Vista área en 3D del proyectado museo. Ocupa tres hectáreas de un total de 450 has. Imagen: Google. |
Pero lo que debería haber generado entusiasmo y colaboración desde distintos sectores, ha terminado dividiendo posiciones entre los que no quieren un museo nacional de arqueología y los que están a favor, en Pachacamac o en otra ubicación.
Los cuestionamientos han sido muchos. Pero a medida que las fuentes relevantes fueron respondiendo, muchas de las críticas se quedaron sin piso (ver notas anteriores al final de este post).
El argumento más reciente consistió en señalar que el proyecto violó normas y acuerdos internacionales, y que la Contraloría denuncia la ausencia de un supuesto permiso de UNESCO.
Embajador de Perú ante la UNESCO: Manuel Rodríguez Cuadros (segundo de la izq.) |
Así que hoy, por primera vez, una voz autorizada dentro del gobierno da la cara sobre este conflictivo punto. El Embajador Manuel Rodríguez Cuadros, uno de los más respetados y reconocidos diplomáticos de su generación, es Representante Permanente del Perú ante la UNESCO en París.
Lo primero que señala es que el supuesto permiso de UNESCO es un procedimiento que no existe. Y que tras las evaluaciones hechas ha quedado confirmado que el museo no afecta el valor universal del sector del Qhapaq Ñan que pasa por Pachacamac.
El embajador Rodríguez respondió vía correo electrónico. Le quedamos sumamente agradecidos por su buena disposición a aclarar una situación que había generado más dudas que certezas:
Los trabajos de excavación ya se iniciaron hace meses. Imagen: Google. |
La UNESCO no adopta posiciones sobre decisiones de los países en torno a su patrimonio cultural, en el sentido de autorizar o no una intervención en el ámbito de un sitio que haya sido declarado patrimonio de la humanidad. Este sistema de autorizaciones o aprobaciones no existe.
Sólo cuando se dan hechos o deficiencias en el sistema de gestión de estos sitios, que afecten su valor universal excepcional (VUE) o las condiciones de integridad y autenticidad, la UNESCO actúa para coadyuvar con el Estado a la preservación y/o eliminación de los factores que afectan el sitio.
¿El gobierno peruano le ha pedido opinión a UNESCO sobre el MUNA?
Sin que exista una obligación al respecto el Ministerio de Cultura tuvo el buen criterio y la responsabilidad - en una lógica de preocupación por la preservación – de informar al Centro del Patrimonio Mundial, el 13 de enero del 2016, sobre la creación y construcción del Museo Nacional de Arqueología (MUNA).
Esto se hizo además teniendo en cuenta las recomendaciones contenidas en el párrafo 172 de las Directrices Prácticas de la Convención del Patrimonio Mundial, teniendo en cuenta que la construccion está prevista en un lugar asociado al tramo Xauja-Pachacamac del Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino, que fue declarado patrimonio mundial de la humanidad el año 2014.
El informe de ICOMOS-Internacional*, de abril 2016, desarrolla ampliamente sus cuestionamientos al proyecto del Museo
El 18 de abril ICOMOS hace llegar su evaluación al gobierno peruano, en respuesta a la carta del 13 de enero. En ella señala aspectos positivos de la ubicación del MUNA en Pachacamac, pero también potenciales efectos adversos.
Con la finalidad de superar estos últimos ICOMOS hace una serie detallada de recomendaciones al gobierno peruano. Posteriormente, el Ministerio de Cultura da respuesta a esas recomendaciones, a través de un informe técnico (agosto 2016), que absuelve todas y cada una de las recomendaciones de ICOMOS y sus inquietudes.
El MUNA servirá no solo para exhibir piezas sino como depósitos con tecnología de punta para proteger un legado que se encuentra en peligro. Imagen: Google. |
Se indica que el proyecto cuenta con el estudio de impacto ambiental, el plan de gestión y los estudios urbanos correspondientes. Y, sobre todo, que no afecta el valor universal excepcional del tramo Xauja – Pachacamac del Qhapaq Ñan.
