miércoles, 17 de julio de 2013

PRESIDENTE: ¿QUÉ HACEMOS CON NUESTRA RIQUEZA?

Estudiantes en la Fortaleza de Campoy, SJL. Foto: Rolly Reyna/El Comercio.
 
Me pregunto qué siente el presidente Humala cuando ve que una empresa inmobiliaria se cree con toda la autoridad para destruir un vestigio arqueológico de 4.000 años de antigüedad. Me pregunto qué piensa cuando ve que otra empresa inmobiliaria se toma el templo de Huacoy, de 3.800 años, lo lotiza y levanta casas.  Me pregunto qué dice ante las constantes amenazas de invasión en Pachacámac, de 2.000 años.  Me pregunto cómo reacciona cuando ve que la gran ciudad de Cajamarquilla, de 1.400 años de antigüedad, yace en tan indigno abandono.

Me pregunto quién le tapó los ojos al mandatario.  Cómo así se permite no ver no solo la abundante riqueza arqueológica que define a Lima, sino el potencial económico y de desarrollo que yace debajo de capas de tierra y de siglos de olvido.

¿Sabe el presidente Ollanta Humala que Lima tiene un catálogo de arquitectura monumental que cubre 4.000 años de desarrollos culturales en nuestros valles?  ¿Sabe que eso nos convierte en parte de un puñado de ciudades, que no superan las cinco en el mundo, que pueden ofrecer una riqueza incontrastable? ¿Sabe el mandatario que ahí yace una fuente enorme de originalidad, el recurso inagotable y más buscado en esta época de globalización?

Es una mala coincidencia. Los atentados recientes contra el patrimonio -que es verdad se producen con creciente frecuencia en todo el país y no solo en Lima- suceden después de la promulgación del D.S.54.  Un decreto que nunca explica en los términos más claros que la protección de nuestra herencia cultural es un fin supremo del Estado.

Es verdad que el ministerio de Cultura hace lo que puede. Para algunos hace poco o nada. Yo pienso que esta gestión ha hecho más que otras y se ha comprometido (con sus limitaciones) con la protección y puesta en valor de nuestro legado.  Pero ¿qué  hace un ministro de este sector ante las enormes presiones comerciales?

Por eso le toca al Presidente entender. Por eso, le toca a Ollanta Humala escuchar, ver, sentir, imaginar, proyectar, decidir mejor.  Con cada huaca destruida, con cada casona que se incendia, con cada pieza histórica que desaparece, desaparece también toda nuestra originalidad. Nuestra razón de ser ante el mundo.

¿No queremos aumentar el turismo? ¿No queremos mejorar los niveles de educación? ¿No queremos fortalecer la identidad y fomentar la inclusión social? Así que, Presidente, ¿qué hacemos? 

¿Nos ubicamos en un balcón y dejamos correr la vida?  O se toma en serio que esto no es un tema solo de cultura. Es un tema de desarrollo, de potencial económico, de inclusión social.  De un país más fuerte.

Las sanciones por delitos contra el patrimonio tienen que endurecerse: multas y penas de cárcel.  Demoler donde se ha abusado. Registrar lo que está pendiente. Cercar donde sea urgente. Buscar el apoyo de la empresa privada. Acelerar la reforma de la ley de Patrimonio y generar los estímulos correctos.

Es un esfuerzo concertado.  La sociedad civil parece dispuesta a apoyar donde tenga que apoyar.  Pero se necesitan señales claras.  Comprométase y comprometa a su ministro de Economía, a sus congresistas, a sus otros ministros.  Que sea una visión de futuro donde todos salgamos ganando.

"…el individuo sano vive porque tiene memoria, porque sabe cómo se llama, cómo fue su vida anterior. Si no, caería en la locura, en la inconsciencia " (Jorge Basadre).

15 comentarios:

  1. "¿Sabe el presidente Ollanta Humala que Lima tiene un catálogo de arquitectura monumental que cubre 4.000 años de desarrollos culturales en nuestros valles?": Pues NO. No lo sabe. Y tiene un Ministro de Cultura (encargada de toda la parte "arqueológica") que tampoco lo sabe. Y ahora que lo escuchan no les importa. Como no lo saben y no les importa a los empresarios, dueños de inmobiliarias (grandes, pequeñas e informales), a los ingenieros que construyen... pues el pensamiento común en todos ellos (presidente, ministros, empresarios y como no, gran parte de la población) es la inmediatez, la "cosa nueva" es bueno, la "cosa vieja" es malo, maximizar ganancia, minimizar costos, todo es costo/beneficio monetario... y esas son las bases con la se construye nuestra sociedad actual, con la que nos bombardean en el sistema educativo, la TV... y eso, es en verdad la receta precisa para el desastre que se está construyendo.

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    1. Duro leer lo que pones, Lizardo. Pero razón no te falta. Conozco tu compromiso con el patrimonio y se que describir ese panorama te resulta duro a ti también. Seguimos haciendo lo que podemos. Abrazo

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    2. Ciertas las afirmaciones, pero considero que estamos en un momento muy propicio para hacer visible lo invisible. Ya se están movilizando algunas escuelas. Pensemos si las escuelas cercanas a cada huaca empezaran a movilizar a sus estudiantes, maestros, vecinos y comprometer al gobierno local.
      Necesitamos empezar a construir una nueva ciudadanía. Es cierto lo que dice Javier, pero también es cierto que hay movimientos que empiezan e emerger con fuerza en los barrios...

