Celebración en las huacas del Parque de las Leyendas, origen urbano de Lima. |
Una pregunta que podemos hacernos de tiempo en tiempo es ¿qué país le estamos dejando a los niños de hoy?, ¿cuáles son esas riquezas que los harán sentirse herederos de un país único, por el que vale la pena esforzarse, mejorar, trabajar?
Perú es uno de los seis países cuna de civilización en el planeta. A diferencia de varios de ellos, como Irak donde se ha destruido casi todo, aquí todavía queda evidencia que habla de un extraordinario proceso de creación de conocimiento, de arte, de cultura.
Sin embargo hoy, como nunca, ese hermoso legado está en serios aprietos. ¿Qué responsabilidad hemos asumido para pasarlo en las mejores condiciones a los que vienen? ¿Cómo garantizamos que en el futuro habrá espacios para gozar y sorprendernos con lo que se hizo sobre nuestro territorio a lo largo del tiempo?
La siguiente entrevista no es una entrevista feliz. Es un crudo análisis desde el aspecto legal, sobre las deficiencias y debilidades de nuestro sistema. Hay, creo yo, una bien merecida crítica al ministerio de Cultura. Algo debe hacerse. Para empezar, tomarnos en serio. Tomar nuestra herencia en serio. Los escollos son grandes y, quiero pensar, no queremos terminar con el vaticinio de este abogado: haber perdido todo en 100 años.
Fabricio Valencia es un abogado que nació y vivió entre huacas. Hijo de arqueólogos, ya antes de ir a la universidad respiraba de cerca la riqueza, y la pobreza, de este país. Él es uno de los pocos abogados en el medio especializado en Patrimonio Cultural. Tiene un blog del mismo nombre y durante casi diez años trabajó en el área legal del entonces INC y luego con el ministerio.
Aquí, con valentía y responsabilidad, se atreve a poner en riesgo su relación todavía vigente con esa institución. Pero hay verdades que tienen que exponerse.
¿El patrimonio está bien protegido legalmente?
La actual ley de patrimonio es aceptable y puede ser mejorada. Pero no se aplica bien.
¿A qué se refiere?
Por ejemplo: si el Ministerio de Cultura (MC) se entera de que alguien está tratando de demoler un sitio arqueológico, envía a sus expertos y su abogado, con la policía y el fiscal. Lo mejor que pasa es que paralizan la demolición, pero solo por ese momento. Esto puede dar lugar a un proceso administrativo sancionador, que toma unos seis meses. Pero al segundo día la misma gente va y se tira el sitio abajo.
¿Cómo debería ser?
Lo que el MC debería hacer es dictar una medida cautelar. La ley lo permite y significa que la paralización es permanente. Es una medida mucho más eficiente, que necesita una resolución del MC. Es verdad que esto de por sí no va a detener la destrucción, pero fortalece a la autoridad y puede dar pie a una denuncia penal.
¡Pero sacar una resolución es un trámite engorroso!
Una resolución de este tipo se puede hacer en ocho horas.
¿Por qué no se hace?
No lo sé.
¿El MC sabe que tiene la capacidad para hacer esto?
Sí, claro.
¿Qué otras deficiencias existen en la aplicación de la ley?
El MC solo tiene potestad de emitir multas, que en teoría pueden ser muy altas. No puede enviar a nadie a prisión porque eso es potestad del poder judicial. Pero el hecho es que las mismas multas casi nadie las paga. El infractor apela y el poder judicial muchas veces anula las sanciones.
¿Hay mucha corrupción?
No es eso. Es que las sanciones no fueron bien fundamentadas. Lo primero que se necesita es equipos multidisciplinarios para saber aplicar sanciones. Un arqueólogo no puede hacer el trabajo de un abogado. Segundo, el ministerio debe hacer seguimiento oficial en el poder judicial, pero tampoco se hace mucho.
¿Y ha ido gente a prisión por delitos contra el patrimonio?
Sí, conozco dos casos, en Cusco.
¿Solamente?
No hay más. Y esto en los últimos 10 años.
¿Por qué no hay más casos?
Porque según la ley, el dolo se comete por conocimiento y con voluntad. En este caso, el Estado debe comprobar que el infractor sabía que ese lugar era patrimonio cultural y que pese a eso atentó. Es casi imposible probar eso.
En el caso de una huaca, ¿cuál es la mejor manera de protegerla?
Son varios pasos: declararla patrimonio cultural es lo primero. Luego, delimitar el área; publicar la medida en El Peruano; hacer el saneamiento físico y legal; e inscribirla en registros públicos.
¿Se hace todo eso?
El MC declara, a veces delimita, y rara vez publica. Son tareas que demandan recursos pero son realizables y necesarias.
¿Siempre ha sido así?
En realidad ha mejorado. Antes se hacía solo la declaración de patrimonio y no se delimitaba. Era una declaración enunciativa. Aun así en Lima muy pocos sitios han sido delimitados.