Se responde también a las inquietudes de ICOMOS sobre los asuntos relativos a la contaminación visual, la no perturbación de recursos arqueológicos existentes, la superposición de planos entre el santuario y el segmento asociado al Qhapaq Ñan, la evaluación de no impacto al patrimonio, las previsiones del uso del movimiento de tierra y respuestas técnicamente razonadas a las demás observaciones de ICOMOS.
¿El gobierno peruano se compromete a cambios específicos en el proyecto?
El informe técnico del Ministerio de Cultura es muy preciso y detallado. Corresponde al Ministerio decidir sobre su publicidad o no. En principio los procedimientos de protección, salvo las decisiones del Comité, no son públicos. Yo pienso que deben darse a conocer.
En diciembre pasado ICOMOS-Internacional emite un informe final, de tres párrafos, y algunos lo han interpretado como que no da su visto bueno. ¿Ellos están o no a favor del museo en Pachacamac?
En diciembre del año pasado, ICOMOS envía su respuesta y evaluación al Informe presentado por el Ministerio de Cultura y señala que las respuestas son concisas, informativas y satisfactorias.
Añade que ICOMOS aprecia que el Estado parte, es decir el Perú, haya decidido utilizar y respetar el Plan de Manejo del Santuario Arqueológico de Pachacamac como guía para construcción e implementación del proyecto del MUNA, propuesto en el área de Pachacamac.
¿Por qué cree que ICOMOS-Internacional no ha sido más explícito en su posición?
ICOMOS ha sido – técnicamente - absolutamente explícito. Hizo una evaluación, estructuró un conjunto de preocupaciones y recomendaciones. Recibió el informe y las respuestas del Ministerio de Cultura sobre esas observaciones y recomendaciones, y las considero satisfactorias. Más explícito que ello, imposible.
Parte del legado arqueológico se exhibe en el Museo Nacional de Pueblo Libre. Ya en los años 70 el arqueólogo Luis Guillermo Lumbreras señalaba que esta no era la mejor manera de mostrarlo. |
Exacto. Así es. Tal como está el proyecto, incluyendo las respuestas a las recomendaciones y preocupaciones de ICOMOS, que a mi juicio pasan a ser parte del expediente técnico del proyecto, no afecta el valor universal excepcional del tramo Xauxa- Pachacamac del Qhapaq Ñan.
¿Podemos decir que el proyecto ha quedado 'oleado y sacramentado'?
Eso lo decidirá el Ministerio de Cultura. Lo que sí se puede afirmar es que la opción de construir el Museo en Pachacamac es viable dentro de las normas y criterios de aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial.
El proyecto a la fecha no ha conseguido aglutinar un mayoritario apoyo de la sociedad civil. En ese contexto, ¿usted cree que el MUNA todavía es viable en Pachacamac?
Conozco diversas personalidades que se han pronunciado en contra y a favor. Quienes han presentado sus preocupaciones creo que lo hacen de buena fe, y con una convicción de preservación del patrimonio que estimula.
En buena hora que en cada iniciativa sobre el patrimonio sigamos teniendo voces que dan la voz de alerta para evitar que se afecte o destruya.
Yo, como embajador en la UNESCO, aliento esas voces de defensa del patrimonio cultural de la Nación. En este caso han servido para que la situación se procese muy positivamente en el marco de la UNESCO.
El museo de Pueblo Libre es uno de los más bellos y visitados de Lima. Es una estructura colonial del siglo XVIII comprada por el último virrey español. Imagen: Google. |
La principal obra que el Estado, el gobierno y la clase política del país debe entregar a la Nación con motivo del Bicentenario es, a mi juicio, el MUNA, se ubique donde se ubique.
Debe avergonzarnos a todos que luego de doscientos años el Perú no cuente con un Museo Nacional, siendo la sociedad peruana una de las seis que dio origen a las grandes civilizaciones de la humanidad.
Hay que pagar esa deuda con toda la población del Perú, con los peruanos y peruanas que a lo largo de milenios crearon y desarrollaron las culturas de las cuales hoy somos herederos.
Es una deuda con las actuales y futuras generaciones, con la historia, con la conciencia de nuestros pueblos, y obviamente con la humanidad.
¿Necesitamos el MUNA?
Sí, porque el Perú no es una sociedad contemporánea sino el espacio físico y humano donde desde hace más de 4,000 años se ha desarrollado la civilización andina.