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    3. Y qué bueno que haya gente como tú, Koke, que ya está haciendo ese trabajo.

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  2. El Ministro Peirano dejo en una entrevista que recibía enormes presiones en el cargo, ergo por conservar el cargo el señor ha optado por ceder a ellas. Esto es algo que los peruanos nunca olvidaremos y se lo haremos recordar hasta su quinta generación

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    1. Creo que cualquiera que ocupe ese cargo en las actuales condiciones va a tener los mismos problemas. No sería mejor concentrarnos en exigencias específicas?

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    2. Necesitamos que el Ministro se indigne. Ponga la cara. Diga las cosas por su nombre y no espere que se lo digan.
      Él tiene que dar los pasos hacia adelante, no esperar que hayan plantones ni movilizaciones.
      Eso mejoraría la situación, a pesar de las presiones, a pesar de los nuevos tiempos y el boom inmobiliario, a pesar de los pesares...

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  3. http://blogs.gestion.pe/reformasincompletas/2013/07/turismo-asumiremos-el-liderazg.html?utm_source=gestion&utm_medium=mailing&utm_campaign=newsletter_2013_07_17

    Te dejo esto de Gestión, donde hablan de turismo cuando, quizá muy pronto, por tan malas gestiones, estrategias (si las hay), desinterés y miopía, no tengamos nada que dar al mundo y lo que es peor, ni a nosotros mismos.

    Un abrazo, Javier.
    Anahí

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    1. Te entiendo Anahí. En el blog de la semana pasada me permití un momento de optimismo. Puedes o no compartirlo, pero no perdamos de vista que en medio de esta destrucción estamos avanzando, se están haciendo cosas. El asunto es que la vastedad de esta riqueza es tal que empequeñece cualquier esfuerzo. También lo comenté otra vez, de repente es hora de sincerarnos con lo que podemos salvar. O cómo hacerlo. Entiendo que la posición de muchos es salvar todo. Pero sabemos que eso nunca va a ser posible. Entonces, ¿qué hacemos?

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  4. El ministro Peirano, solo ha demostrado incapacidad para el cargo, pues sino es capaz de defender el patrimonio cultural, no dijo nada en contra del DS054. Por dignidad (si le queda algo), debe renunciar. Tanta a ha sido la pre$ión que al parecer ha cedido, eso hace suponer. Mas evidente no puede ser. Lo mismo pasa con el viceministro Varón no detuvo la maquinaria pesada que tuvo a unos metros al contrario sale en video de El Comercio como fondo en la entrevista. Debemos ser claros el DS054 debe derogarse.

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  5. Estimado Señor Lizarzaburu,
    Los D.S 054 y 060 exigen una premura que linda en la ilegalidad al establecer que se expidan los Certificados de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA) en plazos que son ilegales, por cuanto los CIRA no son Trámites Administrativos, sino Procedimientos Técnicos que son algo completamente diferente. El Silencio Administrativo Positivo no es aplicable en estos casos, de acuerdo a las Leyes vigentes.
    Imagínese que un médico tuviese los plazos perentorios que se indican en los mencionados Decretos Supremos, para iniciar y concluir el tratamiento que debe tener un enfermo, cumpliendo responsablemente con obtener los resultados de las consultas y exámenes ectoscópicos, los análisis de laboratorio, y el tratamiento adecuado. No sería nada profesional, etico y menos aún responsable, que alguna Institución del Estado, considerase que en tan breve plazo se ha cumplido cabalmente con la responsabilidad profesional que tiene el médico de autorizar que se expida un Certificado que indique que no está enfermo, y que puede seguir adelante con su carga de trabajo. Eso se llama Mala Práctica Profesional, y el médico tendría graves responsabilidades.
    Por qué entonces los Arqueólogos del Ministerio de Cultura y los que trabajan para las empresas privadas pueden ser obligados a aceptar que la Mala Práctica Profesional en el ejercicio de sus funciones puede ser impuesta por Decreto.
    Eso es abusivo y aberrante, propiciar desde el Estado una nueva forma de corrupción mediante la cual el Ministerio de Cultura repartirá el CIRA irresponsablemente sin que se hayan realizado los Procedimientos Técnicos que debe realizar todo profesional responsable en el plazo que corresponda.
    No dudo que a la brevedad posible los D.S 054- y 060-2013 tendrán que ser modificados si es que se quiere proceder legalmente y con mayor seriedad.
    Atentamente
    Dr. Hugo Ludeña DNI 10253533
    Arqueólogo

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    1. Muchas gracias por ayudarnos a entender el problema, Dr Ludeña.

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  6. Todas las opiniones vertidas son interesantes puntos de vista que nos muestran un cierto despertar de la conciencia sobre nuestra herencia cultural. Sin embargo, soy pesimista ante las manifestaciones de "buena voluntad" para salvar las Huacas. Desde mi punto de vista, necesitamos entender que la campaña de "Extirpación de idolatrías" continúa hasta el día de hoy, con otros conquistadores, los inversionistas; y muchos felipillos, que son las autoridades que nos vienen gobernando. El estado criollo colonial es la madre de tanta verguenza y corrupción.

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  7. Entonces si el Estado no puede mantener el patrimonio en Lima, debería apelarse a realizar convenios con los municipios distritales, con la MML, y con alianzas publico-privadas para poner en valor y administrar los bienes de todos los limenos.

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