La hermana Killa, protectora de El Paraíso, en uno de sus rituales en el lugar. |
Lima nunca dejará de sorprenderme. En esta ciudad de temblores y milagros, en las últimas dos semanas ha habido denuncias, pesares y rabias por la destrucción ocurrida en El Paraíso. Pero ha habido algo más. Ha habido algo cercano a un milagro.
Por primera vez la ciudad pareció ponerse de pie para proteger sus huacas. Por primera vez pareció haber un esfuerzo común entre ciudadanos, redes sociales y medios de comunicación para defender “lo nuestro”.
Lo más curioso de todo es que la mayoría defendió algo que nunca ha visto. Porque estoy seguro que muy pocos han visitado el lugar, casi inaccesible por lo demás. No fue la furia que pudo desatar la destrucción de un punto emblemático, conocido y amado por todos. Para nada.
Es más, hasta hace dos años la mayoría de limeños no teníamos idea de qué cosa era el complejo arqueológico El Paraíso. Por eso entre todo lo terrible que fue esta destrucción, me pareció extraordinariamente positivo lo que ha venido pasando.
Y ha venido pasando que por fin estamos construyendo ciudadanía. Por fin empezó a suceder lo que nuestros grandes maestros nos venían diciendo: “no se quiere lo que no se conoce”, “no se protege lo que no se quiere”. Empezamos a tomar conciencia.
Un milagro limeño
Lo que ha venido pasando, además, fue más allá del escándalo mediático que otros eventos de destrucción de patrimonio han producido. Aquí, junto con las denuncias, ha habido una serie de artículos en la prensa donde se ha ponderado, se ha analizado, se ha tratado de ir más allá en la discusión del tema de protección de nuestro patrimonio.
Y ha sido como un sino limeño. Porque así como la flor de amancaes, nuestra flor, emerge con su intenso amarillo en medio del frío y la oscuridad del invierno, así de pronto hemos emergido nosotros. Nos hemos levantado para decir “basta de destrucción”.
Es verdad, a raíz del nefasto D.S.54 el ambiente ya estaba cargado. Y lo ocurrido en El Paraíso nos da argumentos para exigir más. Pero antes, permítanme comentar algo más.
Repitiendo la idea planteada más arriba, siento que por primera vez empezamos a ejercer nuestro papel de sociedad civil, donde no se trata solo de unos locos defendiendo su patrimonio, sino varios estamentos. Y he querido subrayar esto que para mí es muy buena noticia por dos razones fundamentales.
La primera, porque podemos tener muchas leyes de protección, podemos tener más presupuestos, policías y rejas. Pero si no existe una sociedad civil que considere como suyos esos tesoros, como ya empezó a suceder, nada de lo otro tendría futuro.
Reconocer y agradecer
Ya sé que nos gusta tirarnos piedras e insultos. Pero por una vez creo que tenemos razones para sentir que algo estamos haciendo bien. La otra razón para mí tiene que ver con el reconocimiento. En esto no creo en las falsas modestias.
Si esto está sucediendo hoy, en buena medida, es por el esfuerzo que durante los últimos dos años se hizo desde la campaña Lima Milenaria, en El Comercio. La campaña que empezó en este blog muy probablemente nunca habría alcanzado el impacto que llegó a tener de no haber sido por el olfato, la visión y el compromiso de una persona en ese diario: Martha Meier Miro Quesada.
Y necesito reconocer eso, porque los frutos de esa visión los estamos viendo hoy. Martha sabe que en otros temas hemos estado en orillas muy opuestas, y hemos discutido. Pero en lo que concierne a patrimonio y Lima Milenaria el apoyo siempre estuvo ahí.
Creo que la campaña ha logrado legitimar esta visión de protección y ha conseguido sensibilizar a un sector de la población.
En este último año no solo conseguimos que la alcaldesa de Lima declare a la capital oficialmente como Ciudad Milenaria y Ciudad de Culturas, sino que se produjeron dos hechos sin precedentes en este campo: las dos instituciones principales en cuestiones de patrimonio aprobaron sendos presupuestos para protección.
La misma Municipalidad destinó un presupuesto de 20 millones de soles y el ministerio de Cultura, unos ocho millones. Ese nivel de compromiso con las huacas nunca se había visto en la ciudad. Pero que falta mucho. Falta mucho.