Sobre esa base se ha creado la nación peruana, a partir del proceso de síntesis y coexistencia de la cosmovisión y las culturas andinas con los elementos culturales y las instituciones que nos vinieron de Europa.
Necesitamos un museo nacional que narre nuestra historia, que recupere la memoria colectiva, que nos hable de nuestra identidad y de nuestras aptitudes, capacidades y creaciones ancestrales.
Necesitamos un museo que empodere a los peruanos y peruanas de hoy y mañana, sobre todo a las futuras generaciones, en torno a la dignidad, los valores y los aportes de nuestras sociedades y culturas a la historia general de los peruanos y a la historia de la humanidad.
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* En repetidas oportunidades se solicitó una entrevista con un representante de ICOMOS-Internacional en París y este 20 de febrero respondieron: “Lamentablemente, según las reglas que aplican al papel de ICOMOS como Órgano Consultor del Comité de Patrimonio Mundial, no podemos dar entrevistas sobre el trabajo que hacemos para UNESCO”. Firmado: Emeline MOUASSEH, ICOMOS-París.
Proyección 3D de la fachada del futuro Museo Nacional de Arqueología, MUNA. |
Otras notas en este blog sobre el MUNA (hacer clic sobre los títulos):
Parte 1 de 2:
ResponderEliminarCon el respeto y admiración que me merece el Embajador Rodríguez Cuadros, y siendo como es una persona altamente capacitada en sus funciones dentro del esquema de Relaciones Exteriores, debo manifestar en primer lugar, Javier, que pecas de poco objetivo -algo muy poco usual en tu persona - al calificarlo de la primera voz del gobierno que “habla sobre el próximo Museo Nacional de Arqueología, MUNA, y aclara una serie de dudas esgrimidas en contra del proyecto”; primero porque no es la primera voz, segundo porque no es parte de este gobierno, aunque lo hayan mantenido en la representación, su nombramiento como embajador ante la UNESCO data de la época en que la Sra. Álvarez Calderón era Ministra de Cultura, y sin duda hay ciertos trámites de ese entonces que ya le quitan independencia a la respetable voz del Embajador Rodríguez Cuadros.
Finalmente, reiterando mi respeto al personaje y su indiscutible calidad profesional, debo recordar que los criterios con los que se nombran a los representantes diplomáticos ante la UNESCO no han sido casi nunca los de la alta especialidad en cultura del elegido. Por que sí, la gestión cultura y el manejo de lo cultural, son una especialidad académica y administrativa. Hay embajadores que se dedican con gran interés y capacidad a su función ante UNESCO, como me consta que es el caso y lo agradezco como peruano. Pero eso no le convierte en una autoridad en el tema. Tiene, sí, una representación política que hace interesante su opinión y una carrera diplomática diversa y amplísima, con cargos en diversos organismos internacionales como haber sido asesor de la Misión de Paz de la ONU en El Salvador, pertenecer al Departamento de Asuntos Políticos de la ONU, entre otros altísimos cargos en los que estoy seguro ha cumplido con honores. Pero en el campo de la cultura y la política, la suya es una opinión más, desde un cargo importantísimo y con mucho poder e influencia en el tema, pero una opinión más en el debate. Qué bueno que participe en el debate, mediante tu siempre ilustrado blog. Pero el debate sigue abierto y no es cuestión de que el Ministro diga que el proyecto si va porque no le quede otra opción después de lo declarado por don Manuel Rodríguez.
El debate es valioso, sin duda. Todos los que participamos en él tenemos interés en el gran museo nacional. Sino, no nos preocuparía el tema en lo absoluto. Acá no se trata de criterios sectarios ni posiciones ajenas al compromiso con nuestro patrimonio: el Perú merece un gran museo. Pero, sabiendo como buen periodista Javier, que se aprobaron trámites, informes y firmas de documentos en el mismo día ¿no sospechas que hay algo oscuro? A muchos la ilusión de que por fin tengamos un museo los ha cegado, y no importa que hayan cabos sueltos, con tal que haya museo. Eso es una versión política del “roba pero hace obra”. Es un “no importa cómo pero hace museo”. Y es moralmente grave para el Perú.
