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La necesidad de trabajar por mejores condiciones de vida en las ciudades. Foto: Publimetro. |
La encíclica, que es un documento que escribe el Pontífice a los cristianos de todo el mundo sobre temas que considera de mayor relevancia, es también una exhortación al cambio, a la reflexión.
Al enfocarse en el planeta, el medio ambiente y las ciudades, Francisco buscaba y busca generar un diálogo sobre un tema que, en algunos países, ha quedado a la deriva. Tenemos un deber y una responsabilidad de construir mejores lugares donde vivir.
La suya es una visión integrada e integradora: no podemos limitarnos a la sobrevivencia, dice, porque el ser humano está hecho para más, para desarrollar su identidad, para vivir la belleza, para aprender del pasado y para crear espacios donde la armonía generen nuevos vínculos entre todos.
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Papa Francisco. Imagen: ACIPrensa. |
A continuación los párrafos más relevantes de la encíclica en relación a los temas de ciudad (la versión completa de la encíclica la puede leer aquí).
[44] Hoy advertimos, por ejemplo, el crecimiento desmedido y desordenado de muchas ciudades que se han hecho insalubres para vivir, debido no solamente a la contaminación originada por las emisiones tóxicas, sino también al caos urbano, a los problemas del transporte y a la contaminación visual y acústica. (…) No es propio de habitantes de este planeta vivir cada vez más inundados de cemento, asfalto, vidrio y metales, privados del contacto físico con la naturaleza.
[143] Junto con el patrimonio natural, hay un patrimonio histórico, artístico y cultural, igualmente amenazado. Es parte de la identidad común de un lugar y una base para construir una ciudad habitable. No se trata de destruir y de crear nuevas ciudades supuestamente más ecológicas, donde no siempre se vuelve deseable vivir.
Hace falta incorporar la historia, la cultura y la arquitectura de un lugar, manteniendo su identidad original. Por eso, la ecología también supone el cuidado de las riquezas culturales de la humanidad en su sentido más amplio. (…)
[151] Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de « estar en casa » dentro de la ciudad que nos contiene y nos une.
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Sacristía de la iglesia jesuita San Pedro de Lima, joya del barroco americano. |
[156] La ecología humana es inseparable de la noción de bien común, un principio que cumple un rol central y unificador en la ética social. (…)
[215] En este contexto, « no debe descuidarse la relación que hay entre una adecuada educación estética y la preservación de un ambiente sano ». Prestar atención a la belleza y amarla nos ayuda a salir del pragmatismo utilitarista.
Cuando alguien no aprende a detenerse para percibir y valorar lo bello, no es extraño que todo se convierta para él en objeto de uso y abuso inescrupuloso. Al mismo tiempo, si se quiere conseguir cambios profundos, hay que tener presente que los paradigmas de pensamiento realmente influyen en los comportamientos. (…)
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Huaca Fortaleza de Campoy, SJL. Año 900-1200 aprox. Foto: Rolly Reyna. |
A su alrededor se desarrollan o se recuperan vínculos y surge un nuevo tejido social local. Así una comunidad se libera de la indiferencia consumista. Esto incluye el cultivo de una identidad común, de una historia que se conserva y se transmite. (…)
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Muy pertinente.
ResponderEliminarLos mensajes llegan de todas partes: queremos, necesitamos mejores ciudades
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