¿De repente el ministerio no sabía que tiene que hacer todo eso?
Sí lo sabían, pero no lo hacían. El ministerio es muy débil como institución, además de tener poca profesionalización. Salvo casos muy puntuales de expertos muy respetados los cuadros de profesionales son limitados y existe poca continuidad.
"Lo más importante para proteger es voluntad política, que nos falta" |
Para empezar, hay que decir que el ministerio no tiene un área especializada donde un grupo de profesionales se dedique a esto. Existen unidades distribuidas en distintas áreas. Lo que se tiene que ver primero con un sitio que es patrimonio es si el lugar ha sido invadido o si es propiedad privada.
¿Por qué?
Porque si ha sido invadido, existe un procedimiento que permite en teoría reubicar y desalojar a los invasores. La ley lo permite pero no se hace. Si hay 100 invasores hay que investigar a cada uno.
¡Pero es un trabajo enorme!
Sí, claro que sí, pero se puede hacer. Lo contrario es hacer lo de siempre: nada, y la gente se queda en la huaca y con el tiempo esta se pierde.
Sin recursos seguramente no se puede hacer más…
Sí que se puede, lo que pasa es que no se ve como una prioridad.
¿Y si es propiedad privada?
La ley señala muy claramente que todos los sitios arqueológicos del país son propiedad exclusiva del Estado. Pero durante años Cofopri dio títulos de propiedad sobre territorios arqueológicos. Eso fue ilegal y el ministerio debió demandar esas inscripciones. Pero nunca lo hizo. Esto en casos de titulación reciente.
Porque luego hay los casos de personas o familias que han sido dueños de tierras durante varias generaciones, donde hay sitios arqueológicos…
Aquí las opciones que le quedan al Estado son aplicar limitaciones al uso de esa propiedad; inscribir su carga cultural en los registros públicos (como una ficha del lugar); o expropiarla.
Entonces el Estado no es siempre dueño absoluto de todos los sitios arqueológicos…
No siempre. Es una contradicción de la ley, particularmente en el caso de propiedades que han estado por mucho tiempo en manos de una familia. Pero los casos mucho más numerosos son los de titulación reciente. Y el MC no ha hecho nada al respecto.
¿Y el Estado puede poner en valor un sitio arqueológico que está en propiedad privada?
Claro que sí. La ley se lo permite y el dueño del predio está obligado a aceptar esto. El ministerio no necesita la autorización del dueño, aunque sí comunicarle de sus intenciones. Esto de todas maneras impone limitaciones sobre lo que puedes hacer con tu propiedad si es que ahí hay sitios arqueológicos.
¿Qué es lo más importante para garantizar la protección de patrimonio?
La voluntad política de querer hacerlo. Porque cuando esto sucede esa voluntad se plasma en modificaciones legislativas para mejorar la gestión; o asignaciones presupuestales; o la misma creación de una policía especializada en patrimonio cultural, que en el Perú es urgente.
¿Y la sociedad civil tiene algún papel?
Puede presionar, exigiendo voluntad política, pero esto funciona mejor en sociedades más democráticas, cuando se escucha y se hace caso a la opinión del ciudadano.
¿Usted cree que en el Perú existe la voluntad política para proteger el patrimonio?
Creo que no. Basta fijarnos en los recientes decretos supremos 054 y 060 para darnos cuenta de que son vejatorios completamente contra el patrimonio nacional. Los políticos en el Congreso, no tienen absoluta idea de lo que es patrimonio y cultura. Para muchos su tarea se limita a construir una loza o una posta médica, que son importantes, pero no a expensas de olvidar una herencia como la nuestra.
En ese contexto ¿qué sentido tiene un ministerio de Cultura?
Vuelvo a repetir: aunque hay varios profesionales muy comprometidos, también está lleno de advenedizos y recompensados. Para muchos, estar en el ministerio es un trabajo más. Son gente que no les interesa el patrimonio y solo están ahí por un sueldo, con lo que el ministerio termina siendo solo de pantalla.
Con más de 100.000 sitios arqueológicos identificados en el país, tampoco es que se pueda proteger todo.
Así es, pero aquí se confunde clasificación con jerarquización. El ministerio ha clasificado monumentos en categorías pero no los ha jerarquizado. Las jerarquías permiten saber qué se puede hacer con ese inmueble y hasta qué punto se puede proteger.
No se le siente muy optimista...
La verdad que no, porque siento que a este ritmo en 100 años solo nos van a quedar los sitios que son patrimonio de la humanidad (8 en la actualidad, en la condición de bienes culturales), porque los otros se habrán perdido. A esos que queden se les dará los mejores cuidados, pero no quedará ni la sombra de lo que un día hubo.
(O de lo que un día fuimos).
Blog de Fabricio Valencia: http://blog.pucp.edu.pe/blog/aleajactaes
Foto: Celebración en las huacas del Parque de las Leyendas (JL)