Porque merecemos un verdadero museo nacional. Intentamos aportar desde ICOMOS en tal sentido. Escribimos y llamamos a la Ministra anterior y no se dignó escucharnos. Y esa falta de debate no se ha suplido por eventos como alguno en el que participaste, junto a otros profesionales a favor del proyecto, mientras que a ICOMOS ni siquiera se le invitó. No me respondas por favor que podíamos ir de público y hablar, porque sabes que las cosas bien hechas tienen ciertas formas mínimas. El Perú merece un GRAN MUSEO y el que legó la administración Humala-Heredia está lejos de serlo.
Pero sigo. Afirmas que “no deja de ser curioso que ICOMOS-Perú esté en franca oposición a lo que señala el mismo ICOMOS-Internacional en París”. Estoy seguro que el Embajador Rodríguez Cuadros, cuya experticia en relaciones internacionales le permite una lectura más detallada de las cosas, te podría decir que no hay contradicción, ni curiosidad alguna. Y nuevamente, percibo un tono que no parece ser el tuyo, objetivo y ecuánime, que tus lectores siempre esperamos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarParte 2 de 2.
EliminarICOMOS Perú no está en franca oposición a lo que dice ICOMOS internacional, y para aclarar por fin este tema sobre el que se ha especulado ya demasiado, estamos organizando una conferencia de prensa a la que por supuesto estás cordialmente invitado, este jueves en el Postgrado de la UNI a las 11 am. Esperamos también a tus lectores y colegas. (Juan Fanning 570 Miraflores)
Tengo que hacer un escrito largo porque hay mucho que responder, y me siento obligado a hacerlo no sólo por ser presidente del Comité Peruano de ICOMOS al que aludes, sino porque hay aspectos técnicos que me siento en la obligación de aclarar porque mi tesis doctoral (en Derecho de la Cultura) versa sobre procesos de la UNESCO.
Según afirmas, dijo el Embajador “Lo primero que señala es que el supuesto permiso de UNESCO es un procedimiento que no existe.”
Me sorprende. Es lo que argumentaba el gobierno Fujimori cuando pretendió hacer un teleférico en Machupicchu contra la opinión –o sin la opinión- de UNESCO. En este caso, desde ICOMOS Perú consideramos que no era necesario una consulta a la UNESCO porque Pachacamac, si bien está en la lista indicativa, sólo está en la Lista del Patrimonio Mundial como bien asociado a un tramo inicial del Qhapaq Ñan, y ese tramo está alejado del QÑ mismo.
Pero la consulta es obligada si hay posibilidades de afectación. Esas “recomendaciones” diplomáticas son deberes de actuación. La “jurisprudencia” de UNESCO lo demuestra así.
La ex Ministra, en un exceso de celo que no parece sincero, porque por un lado consultó al Centro del Patrimonio Mundial, pero por otro no se dignó siquiera escuchar las opiniones de ICOMOS Perú, decidió hacer la consulta. Si ella sentía que el proyecto podía dañar los valores universales excepcionales del sitio Qhapaq Ñan, hizo bien en consultar, finalmente.
Pero debemos ser claros y precisos: al Centro de Patrimonio Mundial se le pregunta si un proyecto puede dañar los valores universales excepcionales de un sitio. Absolutamente nada más. Ese mandato le es retransmitido a ICOMOS internacional, puntualmente.
No autoriza, ni deja de autorizar un proyecto en sí mismo: si está lejos de un sitio de patrimonio mundial, ya se puede hacer de papel, de lata o de cemento. Y sin embargo, en el primer informe, como una reflexión, se le hace notar al Perú que construir con tierra sería más apropiado. Eso, que parece secundario, en el lenguaje diplomático, resulta una gran llamada de atención. Y no se le hizo caso.
Y debo contradecir al respetado Embajador cuando afirma que UNESCO no adopta posiciones sobre autorizar o no obras en sitios de patrimonio mundial. No es el caso, pero tan las adopta que declara en peligro o cancela la pertenencia de sitios a la Lista del Patrimonio Mundial.
