miércoles, 4 de junio de 2014

Bicentenario, huacas y reconciliación: que el silencio no se imponga


Hay algo incómodo en el silencio. Una incomodidad que surge cuando lo que esperabas eran voces, palabras, ideas, debate. Era solo un sueño pero no esperabas que causara esa reacción. Por eso, cuando todo esto se ausenta, el silencio aplasta, quita el aire, no puedes moverte. Callar para sobrevivir.

El ejercicio de la semana pasada con este blog tuvo ese resultado, inesperado. En ese post quizás tuve la osadía de querer introducir una idea hacia al Bicentenario: la de buscar una reconciliación nacional en un país donde el odio, desde hace mucho tiempo, camina con facilidad. Y para empezar ese proceso, pensaba, la puesta en valor de sitios arqueológicos emergía como un potente símbolo. Uno con capacidad para sanar y restaurar.

Por eso no se trata de una puesta en valor como un tema cultural. El asunto obviamente va más allá, porque esos vestigios son las raíces de una identidad que hemos venido negando repetidamente, y que siento ha hecho tanto daño.

Hoy vemos que esos testimonios del pasado nos siguen definiendo como nación. Y de ser así, ¿la puesta en valor de nuestras huacas no debería estar presente en el espíritu y acciones de cara al Bicentenario?

Soy de los que cree sinceramente en que reconocer los errores del pasado solo puede hacernos fuertes como país. Pero la idea encontró las puertas cerradas. Generó silencio. Mucho silencio. ¿Por qué?


Pude constatar, quizás una vez más, que somos un país donde el status-quo es importante, donde no se puede mover mucho el piso porque nos causa angustia, malestar, ¿miedo? Está bien. Es una manera de sobrevivir. Pero ¿tenemos futuro como nación sin reconciliarnos?

Por eso quise hacer este ejercicio, e invité a una serie de personalidades (todos vinculados de alguna manera a Lima) y les pedí que comentaran sobre esa propuesta para la nota de hoy.

En la lista había algún político o empresario, columnistas y profesionales reconocidos por su trabajo en y por la ciudad. La mayoría ignoró el pedido. Otros tuvieron complicaciones que les hizo imposible escribir algo.

De un total de 20 personas respondieron cinco. De estas solo un par, como podrán leer más abajo, hizo una referencia directa al concepto de “reconciliación”.  Imagino que está bien, porque hay ideas que pueden tardar en penetrar.

Solo espero que esta de verdad lo haga porque, como dije la semana pasada, solo así el 2021 antes que un aniversario termine convirtiéndose en una oportunidad. Y cuando hay una oportunidad, hay voces, ideas, sueños, debate.  El silencio no sobrevive.


A continuación, extractos de los comentarios recibidos:

Diana Álvarez Calderón, ministra de Cultura
No envió una respuesta pero en su oficina dejaron saber que han comenzado a trabajar el Bicentenario con una propuesta específica. Se reúnen todos los viernes en la mañana, y me invitaron para ir uno de esos días a conversar. Estaré informando oportunamente.
María Magdalena López Córdova, presidenta de la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural del Congreso de la República.
“Creo que el tema pasa por un compromiso intersectorial que implique llenar los vacíos en nuestra legislación, por ejemplo, en la Ley del Patrimonio Cultural. Estas y otras acciones, debería permitirnos llegar, en mejores condiciones, a las celebraciones por el Bicentenario de una República que tiene como una permanente obligación a futuro, la protección y preservación de su pasado histórico, en tanto son fuente de orgullo y de identidad nacional.

En ese orden de ideas, en el mes de abril de este año, se aprobó el proyecto N°2855/2013-CR, para la creación de una Comisión Nacional Intersectorial encargada de organizar y ejecutar los actos conmemorativos del Bicentenario. Esperamos que este esfuerzo sirva también para llegar a esa fecha cumplidos con los objetivos planteados”.

Alberto Martorell, abogado y presidente de ICOMOS Perú
“Se trata de un propuesta lúcida y coherente, que va de la mano con lo que ICOMOS PERÚ viene tratando de hacer desde que el grupo actual asumió la Directiva de la institución. Sin embargo, creo yo que no se debe limitar al "patrimonio arqueológico", o a las "huacas". Es necesario ampliar la visión al "Patrimonio cultural de la nación peruana", expresión en la que caben todas las sangres.

Si el patrimonio cultural visto con la mayor pluralidad y apertura, los demás aprenderemos a respetar "al otro" para comprender que forma parte de nosotros mismos. Entonces podremos construir juntos, confiar, restañar heridas, como bien dice. Y podremos superar situaciones de violencia, de desencuentro, de indiferencia que dañan tanto a nuestro país todos los días”.

Inés del Águila, arqueóloga y directora del museo Josefina Ramos de Cox
"Hoy existen infinidad de jóvenes que leen y observan imágenes que son significativas y significantes- que quedarán- para el avance en la construcción conceptual y afectiva de las señas de nuestra identidad cultural y peruanista, tan útil para una relectura de la identidad de barrio, de comunidad familiar, y reforzamiento de la identidad personal".
Elías Mujica, gestor cultural y asesor de la Fundación Backus
“Celebrar el Bicentenario no debe limitarse a conmemorar un conjunto de acontecimientos que marcaron un cambio en nuestro devenir histórico; debe de concretarse sobre todo en la construcción de una propuesta inclusiva que guíe nuestro futuro como país. En esta creencia, coincido plenamente en que ello conlleva un proceso de reconciliación nacional, tomando en cuenta nuestro proceso histórico en su conjunto, y no solo a partir de 1821.

Conservar nuestro patrimonio cultural siempre ha sido una tarea titánica. Requerimos darle un valor agregado a nuestras huacas, convertirlas en espacios que trasciendan la visión romántica “que son parte de nuestra historia”, en espacios que –conservados y adecuadamente preparados para darle un uso social–, mejoran la calidad de vida del entorno.

Para ello debemos, con miras a que el tema de nuestro patrimonio cultual sea incluido en la agenda del Bicentenario, generar un cambio de “chip” en las mentes de funcionarios, planificadores, urbanistas, constructores, e incluso en la comunidad en general. Incluirlo en la agenda de acá al año 2021 debería ser una oportunidad que no podemos desperdiciar”.

3 comentarios:

  1. Colaborar con el biscentenario, de nuestro pais, repasar su historia,sus momentos de cambio. Visualizar su futuro,en un pais con tantos contrastes, debe ser una tarea dificil. Los mejores agurios al equipo que TRABAJA!!! Muchos exitos.

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  2. Estimado Javier: Recién veo tu interesante propuesta y me parece lo mejor de todo. ¿Por qué? Porque Lima Milenaria nos ayuda a mirar hacia atrás y muy atrás, y me parece genial asumir las raíces y cuanto más hondas, más profundas, más extensas, mejor. Pero si esta contemplación se queda allá nos puede pasar como a la mujer de Lot que nos podemos convertir en picapiedras, en nostálgicos de un ayer muy lejano que se fue; pero tú nos lanzas hacia el futuro, a la visión de largo plazo, a distancia, una especie de "tele-visión"...y como no lo hagamos desde ya, nos lamentaremos de la miopía de hacer copias y refritos de última hora en el 2020 para salir en la foto. Un detalle, como bien conoces, en PUNCHAUCA se abrazan la grandeza del pasado (huaca, capilla, hacienda, encuentro de Laserna y San Martín, España-Perú), la indiferencia y sordidez del presente, Dios quiera (y nosotros también) que la esperanza y el encuentro de un Perú reconciliado, potenciando su identidad y su desarrollo solidario y globalizado

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