Lo que falta, ahora sí…
Una vez expuestas las buenas razones, una vez teniendo en claro que como sociedad civil estamos avanzando por la ruta correcta, qué nos queda. El (mal) ejemplo de El Paraíso ha dejado al descubierto una serie de falencias, deficiencias y necesidades que simplemente enumero:
- Dejó en evidencia la pésima formulación del D.S.54. En este blog señalamos en su momento que el texto debió enfatizar, en los términos más claros, que es obligación del Estado la protección de su patrimonio arqueológico, y debió dotar al ministerio de Cultura de recursos adicionales para cumplir con las nuevas metas exigidas.
- Dejó en evidencia la necesidad de revisar el alcance de las sanciones. Lo que hizo la municipalidad de San Martín de Porres, de multar a la empresa con siete mil soles, es lo más cercano a un insulto y debería ser cuestionada por esa acción. Las multas por destrucción de patrimonio se deben contar en millones de soles.
- Dejó en evidencia que se necesita sensibilizar al poder Judicial. Hasta ahora no existe nadie en prisión por delito contra el patrimonio. Las penas y sanciones se deben hacer ejemplares. El poder Judicial debe asumir su compromiso en este camino.
- Dejó en evidencia un ministerio de Cultura con limitada capacidad de protección: de más de 350 sitios arqueológicos en la capital, solo unos 40 están incluidos en los registros públicos. Registrar una huaca cuesta en promedio 40.000 soles. ¿Por qué no se aceleró este proceso sabiendo, además, que iban a iniciar trabajos de puesta en valor? Sorprendentemente, El Paraíso no había sido registrado por el ministerio.
Imagino que la lista se puede extender. Pero la esencia es que ahora el camino se puede hacer más claro. En lugar de enfrentarnos a ciegas con la autoridad, creo que podemos avanzar con demandas específicas, para ir consiguiendo logros específicos.
Así que perdónenme los que consideran esto un exceso de optimismo. Creo que, a pesar de todo, estamos construyendo algo sólido. Solo cuando sucede esta acción concertada es cuando las autoridades van a escuchar. Nos vamos acercando.
Enviado por Maritza Villavicencio:
ResponderEliminar1. Ayer el presidente Ollanta Humala en una entrevista televisiva hizo referencia al DS 54 y dijo que si habría que "aumentar el número de arqueólogos para el Ministerio de Cultura, hay que hacerlo" Hay que tomarle la palabra, debe incrementar los fondos, el personal especializado para dinamizar este trámite y no quede desprotegido nuestro patrimonio.
2. De acuerdo en incrementar las sanciones pecuniarias, siempre que se destinen al registro de la huacas faltantes y a su puesta en valor
3. Servicio Comunitario de limpieza, mantenimiento, conservación, capacitación, educacion y promoción de nuestras huacas como sentencia, en vez de aumentar la población de la cárceles. Estas penas reeducan a quien cometió el delito y educa a toda la sociedad.
"Servicio Comunitario de limpieza, mantenimiento, conservación, capacitación, educacion y promoción de nuestras huacas como sentencia, en vez de aumentar la población de la cárceles. Estas penas reeducan a quien cometió el delito y educa a toda la sociedad". Sra. Maritza Villavicienso, me quedo con esta propuesta suya, me parece muy acertada.
ResponderEliminarJustamente hoy El Comercio dedica su editorial a este tema, y añade el elemento de la concesión de los sitios arqueológicos a empresas privadas, bajo supervisión del ministerio. Una opción con la que no solo estoy de acuerdo sino que creo que debe empujarse con más fuerza, antes que terminemos de perder todo.
ResponderEliminarAquí el editorial:
ResponderEliminarhttp://elcomercio.pe/actualidad/1601750/noticia-editorial-lejos-paraiso
La alcaldesa de Lima, tiene doble discurso, por un lado alienta conservación de las huacas, sin embargo da 9 millones de soles para destruir Puruchuco. El comité de defensa y desarrollo Puruchuco, desde comienzos de este año ya realizó jornadas de Limpieza en la huaca. El DS054 debe derogarse no se trata de aumentar el número de arqueólogos que los van a tener limosneando.
ResponderEliminarSi, estimado Javier, tus artículos en El Comercio han sido muy útiles en la defensa del patrimonio, porque dieron recursos a activistas para argumentar (si sale en El Comercio es importante, es la lógica de algunos, que, aunque no entienden de patrimonio y en el fondo realmente les importe poco, al ver que sale en el periódico le prestan atención) y, como dices, es verdad que la causa se ve ahora que "no se trata solo de unos locos defendiendo su patrimonio, sino varios estamentos...", y considero un punto de quiebre la Marcha por la Cultura (6 de junio) impulsada por el CEAR de la UNFV, marchar al Congreso con una multitud en la que estaban estudiantes de arqueología junto a Martorell (ICOMOS) y Talancha, y también José Rodríguez y la gente de Capac (la Sra. Chela), significa estar llegando a la temperatura adecuada como respuesta al cinismo de ministro de cultura y su equipo...