Coincido con el Embajador en que el informe que presentó el Perú ante la UNESCO debe ser público y sigo percibiendo una actitud de ocultamiento en el Ministerio de Cultura, pues cuando recientemente solicité la documentación íntegra del caso, me responden, vía transparencia de la información, con una parte muy limitada del mismo.
ICOMOS Perú coincide con ICOMOS internacional plenamente: no hay daño a los Valores Universales Excepcionales. PERO HAY DAÑOS A LOS VALORES NACIONALES QUE NOS CORRESPONDE COMO PERUANOS DEFENDER Y DENUNCIAMOS. Hay un museo, el de Pueblo Libre en grave riesgo. Y en eso levantaremos la voz alta y clara porque el patrimonio es de la NACIÓN PERUANA y As. ICOMOS Perú como institución especializada de la sociedad peruana, defiende los principios de un patrimonio accesible, del máximo valor simbólico, que goce de todas las garantías necesarias, que represente a todos los peruanos, que de cara al Bicentenario garantice una visión de un país enriquecido en su diversidad histórica y cultural, que mira al Siglo XXI superando las tristes etapas de corrupción que nos está tocando vivir. Pensar que el único museo nacional posible es el mal legado por el Cmte. Humala y la ex Ministra Álvarez Calderón es terriblemente derrotista.
Estimado Alberto, gracias por tomarte la molestia de escribir. Lo que me queda claro es que descalificas al embajador de Perú ante la UNESCO porque en tu opinión no es un experto. Pero sospecho que por el cargo que ocupa tuvo que enterarse bastante bien sobre lo que estaba escribiendo, dado lo delicado y conflictivo del tema. No creo que sea un irresponsable para escribir sin saber de lo que habla. Y sobre la Unesco e Icomos Internacional ahora dices que tú opinas lo mismo que ellos. Me parece bien que lo hagas, pero hasta solo unas horas cuando publicaste tu comunicado de prensa decías lo contrario: "...versiones que vienen circulando en medios de prensa y redes sociales sobre un supuesto apoyo de ICOMOS a la construcción del Museo Nacional de Arqueología en Pachacamac...", "...tenemos serias observaciones que compartir...". Pero resulta que ICOMOS-Internacional, según su informe de diciembre, no está en contra del museo, no ha vuelto a exigir nada al gobierno, ni tiene ni serias ni pequeñas observaciones adicionales que hacer. Es más, se ha mostrado satisfecho con las respuestas del gobierno. Entonces, ¿cuáles van a ser los nuevos argumentos en contra del proyecto? No me cabe la menor duda que aparecerán más.
EliminarJavier: tenemos que ser muy precisos en el lenguaje. ICOMOS tiene una sola posición: el proyecto no afecta patrimonio mundial. Eso es lo único que ha dicho y lo único a lo que puede referirse el informe. Está muy lejos y es una interpretación antojadiza decir que ICOMOS apoya el proyecto MUNA. Ni puede, ni debe, ni lo hace. Dice que no daña el patrimonio mundial, y en eso coincidmos. Más allá de ello es nuestra competencia, como país y como Comité Nacional opinar, y lo hacemos basado en hechos concisos: trámites oscuros, informes faltantes, observaciones de la Contraloría, costos de mantenimiento futuro imposibles de cumplir. Eso no ha sido parte del informe de ICOMOS. Además, hay un factor de buena fe en las relaciones internacionales bajo la que actúa ICOMOS. Se supone que si le consultan un proyecto es porque su viabilidad nacional no está en dudas. Pero el caso es que sí lo está y que las autoridades del turno pasado no informaron debidamente sobre la situación en sus pedidos de opinión.
EliminarTampoco confundas las cosas: respeto muchísimo la figura y la palabra del Embajador Rodríguez Cuadros. Pero lo que considero errado es que nos presentes el tema como si la suya fuera la última y definitiva versión posible de las cosas.
Pueden existir una serie de opiniones sobre la construccion del museo en Pachacamac, pero considero que tiene un peso importante la ubicacion, al instalarlo en Pachacamac va aimpedir que muchos alumnos de planteles modestos púedan desplazarse hacia Pachacamac, debemos ser realista, tambien vamos contra el desarrollo del distrito de Pueblo Libre al quitarle el mas importante sitio o atractivo mundial. Cesar MaguiñaInstituto Americano de Investigacion y Conservacion.
