miércoles, 25 de mayo de 2016

En Chile, discusiones sobre Desarrollo y Patrimonio

Universidad de Chile. Coloquio sobre Patrimonio. Foto: JLizarzaburu.
Hace poco asistí en Santiago a un evento inteligente sobre la manera cómo se viene discutiendo la próxima Ley de Patrimonio Cultural. Fue organizado por la Universidad de Chile y formaba parte de una serie de coloquios que se vienen realizando por todo el país, “porque tenemos que escuchar todas las voces”, dijo en su momento el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, quien dio el discurso de apertura.

Y comparto estas ideas como un sano ejercicio de inspiración, porque esa mañana sentí que había tomado asiento en una reunión donde la visión, de entrada, parecía la correcta: entablar diálogos con los ciudadanos de todo el territorio, con una intención horizontal y abierta.

Los fines quedaban claros desde el inicio: “No buscan acuerdos comunes en este momento, sino de escuchar muchas voces desde muchos espacios”. Pero se abrían puertas.

Ministro de Cultura de Chile, Ernesto Ottone. Foto: entorno inteligente.
El título del coloquio, “El patrimonio: ¿bien común o bien de mercado?” encapsulaba de manera directa una de las preocupaciones existentes. Si la cultura es de todos, creada por todos, ¿cuáles son los riesgos de que sea la empresa privada la que se encargue de empaquetarla, gestionarla y venderla?

Para el rector de la Universidad, una de las más prestigiosas de Chile, Ennio Vivaldi, se trata de una reflexión necesaria "porque el patrimonio nos da sentido como nación y es importante porque produce los valores que alimentan la nación”.

“Se necesita una mirada común en una época globalizada que nos permita un futuro claro”, dijo el ministro. Sugiriendo que hay que evaluar los procesos de patrimonialización que se han venido dando en Chile en los últimos 100 años, “porque el país está asistiendo a un auge de proyectos de desarrollo económico que tienen al centro aspectos de una herencia compartida”, dijo.

El riesgo con un turismo no controlado, precisó Ottone con la visión que no cabe duda es necesaria en alguien que maneja esa cartera, no es que pueda fomentar el interés en la cultura sino que la objetivice.

Se trata de esa conocida tensión entre desarrollo y patrimonio. Pero también, precisó el rector Vivaldi, “tiene que ver con el valor que se le da al pasado y al presente”, que es lo que en esta época vienen generando, en muchas partes, esa pugna entre conservación y progreso.

Ante esa tensión, creciente, más que dejarlo a las dinámicas del mercado lo que planteó el mismo gobierno es que se necesitan soluciones políticas. Y esto en Chile.

La idea de monumento ha quedado desplazada por la realidad de hoy, se acotó en otro momento. “Por ello se necesita un sentido de construcción ante la desaparición de las huellas”.

Espacio del foro. Mayo 2017. Foto: JLizarzaburu.
El marco general para este coloquio son las discusiones temáticas que se vienen haciendo sobre la próxima ley del patrimonio.

Además, es parte de la estrategia de socialización que se viene realizando ad-portas de la creación del nuevo ministerio que, según se remarcó con bastante orgullo, será de “las culturas y el patrimonio” – como para evitar el enfoque centralista y tradicional de ver la multiculturalidad desde un solo espacio de legitimidad*.

En el caso de Chile, más que una referencia a la multiculturalidad ancestral, a lo que se refieren –con una visión que tiene algo de práctico pero también de grandeza- es a la multiculturalidad generada por la presencia de grupos de otros países.

Entre ellos, las comunidades de peruanos. “Son diferentes memorias que obligan a cuestionar las políticas culturales”, señaló el ministro.

Quizás en línea con esto último un experto en políticas culturales, el profesor Javier Pinedo, se refirió a una visión tradicional de la cultura que había sido formulada en Chile “desde lo blanco, lo europeo y lo superior”.

Eso, explicó, llevó a “una visión de la identidad desgarrada”, viendo el patrimonio desde una actitud centralista, imponiendo una visión de país, de identidad, de cultura.

Se llamó la atención a dinámicas comerciales que cruzan las culturales, donde lo privado, el Estado y los movimientos sociales aparecen al centro de una visión de patrimonio que antes que congregar, refleja las distancias sociales y los mecanismos de exclusión.

La siguiente etapa, fue el mensaje común, es cómo ponerse de acuerdo. La posibilidad quedó planteada.

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* y que reemplazará el actual Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

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