ResponderEliminarEsa Marcha es lo que dices: varios estamentos.
Pero ojo que para que tus artículos -más allá de tus honestas intenciones y sabiendo que el Comercio es vocero de la DBA- dejen de ser solo el blanqueo de suplemento Urbania, era necesaria la presión ciudadana, la cual ha surgido desde las redes sociales. Enorme mérito de Foro Patrimonio Vivo, ya desde el 2009 hizo diagnóstico de lo que ahora es evidencia: “falta de liderazgo y debilidad institucional. Las normas existen pero no se cumplen. La protección del patrimonio carece de personal y presupuesto. No existe voluntad política de convocar a la sociedad civil para el diseño participativo de políticas de Patrimonio”.
http://manifiestosalvemospatrimonioperu.blogspot.com/
Interesante lo de Turquía, intento de convertir parque en Mall derivo en la primavera turca; es que inversión privada y boom económico y de las constructoras es capitalismo salvaje... la respuesta es cambio de modelo económico.
Gracias, Herbert. Importante lo que dices. No he pretendido minimizar esos aportes para nada. Mas bien señalar que desde esa campaña de dos años además de informar se buscó dar legitimidad, peso, importancia a todos los movimientos. Hasta ese momento muy pocos les hacían caso. Y hoy, espero no equivocarme, se ve que hay grupos que se consideran interlocutores válidos.
EliminarUna Lima milenaria està en consonancia con un Peru ancestral, con pocos iguales en el mundo, a lo más seis o siete. Solo queda dar la talla, ante tanto reto y descomunal encargo.
ResponderEliminarDebemos ser muy cuidadosos con las medidas que proponemos para nuestro patrimonio. La concesión al "sector privado" debe medirse cuidadosamente: el patrimonio no es un negocio, aunque manejado científicamente da resultados económicos y sociales de desarrollo altamente sostenible. Tenemos ejemplos existosísimos en ese sentido, donde la participación incluso de la empresa privada es modélica: la Huaca del Sol y de la Luna tal vez el primero de ellos. Se ha generado un conocimiento científico del sitio y del proceso cultural que representa. Gracias a ello hay interés internacional por conocer el sitio. Pero más importante que ello: se ha generado un cambio en la autopercepción del habitante local que hoy se siente heredero de una tradición cultural poderosa, se ha generado productos artesanales de alta calidad, se han creado negocios y empresas turísticas para brindar servicios, se ha incorporado la iconografía ancestral a los valores sociales vigentes. Todos esos factores y muchos más son los que se puede lograr a través de una adecuada gestión del patrimonio. Ese es el objetivo. Entonces, entregar en "concesión" directamente a empresas no necesariamente es una solución. Potenciar el rol de las universidades y otras instituciones científicas, crear órganos especializados de alto nivel en las regiones, organizar colectivos sociales que den soporte en actividades compatibles con su naturaleza, etc., etc. La solución fácil de "dar en concesión" es como pedirle al Estado que simplemente se "leva las manos" y se deshaga "del problema" del patrimonio cultural, sin garantizar que se priorice su alto valor científico y simbólica para el Perú, primero, y para la humanidad en su conjunto. Fomentar programas de resonsabilidad cultural corporativa, alianzas público-privadas donde entidades científicas sean responsables de los indispensables trabajos de investigación y, cuando sea el momento y con el respeto de lo intangible, la empresa pueda generar servicios, etc., etc. Una de las grandes virtudes de un modelo de desarrollo desde el patrimonio es la generación de desarrollo endógeno: las concesiones implicarían en muchos casos que se creen enclaves que más que aportar recursos a la sociedad local generan mayor exclusión y problemas asociados (por ejemplo, suba del costo de vida, actividades sociales no deseables, etc.).
EliminarMuchas gracias, Alberto. Alberto Martorell es el presidente de ICOMOS-Perú, organización con categoría de consultora para Unesco en temas de patrimonio inmueble.
ResponderEliminarEl éxito de Lima Milenaria nos hace pensar que quizás sea necesario implementar Perú Milenario, pues la destrucción de sitios arqueológicos en el territorio peruano es espeluznante.
ResponderEliminarFrancisco Vallejo