ResponderEliminarEstimado César, creo que parte del debate está muy centrado en Pueblo Libre y no en el patrimonio arqueológico. Me parece que lo lógico es pensar qué es lo mejor para ese valioso legado que lleva décadas en depósitos inadecuados.
EliminarNo se si es un error de tipeo o transcripción, pero el Embajador señala que el MC envia la comunicación a UNESCO, el día 13 de enero de 2015.
ResponderEliminarSin embargo, la fecha correcta es 13 de enero de 2016.
Es decir, cuando el proyecto ya tenia los recursos económicos en manos de UNOPS para que inicien la construcción del edificio.
Quizá sea pertinente poner un pie de página, aclarando este error de fechas...
Se le ha pedido la aclaración al embajador.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarImportante opinion esta compartida por Javier, pero claramente abierta a debate, que es lo que se debe tener hasta que finalmete este proyecto tome la forma adecuada con todos sus objetivos claros.
ResponderEliminarSi me permiten quisiera hacerles llegar mi opinion de manera completa en la siguiente nota recien publicada en American Anthropologist. Gracias Javier por el permiso de usar este foro:
Descargen el documento aqui: https://www.dropbox.com/s/0ftwkikqfmgq207/World%20Archaeologies%20Higueras%202017.pdf?dl=0
o https://tinyurl.com/z2on4tj
Alvaro
Muchas gracias por el aporte, Álvaro, con ideas que refrescan y alimentan el material de debate. Solo algunas precisiones: el museo de Pueblo Libre solamente es de Arqueología, Antropología e Historia desde 1992. En cuanto al edificio, se trata de una estructura colonial, fue la residencia de verano del último virrey español en el Perú. A todas luces la simbología histórica lo convierte en un lugar contraproducente para establecer una narrativa que subraye los desarrollos culturales prehispánicos. En cuanto a previos intentos de construir un museo, a lo largo de los últimos 200 años ha habido varios (leer mi nota al respecto). Y, finalmente, tengo entendido que existe un guión museográfico, que no es definitivo pero existe. Un abrazo
EliminarNo podemos construir sobre viejos traumas. Nuestra historia es la que es, Javier, y o la aceptamos o seguimos siendo un país con crisis identitarias. Nadie quiere, que yo sepa, que el MNAAH se mantenga tal cual y que los bienes sigan en depósitos poco adecuados. Lo que hemos pedido en numerosos foros y ocasiones es que se destine el cuartel aledaño para albergar un museo como es debido. Allí nuevos espacios explicarán el proceso histórico nacional de manera general. El guión sobre el "futuro museo de Pueblo Libre", es realmente débil y es una salida para decir que no se abandona ese espacio, pero la verdad es que simbólicamente se pretende desaparecerlo.
EliminarJavier, con toda la admiración que le pueda tener a nuestro ilustre y distinguido embajador Manuel Rodríguez Cuadros, lo argumentado por Unesco, de la cuál él hace de portavoz, no cambia las cosas respecto a la impertinencia de ubicar esta megaobra, cual si fuese un pequeño museo de sitio, en las inmediaciones del santuario de Pachacámac. Semejante obra entra en conflicto contextual con el propio santuario arqueológico, puesto que le roba protagonismo. Para mí es la razón más importante por la que no debe hacerse allí, independientemente de las otras razones esgrimidas, casi todas ellas válidas. Mejor es llegar al bicentenario sin esta obra que con la obra perturbando y alterando el asentamiento arqueológico y la nueva dinámica que la obra impondría, amén de las transformaciones del entorno que ella conllevaría. Llegar al bicentenario con esta obra no creo que sería motivo de celebración sino por el contrario motivo de preocupación por las implicancias que ella acarrearía. Otra debe ser la ubicación de nuestro deseado gran museo nacional, sin que comprometa santuarios arqueológicos (u otros) de primer, segundo o tercer orden.
ResponderEliminarArq. Robinson Ortiz
Gracias, Robinson. Sí que sería una gran pena llegar a esa fecha sin soga ni cabra, como pongo en la entrevista, y no tener ningún auténtico motivo de celebración.
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