora que el gobierno se nos una y no este en contra nuestra y si no es así igual seguiremos trabajando jallalla

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    1. y por eso creo que estamos empezando con buen pie, Julio César ... esperemos que esta actitud se mantenga y fortalezca

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  2. "Optimismo" y "esperanza" son dos vocablos que, incluso fuera del lenguaje populista han perdido su significado; y quien los manifiesta es tachado de ingenuo o de 'nerd'. Aunque pequemos de ambos, nos toca, precisamente, llenar esas dos palabras nuevamente de sentido y actuar en consecuencia. El pesimismo habitual y el cinismo no nos llevarán a ninguna parte. Apostemos a CONTRIBUIR a que las cosas (buenas) ocurran. Ya la historia tendrá la última palabra. Gracias, Javier.

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    1. Gracias, querida Marcela. Desde hace un tiempo que trabajo a pulso esa dimensión 'nerd', es verdad, porque resulta que si estás en el mundo de la cultura es super 'cool' mostrar escepticismo por todo. El cinismo en estos escenarios es como vestirse de negro para todos los eventos, y nada más lejos de mis gustos personales ni de cómo entiendo la realidad. Y más aún, Lima. Por eso, cuando el caso amerita, me gusta exponer mi optimismo con ingenuidad - a veces se consigue contagiar a uno o dos ... abrazos

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  3. Lamentablemente la Cultura en el Peru no le interesa a nadie, excepto a la gente de los altos estratos sociales o gente que vive de ella, al resto de la poblacion osea al 90 por ciento no le interesa, simplemente porque el sector cultura esta visto como una traba burocratica y convenida, basta ver la diferencia de criterios que usa el Ministerio de Cultura cuando revisa expedientes firmados por un Huaman o un Quispe y cuando los firma un Lertora o un Cossio,o cuando se es drastico sancionando a gente ignorante y de escasos recursos pero esto no se aplica cuando hay de por medio grandes empresas con conocidos en el sector, estas cosas hacen que nadie crea en un cambio real, simplemente se cambiaran los nombres y nada mas.

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    1. Lo lamentable son generalizaciones del tipo que hace usted. La cultura en el Perú le interesa a mucha más gente de la que usted piensa, si no mire la cantidad de grupos de la sociedad civil en redes que se organizan para conocer y proteger su patrimonio.

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  4. Habría trasladar estas ideas a las autoridades o asociaciones de provincias (que les falta) para que estén preparados para estas fechas y presenten un nuevo rostro del país. Yo pienso en los sitios que trabajen Huaral (Pisquillo - Las Shicras) que podrían sumar
    al discurso del país milenario.
    Walter Tosso
    Arqueólogo

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  5. El optimismo se debe medir en cifras, tal como se hacen en los avances en salud o educación. Javier, deberías pedir cuales son los números en cuanto a cierre de brechas o indicadores de impacto en el aspecto cultural y veras que se ha avanzando muy poco en el impacto real al ciudadano. Los discursos ya no deberían entusiasmar a nadie, las acciones concretas si.

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    1. Si usted revisa una nota mía de diciembre 2015 verá un intento de mostrar resultados de los últimos cinco años. Si hubiera tenido la cortesía de poner su nombre yo le habría puesto aquí el link para que no se de la molestia. En todo caso, habrá gente que pensará que se hizo poco y otra que verá que se ha avanzado. En todo caso, no se puede comparar los avances en cultura de la misma manera que se hace con educación y salud. Hay variables muy inmediatas y concretas en cuanto a niveles de compresión de lectura, por ejemplo, o la erradicación de enfermedades. Es suficiente eso? quizás no. Lo mismo en cultura. Cómo lo medimos? si tiene usted las variables sería bueno que las comparta, que es un trabajo por hacer.

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  6. Excelente post, Javier. Yo le añadiría una más: "Vale más un gesto que mil palabras". Y el hecho de que el discurso culmine con la ejecución de una pieza musical por el propio protagonista nos habla de una persona CULTA y que comparte con un grupo de jóvenes su arte...Y si se pone a hacer deporte...mejor. ¡Vive cultural y deportivamente, CONTAMOS CONTIGO!

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  7. Javier como comentabas líneas arriba, existe la preocupación de muchas ciudadanos comprometidos por difundir y proteger el patrimonio sin distinción social o económica. Es necesario que asumamos el papel que nos toca desde el lugar de donde nos encontremos; al mismo tiempo hacer conocer nuestra voz de protesta a las autoridades.

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